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(CNN) – Una playa que fue arrasada por tormentas hace más de 30 años ha reaparecido en la costa oeste de Irlanda.

Las arenas en Dooagh en la isla de Achill del condado Mayo se desvanecieron en el invierno de 1984, dejando solamente roca desnuda y piscinas de la roca.

Pero en el transcurso de varios días en abril de 2017 el Atlántico le devolvió lo que había robado, depositando miles de toneladas de arena y creando una nueva franja dorada de 300 metros.

Las tormentas de 1984 “se llevaron cada último grano de arena de la playa”, dijo Sean Molloy de Achill Tourism a CNN.

Pero el mes pasado, “en el espacio de unos ocho o diez días, estos fuertes vientos vinieron del norte”, explica.

“Al parecer, lo que hace es golpear las aguas superficiales, porque se trata de una playa orientada al sur, el mar toma las arenas por debajo y las traee, eso es lo que me han dicho”.

Este video de YouTube de marzo de 2017 muestra cómo era la playa antes de que llegaran las arenas.

Achill es la isla más grande de Irlanda y sus 91 kilómetros cuadrados de montes ondulantes, acantilados dramáticos y playas prístinas -si hay fuertes vientos- han inspirado a escritores como Graham Greene y Heinrich Boll.

Con una población de menos de 3.000, la economía principal es el turismo y la llegada de la nueva playa ha dado a las cosas un impulso inesperado.

“Es precioso”, dice Roisin Lavelle, propietario de Teach Cruachan B & B, que está en la bahía de Dooagh. “Sobre todo lo que se veía eran olas y rocas, así que ha sido realmente encantador ver una gran extensión de arena”.

También coincide con un tramo de cálido sol primaveral en una costa conocida por su clima temperamental. “El clima es fantástico, ha estado muy bien en la última semana”, agrega Lavelle.

Molloy estima que Achill recibe alrededor de 150.000 a 180.000 visitantes al año, pero el sol y la nueva playa han estado atrayendo a la multitud. Este fin de semana pasado “parecía un fin de semana festivo, así que mucha gente vino”.

Pero aunque la playa es ideal para un paseo atlántico, Molloy no recomienda que la gente entre al agua a nadar todavía.

“Debido a que la arena está entrando, no sabemos lo seguro que es la playa ahora porque las corrientes podrían cambiarse y tomará un poco de tiempo”.

Lo mejor es dejar la natación a los delfines que regularmente llegan a Dooagh Bay en grandes cantidades.