(CNN) – El presidente de Estados Unidos Donald Trump volvió a su mansión en Florida este jueves, para pasar de nuevo el fin de semana allí. Pero esta vez lo hizo sin su habitual de asesores que lo ha acompañado en el pasado, a pesar de que las tensiones globales están que estallan.
El paseo de Trump a su club privado, el séptimo que hace desde su posesión como presidente, coincide con un aniversario en Corea del Norte, que ha sido seguido de cerca. Según los analistas, el régimen solitario podría estarse preparando para su sexta prueba nuclear.
No sería la primera vez que Trump enfrentaría un incidente global desde los confines de su mansión frente al mar.
Durante la visita del primer ministro de Japón Shinzo Abe, a principios de este año, Corea del Norte disparó a modo de prueba misiles balísticos, provocando una sesión de estrategia improvisada en el patio de Mar-a-Lago. Además, el pasado fin de semana, mientras recibía al presidente chino Xi Jinping en su club privado, Trump anunció el bombardeo de Estados Unidos contra Siria, luego de que reunirse con sus principales asesores en una sala de conferencias especialmente diseñada para ese fin.
Un funcionario de la Casa Blanca aseguró que asistentes del Consejo de Seguridad Nacional acompañarían este fin de semana a Trump durante su viaje a Florida. También indicó que la sala de seguridad –que cuenta con tecnología de videoconferencia y otras características clasificadas– está lista.
Sin embargo, otra parte del séquito de Trump, incluyendo los asesores principales y el secretario general de Trump Reince Priebus, pasarán el fin de semana en Washington.
En la tarde de este jueves, Trump abordó el avión Air Force One solo. Priebus lo escoltó a la base aérea conjunta Andrews en su limosina blindada, pero no viajó a Florida. Según el secretario General, el presidente tenía “cosas que revisar con él para la próxima semana, así que me uní a la caravana”, pero no tenía planeado viajar al sur en el fin de semana.
Un funcionario de la Casa Blanca también informó que la presencia del personal en Mar-a-Lago sería “muy ligera” porque se trata de un fin de semana festivo. Lo que sugiere que el tiempo de Pascua podría ser la oportunidad para que Trump le dedique tiempo a su esposa e hijos, así como para que sus empleados principales también estén con sus propias familias
Pero incluso, en medio de su descanso en el sur de laFlorida, el presidente podría encontrarse enfrentando otro movimiento desafiante de Corea del Norte. El cumpleaños del fundador del país, que es este sábado, podría llevar al país a ejecutar su sexta prueba nuclear, según analizan los expertos.
Esta sería la primera prueba bajo el gobierno de Trump y su reacción será vigilada de cerca en Pyongyang y Washington. En esta semana el presidente se ha referido agresivamente contra Corea del Norte, asegurando que su reciente encuentro con el presidente de China lo hizo reflexionar sobre lo complicado del problema.
Este jueves, Trump sostuvo que no estaba seguro si la decisión de su gobierno de lanzar la “madre de todas las bombas” contra un enclave de ISIS en Afganistán también pretendía ser una demostración de la determinación que tiene Estados Unidos de resolver el problema de Corea del Norte.
“No sé si esto manda un mensaje”, aseguró el presidente estadounidense en la Casa Blanca. “No hay ninguna diferencia si lo envía o no. Corea del Norte es un problema, un problema del que nos ocuparemos”, añadió.
Trump también indicó que ha obtenido cooperación importante del presidente Xi, durante sus reuniones de la semana pasada y las llamadas telefónicas que le siguieron.
“Diré esto: creo que China ha estado trabajando realmente duro y yo he podido conocer y respetar al presidente Xi, como ustedes saben. Él es una gran persona”, explicó Trump. “Pasamos mucho tiempo juntos en Florida y él es un hombre muy especial, así que veremos qué pasa”, insistió.
Los funcionarios del gobierno también indicaron que Trump estará muy bien informado sobre la actividad en Corea del Norte a través de su equipo y de ser necesario también sería actualizado durante todo el fin de semana.
En los gobiernos de Bush y Obama era común que un alto asistente de Seguridad Nacional (a menudo con el rango de asesor de Seguridad Nacional adjunto o superior) siempre viajara con el presidente, incluso en las vacaciones.
Un exfuncionario del gobierno informó que esto fue un consejo clave que el equipo de Bush le dio al equipo de Obama durante la transición. La cercanía física con el presidente durante un evento de seguridad nacional era considerado algo fundamental para la toma de decisiones y mantener informado al mandatario.
Un alto asesor de política exterior de la Casa Blanca le aseguró a los periodistas este jueves que, en general, ya se estaban evaluando las opciones militares frente a Corea del Norte. Alternativas que surgirían durante el viaje del vicepresidente Mike Pence a Asia esta semana.
Pence debe llegar a Seúl el domingo.