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Cinco lesiones escalofriantes de la historia reciente del deporte
01:16 - Fuente: CNN

(CNN) – Antes de Batman, Superman y el Capitán América existía otro superhéroe de músculos masivos, con el que todo niño soñaba en convertirse. Pero, como recientemente descubrió un hombre anciano, los bíceps abultados no siempre significan una fuerza excepcional.

Popeye “El Marino”, junto con su amor verdadero Olivia y su archienemigo Brutus, ha deslumbrado a las audiencias por generaciones. Durante casi 90 años, la característica física más reconocible de Popeye han sido sus impresionantes antebrazos, que el personaje atribuye al consumo de espinaca enlatada.

La distintiva y exagerada protuberancia muscular está tan relacionada con el héroe que incluso hay una condición médica, relativamente poco común, que lleva su nombre.

La señal de “Popeye” ocurre cuando uno de los tendones que conecta el bíceps con el hombro se desgarra, parcial o completamente, lo que produce un bulto visible del músculo debajo de la piel. Este miércoles, un caso clásico de dicha condición médica fue presentado en la revista The New England Journal of Medicine.

El doctor Naoki Yoshida, quien envió la fotografía a la publicación, aseguró que cuando vio por primera vez a su paciente se emocionó.

“Es exactamente igual a lo que yo había observado en los manuales”, señaló Yoshida, un joven cirujano ortopédico del Hospital General Shonan Kamakura, en Japón. “Lo sabía sin necesidad de tomar una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) o una radiografía”, insistió.

Sin embargo, aclaró, “la parte afectada en realidad era suave como una almohada, no un músculo duro como el de Popeye”.

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Una clínica que trata a las enfermedades derivadas de la artritis
03:02 - Fuente: CNN

Yoshida relató que el paciente, un hombre de 79 años, “intentó levantar una caja de cartón bastante liviana en su casa y sintió un dolor agudo” en su hombro. Cuando miró hacia bajo, inmediatamente vio el bulto en la parte superior de su brazo izquierdo.

Un hombre de 79 años exhibe el abultamiento característico de la condición médica conocida como signo de Popeye.

“Un examen físico reveló una deformidad obvia en la parte anterior del brazo medio-superior, que se hizo más pronunciada durante la flexión del codo”, cuando la articulación se dobla, escribió Yoshida en la revista. “La resonancia magnética del hombro mostró una ruptura completa de la cabeza larga del tendón del bíceps”, completó.

¿Es muy frecuente esta condición?

La doctora Elizabeth Maskin, una cirujana ortopédica del Hospital Brigham and Women’s en Boston, calcula que ve las señales de Popeye por lo menos una vez a la semana en su ocupada consulta de medicina deportiva.

“La mayoría de las personas vienen porque levantaron algo pesado y oyeron y sintieron un chasquido en la parte superior del brazo, además experimentan dolor en el bíceps”, explicó. “Pero lo que generalmente más les preocupa es que al día siguiente tienen bastantes moretones en esa área”.

Maskin, quien también es portavoz de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, indicó que hay dos cabezas en el tendón del bíceps braquial: la cabeza larga se rompe con mucha más frecuencia que la cabeza corta.

“El tendón del bíceps braquial es como una cuerda”, señaló. “Con el tiempo y con el uso, puedes deshilachar y desgastar la cuerda”, añadió.

Por eso no sorprende que las señales de Popeye aparezcan usualmente en personas mayores de 55 años, aunque algunos jugadores de tenis y golfistas pueden experimentar la ruptura del tendón del bíceps a una edad más temprana. Cuando esos atletas sienten dolor, añadió Maskin, a veces una ruptura “en realidad puede aliviar su dolor y pueden sentirse incluso mejor”. Debido a que el músculo bíceps está conectado al hombro por dos tendones, la pérdida de una conexión no suele dar lugar a una pérdida significativa de la fuerza.

“En algunas ocasiones, los pacientes necesitarán terapia física”, sostuvo, “pero cuando se recuperan entre cuatro y seis semanas, se sienten mucho mejor”.

Considerando la edad y las necesidades médicas de su paciente, Yoshida sugirió analgésicos. Los medicamentos funcionaron, y el dolor del hombre se disipó en cuestión de meses. Su brazo todavía se ve igual, pero él está bien con eso.

En las palabras inmortales de Popeye: “Yo soy lo que soy y eso es todo lo que soy”

Chie Kobayashi contribuyó a este informe.