(CNNMoney) – Puerto Rico lleva años en crisis económica. Ahora enfrenta un posible desastre natural.
El gobernador de la isla Ricardo Rosselló declaró estado de emergencia antes del huracán María, que podría tocar tierra en la isla este miércoles.
Ya se encuentra en una profunda crisis por deudas de hace años potenciadas por malas administraciones, políticas de energía arcaicas y una economía en problemas.
El gobierno de Puerto Rico le debe 74.000 millones de dólares a los tenedores de bonos, unos 50.000 en obligaciones de pensiones a maestros y a casi todos los empleados del gobierno. En mayo se declaró en bancarrota, la más grande bancarrota municipal en la historia de EE.UU..
María, un huracán categoría 5, llega después de que el Fondo Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), declaró un estado de desastre para la isla tras el paso de Irma en los primeros días de este mes. FEMA no le dio una actualización de esta situación a CNN Money.
Mientras tanto, Puerto Rico se enfrenta a otro problema a largo plazo: muchos residentes se están yendo de la isla para Estados Unidos continental, dejando pocos trabajadores calificados para manejar el proceso de reconstrucción y desarrollo.
La población del territorio se redujo a 3,4 millones de residentes el año pasado de 3,8 millones en 2004. El desempleo persistentemente alto, junto con mejores oportunidades de empleo en EE.UU. continental, han empujado a los puertorriqueños a recoger sus maletas e irse, principalmente a Florida y Texas, de acuerdo con el Centro de Investigación Pew.
El ritmo está aumentando. En 2005, casi 47.000 puertorriqueños abandonaron la isla para ir al continente. El año pasado, 89.000, informa Pew. La economía de Puerto Rico ha estado en recesión desde 2006. Su tasa de desempleo en agosto fue de 10,1%, más del doble que la media nacional, según cifras del Departamento de Trabajo.
El gobierno de Puerto Rico ha tratado de atraer inversionistas y negocios a la isla para aumentar su base de impuestos. Ofrece incentivos tributarios importantes a los individuos ricos que tienen propiedades en la isla o comienzan un negocio. Su actual gobierno está tratando de reducir la burocracia para facilitar que los inversores compren la deuda puertorriqueña. También acordó someterse a una junta de supervisión financiera para ayudar a asegurar que comience a pagar sus deudas.