(CNN) – Brasil abrió una gran franja de su región amazónica a la minería.
El gobierno abolió una reserva que se extiende por los norteños estados de Pará y Amapá, una decisión que abre esta enorme área a la exploración mineral y minería comercial.
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La reserva, que fue establecida en 1984, es enorme: cubre 46.619 kilómetros cuadrados, un área dos veces el tamaño de Nueva Jersey.
Brasil dijo que la extracción de minerales sólo se permitiría en áreas donde no hay controles de conservación o tierras indígenas. Un informe oficial de 2010 aseguró que hasta dos tercios de la reserva está sujeta a tales protecciones.
El gobierno, que anteriormente dijo que la región es rica en minerales, oro y hierro, enmarcó la decisión como un esfuerzo para traer nuevas inversiones y empleos a un país que recientemente emergió de la recesión más larga de su historia.
Brasil anunció en julio un plan para revitalizar su sector minero y aumentar su participación en la economía del 4% al 6%. La industria emplea a 200.000 personas en un país donde una cantidad récord de 14 millones está sin trabajo.
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El gobierno quiere impulsar más crecimiento, y ha anunciado planes para abrir el 10% de todas las áreas de selva protegida a la minería. La escala verdadera de la minería en el país es desconocida porque las operaciones mineras pequeñas e ilegales son difíciles de rastrear.
La eliminación de la reserva provocó una reacción inmediata de parte de activistas y grupos ambientalistas.
El político opositor Randolfe Rodrigues la calificó como “el mayor delito contra el bosque amazónico desde los años setenta”.
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World Wildlife Fund (WWF) Brasil advirtió que se daría una gran deforestación, junto con una pérdida de biodiversidad y recursos hídricos. Aseguró que incluso las áreas que permanecen bajo protección formal están en riesgo.
“Abrir estas áreas para la minería sin discutir las salvaguardias ambientales es una afrenta internacional social y ambiental”, dijo Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF Brasil.
“Una fiebre del oro en la región también causará daños irreversibles a las culturas locales”, añadió.