Neurocirujanos de la Clínica Universidad de Navarra han comprobado la eficacia en los más de 110 pacientes intervenidos quirúrgicamente de un tumor cerebral en un quirófano con resonancia magnética intraoperatoria, sin aumentar los riesgos de la cirugía.
Se trata de una resonancia de alto campo (3 Teslas) que permite confirmar en tiempo real, antes de terminar la cirugía, que se ha extirpado totalmente el tumor. Sin embargo, es un equipamiento que se utiliza en otros países desde 1996, gracias al que se incrementa la seguridad durante la intervención y en el manejo postoperatorio, al mismo tiempo que se reduce el número de operaciones quirúrgicas.
“En la práctica habitual se realiza una resonancia antes de la operación y, una vez que acaba la intervención quirúrgica, y con el paciente ya en planta, se repite la resonancia para comprobar que se ha extirpado totalmente el tumor cerebral”, explica la especialista Sonia Tejada, del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra. Si no es así, es necesario volver a operar. “Sin embargo, gracias a la resonancia intraoperatoria, podemos comprobar mientras estamos operando si hemos conseguido el objetivo de la cirugía y la inexistencia de complicaciones durante la operación”, añade.
Alta eficacia en las cirugías de tumores cerebrales
“Con este equipamiento conseguimos la información definitiva al instante ya que nos permite comprobar la eficacia de la cirugía en el mismo acto quirúrgico, sin tener que esperar a que el paciente salga de quirófano”, explica el Dr. Ricardo Díez Valle, neurocirujano y coordinador del Área de Tumores Cerebrales de la Clínica Universidad de Navarra.
Los especialistas aseguran que el cráneo es una estructura ósea cerrada que sólo permite estudios de imagen preoperatorios con la cavidad cerrada. “Sin embargo, cuando en el quirófano el neurocirujano interviene en el cráneo, la lesión se modifica y desplaza cambiando su localización respecto al estudio preoperatorio”, advierte. Por este motivo, la posibilidad de realizar una comprobación con la resonancia magnética durante la misma intervención, ofrece la seguridad de obtener “una imagen real de la localización exacta de la lesión en el momento de la cirugía”.
Además, al poder ver en tiempo real las zonas más sensibles del cerebro, se definen los márgenes que deben respetarse, ayudando al cirujano en la toma de decisiones.
Grandes ventajas para los tumores pediátricos
Las intervenciones neuroquirúrgicas en pacientes pediátricos se benefician también de las ventajas que aporta la resonancia intraoperatoria, indica la Dra. Sonia Tejada. “Cuando un niño tiene un tumor cerebral, es necesario anestesiarlo en tres ocasiones: para hacerle la resonancia preoperatoria, durante la cirugía y de nuevo para la resonancia de control postoperatoria. Gracias a la resonancia intraoperatoria, reduces el número de las anestesias generales, algo fundamental para la salud de los más pequeños”, añade.
“Según la literatura, la RM intraoperatoria evita hasta el 25 por ciento de reintervenciones en niños dado que en edad pediátrica se tiende a extirpar lo antes posible el cien por cien del tumor”, según explica Díez Valle.
De esta manera, no será necesario volver a anestesiar posteriormente al paciente pediátrico para realizar una resonancia de comprobación, ya que se le hará en el mismo acto quirúrgico.