Enedina Vance editó digitalmente una foto de su hija de seis meses para añadir un piercing de diamante en uno de los cachetes de la bebé.

(CNN) – Enedina Vance estaba harta. Sentía que otros padres no entendían su mensaje, que no la estaban escuchando.

Así que tomó su teléfono, encontró una foto de su hija de seis meses y la editó digitalmente: puso la imagen de una joya de diamante sobre el hoyuelo de la bebé para que pareciera que la pequeña tenía un piercing.

Vance, una fuerte activista contra la perforación o circuncisión de niños, publicó la fotografía editada en su perfil de Facebook. Para la tarde de este jueves, su mensaje tenía más de 13.000 compartidos.

“Yo tomo todas las decisiones por ella hasta que tenga 18 años. Yo la hice, es mi propiedad”, escribió la madre.

Lo que Vance no esperaba fue la reacción que su publicación tuvo en padres alrededor del mundo. Ira. Mensajes de odio. Amenazas de llamar a los Servicios de Protección Infantil.

Pero la imagen también probó su punto y puso a los adultos a hablar del tema.

“La reacción que tienen los padres cuando ven esta bebé hermosa y perfecta siendo … mutilada, ese choque inicial, esa reacción de ira, eso es a lo que quiero que se aferren”, explicó la mujer de 35 años.

Muchos creyeron que la foto era real

La madre de tiempo completo en Fostoria, Ohio, sabía que la foto de una bebé con un piercing en su hoyuelo llevaría a que su familia y amigos empezaran a hablar del tema. Así que también la compartió en grupos sobre crianza de Facebook.

La publicación incitó ira e indignación rápidamente entre la comunidad de padres. Vance incluso calificada de “una mala madre” y de otras cosas peores.

Muchas personas asumieron que el piercing era real y arremetieron contra Vance por su supuesta decisión. “En serio, no puedo creer que tanta gente no haya entendido que esto era puramente satírico. De hecho usé la etiqueta #sarcasmo”, escribió Vance en Facebook. “Todavía la gente sigue amenazándome con golpearme hasta la muerte, llamar a los Servicios de Protección Infantil, y quitarme a mis hijos”, relató.

Otros padres simplemente estaban en desacuerdo con su posición sobre las perforaciones.

Una mujer escribió: “A mí me perforaron las orejas cuando era una bebé. Y crecí bien… Voy a tener una hija y le perforaré sus orejas”.

La ley de Ohio permite que los niños menores de 18 años puedan hacerse piercings y tatuajes, si hay un padre o tutor presente. De hecho, la mayoría de los estados dejan que los menores se hagan perforaciones si cuentan con el consentimiento de los padres.

En medio de las amenazas de muerte y los correos de odio, Vance aseguró que también recibió innumerables mensajes positivos por parte de otros padres. Algunos afirmaron que sentían no tener alternativa a la hora de decidir si sus hijos eran circuncidados. A otra personas se le dijo que se trataba de “un asunto de higiene”.

“Mucha de esta responsabilidad recae en nuestra comunidad médica. Ellos alientan a los padres”, sostuvo Vance. “No debería haber una opción. No debería existir esa pregunta”, insistió.

“No es una razón suficiente”

Vance confesó que no siempre tuvo una posición tan fuerte en contra de la circuncisión.

Viniendo de una familia sólo de mujeres, explicó que ella no sabía mucho sobre esta práctica hasta que quedó embarazada por primera vez a finales de la década de los 90. Vance tuvo dos niñas gemelas, pero la investigación que hizo permaneció en su mente.

“Me sentía tan anticuada, tan primitiva”, aseveró. “Nosotros, como una sociedad civilizada debimos haber dejado esto en el pasado y yo estaba tan impresionada que cortar los genitales de mi bebé no fue ni siquiera una opción”, agregó.

Muchos padres deciden circuncidar a sus hijos por razones de salud, de higiene o religiosas.

En 2012, la Academia Estadounidense de Pediatría encontró que los beneficios de la circuncisión relacionados con la salud superaban los riesgos. Sin embargo, la entidad aclaró que las consecuencias positivas no eran tan significativos como para recomendar que todos los niños recién nacidos fueran circuncidados.

“No existe ninguna razón convincente para negarles a los niños el legítimo derecho a tomar sus propias decisiones informadas cuando tengan la edad suficiente para hacerlo”, aseguraba el informe de la academia.

Vance considera esto como un llamado a la acción y le comentará a cualquier persona que conozca cómo se siente al respecto, si surge en la conversación. Durante el otoño pasado, ella protestó en Cleveland junto a Bloodstained Men & Their Friends (Hombres Manchados de Sangre y sus Amigos), una organización que trabaja en contra de la circuncisión.

Pero las convicciones de esta madre van más allá de la circuncisión.

“Nadie tiene el derecho de alterar, modificar o mutilar el cuerpo de otro ser humano por razones estéticas, ni siquiera los padres”, señaló.

Vance argumenta que, en últimas, los niños deberían poder decidir por sí mismos.

“¿Qué niña de una semana de nacida está pidiendo que le pongan aretes?”, preguntó. “Sólo porque se ve lindo, sólo porque se ve mejor: esa no es una razón suficiente”, recalcó.