(CNN Español) – La selección mexicana aún no se ha recuperado del golpe del cuarto lugar en la Copa Confederaciones y ya debe enfrentar otro reto internacional que, a priori, parece un terreno ya dominado pero en el que este año tiene la obligación de llevarse todos los honores: la edición 2017 de la Copa Oro de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf).
No importa que México ya la haya ganado diez veces (tres en el antiguo formato de la Copa de la Concacaf) y que sea el actual campeón. El pasado es pasado, el puesto del colombiano Juan Carlos Osorio en el banquillo del ‘Tri’ parece no estar seguro, y el irregular paso en el torneo que se disputó en Rusia recientemente planteó más dudas sobre su continuidad.
Aunque las angustias extremas para clasificarse al Mundial de Brasil 2014 no se asoman ni de lejos en el camino hacia Rusia 2018 (de hecho, México ya está a punto de sacar pasaje para la cita orbital), el ambiente hacia Osorio no es muy bueno.
Su táctica, que involucra rotaciones constantes en las nóminas, desconcierta a muchos críticos, y muchos aún no le perdonan la espantosa goleada que le propinó Chile por 7-0 en la Copa América Centenario del 2016. Un título le ayudaría al colombiano a poner las cosas un poco más en orden para tener un resto de año algo más tranquilo.
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Para esta Copa Oro, que inicia este viernes con el partido entre Guayana Francesa y Canadá, la rotación en el ‘Tri’ es mayúscula, ya que sólo dos de los jugadores que estuvieron en la Copa Confederaciones (Edson Álvarez y Alejandro Mayorga) estarán en la competición en tierras estadounidenses.
Alan Pulido, quien en su pasado vistió las camisetas de los griegos Levadiakos y Olympiakos y que ahora luce los colores de los campeones Chivas de Guadalajara, es la estrella más visible de este México que comenzará a defender su título el 9 de julio contra El Salvador en el Qualcomm Stadium de San Diego.
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En el segundo partido, los mexicanos enfrentarán a Jamaica el 13 de julio en el Sports Authority Field de Denver, y cerrarán la primera ronda contra Curazao el 16 en el Alamodome de San Antonio.
Los dos primeros de cada grupo pasarán a los cuartos de final, que se jugarán entre el 19 y el 20 de julio. Las semifinales se jugarán el 22 y 23 julio y la final se llevará a cabo el 26 en el Levi’s Stadium de Santa Clara (California). Ese día, los mexicanos esperan alzar el trofeo por undécima vez. De lo contrario, se abrirán interrogantes en el futuro de la selección.