(CNN) – La Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes dio a conocer el sábado un memorando demócrata en forma editada que busca refutar las acusaciones republicanas sobre abusos en la vigilancia realizada por el FBI
La comisión hizo público el memorando demócrata después de que la Casa Blanca firmara tras las negociaciones entre el FBI y el demócrata de mayor rango en la comisión, el representante de California Adam Schiff, sobre lo que debería ser redactado en el documento.
Más temprano este mes, la Casa Blanca objetó la publicación del memo, diciendo que material sensible debería ser removido primero.
El memorando del representante Adam Schiff de California, el principal demócrata de la comisión, fue escrito para refutar el memorando republicano publicado una semana antes, que acusa al FBI de suprimir los vínculos de los demócratas con un dossier de investigación de la oposición sobre Trump y Rusia.
Schiff y otros demócratas sostienen que el memorando republicano dirigido por el presidente de inteligencia de la Cámara, Devin Nunes de California, es engañoso y omite hechos clave, incluyendo que la aplicación de la ley FISA sí dijo que el exagente de inteligencia británico Christopher Steele, el autor del dossier, fue pagado por una entidad política.
El memo difundido este sábado defiende los roles tanto del FBI como del Departamento de Justicia – agencias que se han visto bajo el ataque de críticos republicanos, quiens también han buscado desacreditar la investigación del fiscal especial Robert Mueller – por la obtención de la orden FISA.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que nada en el memo demócrata contradice las afirmaciones de Trump de que ni él ni su campaña se coludieron con Rusia.
“Mientras que el memorando demócrata intenta socavar al presidente políticamente, el presidente apoyó su divulgación en interés de la transparencia”, dice el comunicado.
“Sin embargo, este documento políticamente motivado falla en responder preocupaciones serias del memorando de la mayoría (republicana) sobre el uso de una investigación opositora partidista de un candidato, llena de acusaciones no corroboradas, como base para solicitar a una corte la aprobación de la vigilancia de un exasociado de otro candidato, en la cima de la campaña presidencial”.