(CNN Español) – La selección nacional de Alemania se hizo con su primera Copa Confederaciones este domingo después de ganarle por 1-0 a Chile con tanto de Lars Stindl en el minuto 20 de la final en el estadio del Zenit en San Petersburgo, en una campaña de cinco partidos que ratifica la seguidilla de éxitos de esta potencia del fútbol orbital tras el campeonato en el Mundial de Brasil 2014.
No obstante, el equipo que presentó Joachim Löw en este torneo tiene muy poco o casi nada que ver con aquel que se coronó campeón en el Maracaná. Es más, se puede decir que es una Alemania “B”.
En la etapa de grupos, los alemanes fueron primeros en el B con 7 puntos, con dos victorias (3-2 contra Australia y 3-1 contra Camerún) y un empate (1-1 contra Chile). En la semifinal, derrotó por 4-1 a México.
En la consecución de este logro tuvo mucho que ver el espectacular rendimiento de jugadores como Timo Werner (del Leipzig), Leon Goretzka (del Bochum), Stindl (del Borussia Mönchengladbach). Nombres poco conocidos para el gran público internacional, pero que han refrendado la confianza de Löw, quien ya lleva una década al frente de la ‘Mannschaft’ germana.
Pero esta clase de renovaciones no son raras para los alemanes. Helmut Schön, quien reemplazó al legendario Sepp Herberger en el banquillo alemán, empleó en 1978 una nómina muy diferente y muy joven con respecto a la que había ganado el Mundial cuatro años atrás. Para Corea Japón 2002 ocurrió lo mismo, con una Alemania renovada bajo la orientación de Rudi Völler. Es un método muy organizado para refrescar generaciones y mantener vigente a Alemania en el concierto futbolístico.
Otro de los talentos de esta Alemania “B” es Kevin Trapp, quien ha custodiado una puerta que sólo ha recibido cinco goles. Trapp actualmente presta sus servicios al PSG francés.
Antonio Rüdiger, nueva incorporación del Chelsea inglés, fue una de las bases de la solidez alemana en esta Copa Confederaciones. Desde su posición de defensa central, aseguró la tenencia de balón e incluso incursionó en el ataque.
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Con esta Copa Confederaciones se augura un buen futuro para el fútbol alemán. Los más jóvenes, los sub 21 que quedaron campeones europeos este viernes contra España, seguramente se sumarán a este grupo para hacer más fuerte a Alemania en competiciones venideras.
Los ‘más grandes’ están en una muy buena racha de cara a Rusia 2018, ya que en su grupo (el C, que completan Irlanda del Norte, República Checa, Azerbaiyán, Noruega y San Marino) han ganado los seis partidos que han disputado (18 puntos).