(CNN Español) – Casi dos meses después de que un grupo de ciudadanos bolivianos fuera detenido por las autoridades chilenas en zona fronteriza de los dos países, el presidente de Bolivia, Evo Morales, decidió acudir a instancias más allá de las judiciales para lograr la liberación de sus conciudadanos.
Este miércoles, a través de una carta —que dio a conocer en su cuenta de Twitter— Morales le pidió al papa Francisco que interceda para que “los nueve hermanos detenidos injustamente en Chile” regresen a su país de origen.
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En la carta, el mandatario apeló al “primer papa latinoamericano, amigo de los pobres y excluidos de la sociedad” para que interceda por la pronta liberación de los bolivianos.
“Para el gobierno y el pueblo de Bolivia, la detención de nueve funcionarios bolivianos de la Unidad de Control Aduanero, ocurrida el domingo 19 de marzo de 2017, fue indebida, arbitraria y con excesivo uso de la fuerza por parte de Carabineros de Chile, quienes además de no impedir las agresiones de los contrabandistas confesos, provocaron lesiones físicas de consideración en la humanidad de algunos de los funcionarios bolivianos”, expuso Morales al papa Francisco.
El Vaticano aún no se ha pronunciado aún sobre la misiva.
Entre tanto, este martes, el presidente del Senado de Bolivia, José Alberto Gonzales, dijo que el gobierno de Chile le negó la visa de ingreso a Iquique (Chile) para visitar a los detenidos, informa laAgencia Boliviana de Información, ABI.
Según Morales, esa actitud es una “agresión contra el pueblo y la democracia”.
Aumenta la tensión
Este martes el ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, informó que su país desplazó a un grupo élite de las Fuerzas Armadas a la frontera con Chile para “anular la actividad del contrabando en la región”, según ABI.
Entre tanto, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, dijo que esa decisión soberana de chile “puede escalar a algo peligroso”.
“Chile estará vigilante y actuará de manera prudente”, dijo el canciller chileno ante medios de comunicación, citado por Abi.
En marzo de este año, los carabineros de Chile detuvieron en el sector fronterizo de Colchane a dos militares y siete aduaneros bolivianos, quienes fueron “remitidos a un juzgado como delincuentes”, según la agencia estatal de noticias ABI.
Según Bolivia, los detenidos fueron “secuestrados” por la policía chilena en territorio boliviano cuando adelantaban operativos contra el contrabando.
Pero Chile asegura que los hechos ocurrieron en su territorio.
La Fiscalía de Pozo Almirante, que lleva el caso, dijo en ese entonces que los funcionarios bolivianos abordaron “de forma violenta” al conductor de un camión y luego dejaron el vehículo abandonado por fallas mecánicas.
La Fiscalía chilena les imputó cargos a los bolivianos por los delitos de robo con violencia e intimidación, porte y tenencia de arma de fuego, y contrabando, por el ingreso ilegal de los dos vehículos bolivianos y de las mismas armas, según el documento de esa institución.
El fiscal del caso, Hardy Torres, dijo que los imputados bolivianos guardaron silencio ante los juzgados.
Relaciones rotas
Chile y Bolivia tienen relaciones difíciles desde la Guerra del Pacífico en 1883, cuando Bolivia perdió el acceso al mar así como el control de áreas mineras clave.
Las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia se encuentran rotas desde 1978 en medio de desacuerdos en las negociaciones para buscar una salida al mar por parte de Bolivia.
Las relaciones bilaterales ya se habían roto en 1962 cuando Chile, según Bolivia, desvió de manera unilateral las aguas del río Lauca, para “aumentar el riego del valle chileno de Azapa”, por lo que construyó canales para disminuir la cantidad de agua que llegaba al altiplano boliviano, según ABI.
Las relaciones fueron restablecidas temporalmente en 1975 e interrumpidas nuevamente en 1978.
La Paz y Santiago tienen representantes consulares respectivamente.
– Con información de Ana Melgar de CNN en Español.