Nota del editor: John D. Sutter es un columnista de CNN que se enfoca en el cambio climático y la justicia social. Lo puedes seguir en Snapchat, Twitter y Facebook, o puedes suscribirte a su newsletter.
(CNN) – Esta semana un iceberg de más de un billón de toneladas se desprendió de la Antártida.
Probablemente ya sabes eso. Fue muy comentado en Internet.
Entre los detalles más sonados estaba que era casi del tamaño de Delaware (lo que puso a la gente a hablar sobre cómo se supone que uno deba saber qué tan grande es un estado de Estados Unidos y dónde rayos queda Delaware), que su nombre es A68, que representa más del 12% de la sábana de hielo llamada Larsen C y, lo más importante, que nada de esto tiene que ver con el impacto humano del cambio climático.
Eso último, es engañoso.
En otras palabras, es incorrecto.
Algunos científicos sí creen que tiene que ver con el calentamiento global.
Este jueves pasé la mayor parte del día hablando con científicos sobre este masivo iceberg y lo que significa. Descubrí estas cinco cosas.
1. Esto no se ve como un efecto del cambio climático
Todos los científicos están de acuerdo: el ser humano está volviendo la Tierra más caliente quemando combustibles fósiles y contaminando la atmósfera con gases de invernadero. Lo estamos haciendo y estamos viendo las consecuencias.
Pero sí hay algunos desacuerdos sobre si hay suficiente evidencia para conectar el desprendimiento del iceberg con el calentamiento global.
En una declaración ampliamente citada, Martin O’Leary, un glaciólogo de la Universidad de Swansea que formaba parte del equipo que estudió a Larsen C, dijo que el desprendimiento del iceberg era “un evento natural” y que “no sabemos de ningún vínculo de esto con el calentamiento global causado por el hombre”.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esa evaluación.
“Lo están viendo a través de un microscopio”, en lugar de ver las tendencias macro, incluyendo el hecho de que los océanos alrededor de la Antártida se están calentando, ayudando a diluir el hielo”, dijo Kevin Trenberth, destacado científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos.
“Para mí, es una firma inequívoca del impacto del cambio climático en Larsen C”, dijo Eric Rignot, un glaciólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y de la Universidad de California en Irvine.
“Este no es un ciclo natural, es la respuesta del sistema a un clima más cálido desde arriba y desde abajo, nada más puede causar esto”.
Rignot dijo que los colegas que dicen lo contrario están enterrando sus cabezas “en el hielo”.
2. Dicho eso, esta mi**** es complicada
Las diferencia entre las opiniones radican en parte de una falta de información. Comparada con otras partes del mundo, la Antártida es fría, extraña, remota y difícil de estudiar. Algunos científicos dicen que no tienen bases de datos de muchos años que necesitan para probar que sí fue por efecto del cambio climático producido por el hombre.
De igual forma, tampoco pueden decir que no lo fue.
“Yo no veo que haya evidencia clara de que tenga que ver con el cambio climático”, dijo Christopher Shuman, un investigador de la NASA. “Creo que hay que esperar y ver. Debemos estar atentos de las señales”.
Si la sábana de hielo Larsen C sigue colapsando, añade, sabremos que el cambio climático tuvo algo que ver con los eventos de esta semana. Si no, su teoría se confirmará, lo que significa que el desprendimiento es algo natural de un proceso de regeneración.
3. El cambio climático claramente está dándole una nueva forma a la Antártida
Para complicar aún más las cosas, el cambio climático está remodelando el continente más austral de la Tierra de varias maneras. Las temperaturas del aire han aumentado en la Península Antártica, donde se encuentra Larsen C, dijo David Vaughan, director de ciencias de la British Antarctic Survey, pero no tanto en otros lugares.
Las temperaturas oceánicas están en todo el mundo también, incluyendo cerca de la Antártida, dijo. “La cantidad de calor que entra en el océano es realmente enorme”, dijo Trenberth.
Eso está ayudando a descongelar parte del hielo desde arriba y abajo. Se cree que el hielo que toca el agua es particularmente vulnerable a los efectos del calentamiento global. Pero, de nuevo, la Antártida es grande y fría y extraña. No se está derritiendo tan rápido como el hielo en el Ártico, donde las temperaturas están aumentando cerca de dos veces más rápido que el promedio mundial.
Está claro que algunas capas de hielo en la Antártida se están derritiendo debido al cambio climático y que algunos glaciares están cada vez más delgados, según me dijeron los investigadores. La cuestión es si hay datos suficientes para decir que este iceberg en particular se desprendió debido a la contaminación por gases de efecto invernadero.
“¿Que si yo pienso que es una consecuencia del cambio climático? Probablemente, no 100%”, dice Vaughan, de la British Antartic Survey. “Pero la razón para que esté llegando agua caliente es que los vientos la están trayendo del océano sur y creemos que los vientos se han vuelto más fuertes por el cambio climático”.
“Esto no es muy claro”, añade. “No es tan sencillo como decir: la temperatura sube y el hielo se derrite. Es toda una cadena de procesos sutiles y consecutivos que causan que el hielo se derrita y que los niveles del mar suban”.
De nuevo, es complicado.
4. El tipo de hielo
Para entender mejor la Antártida, imagínate un vaso de coctel con hielos y alguna bebida. ¿Qué pasa con el nivel de la bebida cuando se derrite el hielo?
“Cuando mi hielo se derrite el coctel no se derrama”, dice Rignot, el glaciólogo. La superficie conserva el nivel.
Este tipo de hielo, que flota en el agua, es el que se desprendió esta semana. Los científicos lo llaman una capa de hielo. No es un glaciar ni una sábana de hielo, que están en la tierra, y las capas de hielo flotante no aumentan los niveles del mar.
Piensa en esa bebida.
Pero, y este es un pero muy importante, estas capas de hielo flotantes tienen un efecto en las masas de hielo en tierra que sí podrían aumentar el nivel de los mares si se derriten, dice Trenberth, un científico del clima en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica.
Piensa en la capa de hielo como un muro de contención. Al desaparecer, eso puede causar que se desestabilice el hielo del centro.
Así que aunque es cierto que el desprendimiento del Larcen C no cambiará los niveles del mar en una forma literal e inmediata, hay un panorama más grande que no es tan simple.
Desde 1992, los niveles del mar han subido 8 centímetros, en gran parte por el calentamiento global. La tasa es de 3,4 milímetros al año.
5. Queda claro que el hielo de la Antártida que se derrite es una bomba de tiempo
Esos números probablemente suenan pequeños. Son pequeños. ¿A quién le importan unos milímetros de diferencia en las mareas?
Pero esto revela otro fracaso en la forma en que la mayoría de nosotros estamos hablando del derretimiento del hielo del mundo: debemos forzarnos a pensar en mayores escalas de tiempo.
Debemos pensar en Nueva York, Miami, Shanghai y otras ciudades costeras amenazadas por el aumento de los mares. No puedo escribir sobre este tema sin recordar mi viaje a las Islas Marshall, una pequeña nación isleña del Pacífico que pierde todo su territorio -y el idioma, la cultura y la historia- si las temperaturas suben sólo 2 grados Celsius,
Que parece cada vez más probable.
Pero también debemos considerar a las generaciones futuras. ¿Qué tipo de mundo les estamos entregando?
Cuando piensas en términos de décadas o siglos, la parte más vulnerable de la capa de hielo del oeste de la Antártida podría elevar el nivel global del mar hasta 3 metros, me dijo Rignot. Y la capa de hielo del este más grande, a muy largo plazo, podría elevar las mareas de 19 metros, dijo. Como un edificio de 6 pisos.
“Las acciones que estamos tomando ahora tienen consecuencias en 50 años, en 100 años y en 200 años”, dijo Trenberth.
Cuando vemos billones de toneladas de trozos de hielo cayendo de un continente, vale la pena recordarlo.