(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene una poderosa arma en caso de que decida castigar a Venezuela: sanciones al petróleo, la única fuente de dinero para la nación golpeada por la crisis.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó para el domingo a la elección de una Asamblea Constituyente, una votación que sus muchos críticos, entre ellos Trump, dicen que transformará el país sudamericano en una dictadura.
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Maduro “sueña con ser un dictador”, dijo Trump en una declaración el 17 de julio. “Estados Unidos no se quedará esperando mientras Venezuela se derrumba”.
Maduro, en tanto, llamó a Trump “emperador”.
El miércoles, el gobierno de Trump anunció sanciones contra 13 funcionarios del gobierno y militares ligados a Maduro. México, Colombia y Panamá respaldaron dichas sanciones.
Trump también amenazó con “acciones económicas fuertes y rápidas” si Maduro avanza con la votación. Funcionarios de alto rango del gobierno dijeron que “todas las opciones están sobre la mesa”, lo que significa que Trump podría prohibir el envío de cargamentos de petróleo a Estados Unidos. O que el petróleo de Estados Unidos vaya a Venezuela. O ambas cosas.
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Pero las sanciones al petróleo son una espada de doble filo: es una de las pocas opciones que tiene Trump para de verdad lastimar a Maduro. La única fuente de ingresos de Venezuela es el petróleo que se vende en el extranjero y uno de sus principales compradores es Estados Unidos. En abril, Estados Unidos representó cerca del 10% de las exportaciones petroleras de Venezuela.
“Si alguna vez reciben sanciones de Estados Unidos… eso los dejaría completamente incapacitados”, dijo Diego Ferro, agente de co-inversión en Greylock Capital, una firma que posee deuda venezolana.
Ahorcar la única fuente de ingresos del país, no obstante, expone a un empeoramiento de la crisis humanitaria en Venezuela. Millones de personas continúan sufriendo una extrema escasez de alimentos y medicinas en el país.
Otro riesgo: los precios del gas en Estados Unidos podrían subir. Venezuela envía petróleo barato a compañías energéticas estadounidenses, y las sanciones obligarían a comprar el producto en otra parte. Eso podría disparar los precios del gas.
“Nadie quiere ser el tipo que eleve los precios del gas, eso no es bueno para las personas electas”, dijo Russ Dallen, socio administrador en Caracas Capital, una firma de investigación estadounidense que no posee deuda venezolana.
Las sanciones estadounidenses también podrían envalentonar a la base de Maduro, llevándolos a duplicar sus duras tácticas contra la oposición.
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Venezuela es el tercer mayor exportador de petróleo a Estados Unidos en lo que va del año, detrás de Arabia Saudita y Canadá, de acuerdo con datos de la Oficina de Información sobre Energía de Estados Unidos. Sus exportaciones petroleras al país totalizaron 10.200 millones de dólares en el año que concluye en mayo, de acuerdo con Panjiva, una firma de investigación de comercio global.
Dados todos los riesgos, algunos dudan de que Trump en realidad avance en sanciones más amplias sobre el petróleo venezolano.
“Una vez que has aplicado una sanción, podrían haber consecuencias inesperadas”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Council of Americas, una asociación de negocios. “No estoy seguro de que avancen en las sanciones al sector energético”.
Funcionarios del gobierno de Trump dijeron que cualquier sanción posterior se anunciaría después de la votación el domingo.