(CNN Español) – Las alertas están prendidas en la Universidad de Costa Rica: en lo que va corrido de mayo se han presentado al menos cuatro denuncias de abuso sexual dentro del campus y este lunes un grupo de estudiantes marchó exigiendo mayores medidas de seguridad.
La última agresión ocurrió el pasado jueves y ese mismo día dos sospechosos fueron capturados por autoridades de la institución y entregados al Ministerio Público para ser juzgados, como se lo confirmó a CNN en Español Jeffrey DiMarco, jefe de la oficina de Servicios Generales de la universidad. Di Marco añadió que la estudiante víctima reconoció a sus agresores y que en ese momento el centro de control de seguridad ya adelantaba un operativo, debido a las denuncias anteriores.
Ante las otras cinco denuncias de asalto ocurridas en las semanas anteriores, de las cuales en tres la universidad confirmó que eran de abuso sexual, el jefe de Servicios Generales indicó que la unidad de investigación del Departamento de Seguridad montó “un dispositivo o un protocolo de seguridad que finalmente culminó en atrapar a estas dos personas. Ya se había hecho previamente una caracterización, identificación de uno de los individuos”.
Frente a los hechos de violencia, los estudiantes decidieron alzar la voz para rechazar los ataques y este lunes se manifestaron pidiendo más seguridad en las instalaciones del alma máter. “Recaudamos 200 firmas en el momento con el pliego de peticiones, más o menos marchamos unas 70 personas la mayoría de mujeres y estudiantes, bajo la lluvia súper dramático, súper bonito, hasta la rectoría en la universidad”, le narró a CNN en Español, Madeline Soto, una de las líderes que impulsó esta iniciativa.
La estudiante agregó que una vez culminada la actividad se reunieron con el rector de la Universidad de Costa Rica Henning Jensen, quien se comprometió a tomar medidas a corto y a largo plazo de cara a las cuatro peticiones que le plantearon sus alumnos: mayor iluminación dentro del campus, mayor presencia de oficiales en zonas poco transitadas, información a tiempo real acerca de las situaciones que representen un riesgo para las mujeres que transitan por el campus y a poyo psicológico profesional a toda hora para atender estos casos.
Además, Soto indicó que varias alumnas, ella incluida, quedaron en una comisión para “vigilar ciertos procesos en vías no sólo de esas peticiones sino de otros cambios que queremos realizar dentro del campus en materia de seguridad, respecto a las mujeres y respecto a las comunidad universitaria”. Añadió que este martes se va a realizar una visita por todo el campo para identificar las zonas que se consideran más inseguras de manera que se puedan atender esos puntos.
Por su parte, Di Marco indicó que las peticiones planteadas llegan a reforzar un trabajo que la universidad ya viene adelantando. “No son ajenas a lo que hemos venido haciendo este reforzamiento de la iluminación y la infraestructura es algo en lo que llevamos el último año, por ejemplo. El año pasado invertimos recursos necesarios para la contratación 16 nuevos oficiales, hemos hecho un cambio significativo, cámaras, mayor iluminación y el acompañamiento psicológico para las víctimas que fueron atacadas desde el primer día”, relató el jefe de Servicios Generales.
Finalmente, le quiso dar un parte de seguridad a la ciudadanía y a los estudiantes: “No quiero minimizar el asunto, pero esto que ha ocurrido no ocurre normalmente en el campus que es muy seguro. Tenemos índices bajos a nivel de criminalidad. Esto es algo atípico y es para no alertar que el campus se ha vuelto algo violento o de alguna forma inseguro”. Sin embargo, insistió en que los últimos hechos “nos los tomamos con la mayor seriedad, porque a partir de este evento tenemos que tomar acciones que vengan a reforzar esa seguridad”.
Con información de Djenane Villanueva.