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Sigue aquí la edición 90 de los Oscar

(CNN) – Todo el mundo sabe que la mejor película no siempre gana el Oscar.En primer lugar, hay que tener en cuenta la naturaleza subjetiva de la evaluación del arte, que generalmente no se basa en criterios científicos sino en gustos personales.

Luego viene la naturaleza prudente de los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que tienden a favorecer películas seguras o sombrías sobre las comedias, películas de género y cualquier cosa atrevida (ver My Fair Lady sobre Dr. Strangelove, Forrest Gump sobre Pulp Fiction o Crash sobre Brokeback Mountain).

Sin embargo, para bien o para mal, las elecciones de los Oscar hacen historia en el cine, y estamos atrapados con ellas.

Aquí presentamos nuestra opinión sobre los 18 ganadores más recientes del Oscar a la mejor película, clasificados del peor al mejor. Algunas de estas películas ahora son ampliamente aclamadas como clásicas. Otras, creemos, estaban claramente sobrevaloradas. Todas ellas fueron al menos lo suficientemente buenas como para influir en los votantes del Oscar en ese momento.

Toma en cuenta que estas no son necesariamente las mejores películas de los últimos 16 años: “Crouching Tiger, Hidden Dragon”, “Sideways”, “There Will Be Blood”, “The Dark Knight” y varias películas de Pixar también serían parte del debate, pero estas son las mejores entre las mejores de los Oscar.

18. Crash (2005)

Este sobrio drama conjunto sobre las tensiones raciales en Los Ángeles, dirigido y coescrito por Paul Haggis, es sincero y ambicioso. Pero sus tramas entrelazadas dependen de coincidencias, y sus personajes parecen existir solo para hacer argumentos morales en respaldo a la gran “declaración” de Haggis sobre por qué la gente en Los Ángeles no se lleva bien. Algunos espectadores creen que los votantes de la Academia apoyaron la película porque se vieron a sí mismos en su creciente grupo de angelinos defectuosos. Crash no debería haber ganado el Oscar en lugar de Brokeback Mountain, una de las grandes historias de amor trágicas de nuestro tiempo.

17. A Beautiful Mind (2001)

Probablemente recuerdes la aduladora película biográfica de Ron Howard sobre John Nash, el brillante matemático, un personaje de la vida real cuya carrera casi se descarriló por su esquizofrenia paranoide. Cuenta con excelentes actuaciones de Russell Crowe y Jennifer Connelly, que ganó un Oscar a la mejor actriz de reparto. ¿Pero la verías de nuevo? De buen gusto, pero de fórmula: la película pasa por alto aspectos menos agradables de la vida de Nash. Y seamos honestos: es difícil hacer que las enfermedades mentales y las matemáticas sean convincentes en pantalla.

16. The Artist (2011)

Esta película silenciosa en blanco y negro es un homenaje encantador y afectuoso a los inicios de Hollywood. Tiene algunas secuencias de baile llenos de vida y un lindo perro que se roba la atención en las escenas. Pero más allá de la novedad de una película muda en la era IMAX, no hay mucho más.

15. The King’s Speech (2010)

La película de época de Tom Hooper es perfectamente respetable para agradar al público, con actuaciones memorables de Colin Firth como monarca tartamudo y Geoffrey Rush como el terapeuta del habla que lo cura. Es difícil no sentirse conmovido por el final triunfante que tanto le costó lograr. No obstante, la película se desinfla en comparación con la apasionante The Social Network de David Fincher, que arrasó los premios de la crítica ese año y es una película mucho más atrevida.

14. Chicago (2002)

Junto con Moulin Rouge el año anterior, Chicago ayudó a revivir la película musical en este nuevo milenio. La enérgica dirección de Rob Marshall y las actuaciones de actores de teatro no musicales (¡oigan, Richard Gere puede bailar tap dance!) hacen de esta producción un regalo para cualquiera que le gusten los espectáculos de Broadway. Pero la película no sirve para nada, y después de dejar de tararear sus melodías pegadizas, te das cuenta de que lo deslumbrante en ella funciona mejor en los ojos y oídos que en el corazón.

13. Birdman (2014)

Muchos espectadores quedaron impresionados por el ingenioso y cómico drama de Alejandro González Iñárritu sobre una estrella de cine de acción en su intento de volver a Broadway. Otros pensaban que era pretencioso y autoindulgente. Sea como fuere, es innegable la maestría en la valiente interpretación de Michael Keaton y en la cámara siempre inquisitiva de Iñárritu, que recorre las entrañas de un teatro de Nueva York en tomas largas e ininterrumpidas. “Birdman” es una fascinante exploración de la fama, la identidad y el frágil ego masculino, pero no es para todos.

12. Argo (2012)

El director Ben Affleck tomó un episodio poco conocido sobre un rescate audaz durante la crisis de rehenes de Irán y lo convirtió en una película que tenía un poco de todo: drama político, suspenso, risas y los malos peinados de los años setenta. Le quita algunos puntos que Affleck se haya elegido a sí mismo para actuar (es mejor director que actor) y algunas inexactitudes históricas (el grupo nunca corrió tanto peligro como la película quiere que creas). Sigue siendo una película emocionante que hace reír a expensas de Hollywood.

11. Gladiator (2000)

Los efectos especiales no han resistido el paso de los años (esos tigres se ven realmente falsos). Pero el director Ridley Scott y la estrella Russell Crowe, en su mejor versión carismática, elevan una simple historia de venganza en un espectáculo épico y enardecedor. “¿No los entretuvo?” (pregunta el personaje de Crowe)… Sí, lo consiguió.

10. Moonlight (2016)

La historia de madurez de Barry Jenkins sobre un joven negro empobrecido que lidia con su sexualidad, contada en tres capítulos distintos, es el tipo de retrato íntimo y silencioso que los Oscar suelen pasar por alto. Es una película poética y conmovedora sobre el deseo, la vergüenza y el miedo a revelar el verdadero yo, contada con compasión y explorando vidas marginadas que muy pocas veces vemos en la pantalla grande.

9. The Departed (2006)

Sí, es Scorsese de segunda categoría. Y su victoria en el Oscar fue probablemente una decisión de reivindicación para algunos momentos, como cuando Dances With Wolves le ganó a Goodfellas, cuando Scorsese fue desairado injustamente. Pero esta sigue siendo una película muy emocionante, altamente visible, dirigida por un elenco de pesos pesados (DiCaprio, Damon, Wahlberg, Sheen) y lo que puede ser el último gran papel de Jack Nicholson. Sus enfrentamientos entre policías encubiertos y gángsters, ninguno de ellos digno de confianza, crepitan con la tensión.

7. Slumdog Millionaire (2008)

Desde sus exóticos escenarios indios hasta sus ingeniosos encuadres, el drama de fantasía y romance de Danny Boyle es una de las mejores y más originales películas ganadoras. Claro, algunas de las actuaciones son  poco logradas. Pero el colorido y cinético estilo visual de Boyle se ajusta al bullicioso escenario de Mumbai, y el director de alguna manera equilibra el lado oscuro de la historia (tortura policial, prostitución infantil) con momentos más soleados (un número de baile Bollywood de crédito cerrado) y sin disminuir el golpe emocional de ninguno. Slumdog Millionaire tiene un espíritu irreprimible e irresistible.

6. Spotlight (2015)

Todos los hombres del presidente, hazte a un lado. Ver a reporteros de investigación arruinados tocando puertas y revisando documentos no suena a un tipo de cine fascinante. Pero el drama de Tom McCarthy sobre la investigación del Boston Globe sobre el abuso sexual generalizado por parte de sacerdotes católicos y su encubrimiento por parte de la Arquidiócesis de Boston está tan bien elaborado y sólido que parece un thriller. Magníficamente interpretado por su elenco, especialmente Mark Ruffalo y Rachel McAdams, Spotlight toca una apasionante historia de la vida real mientras exalta las virtudes pasadas de moda del periodismo cívico.

5. Million Dollar Baby (2004)

El sombrío y antiguo drama de boxeo de Clint Eastwood te ciega emocionalmente. Con el final más triste de cualquier película en esta lista, no es de las que realmente quieras ver dos veces. Pero durante la mayor parte de su duración, la historia de una boxeadora joven y decidida que se une a su entrenador viejo, atormentado y renuente es enormemente satisfactorio. Eastwood, la mejor actriz Hilary Swank y el mejor actor de reparto Morgan Freeman merecieron todos sus oscar.

4. The Hurt Locker (2009)

Avatar fue la superproducción de 2009, pero fue superada en los Oscar por este drama poco visto sobre un escuadrón de eliminación de bombas durante la Guerra de Iraq. La directora Kathryn Bigelow alistó una narración visceral en torno a algunas escenas insoportablemente tensas de soldados —mayormente de Jeremy Renner, en una actuación estelar— desactivando bombas que podrían volarlos en pedazos en cualquier momento. Algunos veteranos se han quejado de inexactitudes técnicas, pero la película de Bigelow sigue siendo posiblemente la representación más convincente de una guerra compleja y polémica.

3. 12 years a Slave (2013)

El relato inquebrantable de Steve McQueen sobre las memorias de secuestro y esclavitud de Solomon Northrup no es solo una visión crucial para cualquiera que desee comprender mejor un capítulo vergonzoso de la historia de Estados Unidos. También es una gran película. La estrella Chiwetel Ejiofor transmite tanto fuerza interior como sufrimiento profundo a veces simplemente a través de sus ojos heridos, mientras que Lupita Nyong’o es desgarradora como una esclava brutalizada por un sádico propietario de una plantación. No es fácil quedarse sentado durante toda la película; la escena en la que un Solomon medio ahorcado debe revolcarse de puntillas para evitar la muerte es especialmente angustiosa, pero su final recompensa con una profunda catarsis emocional a quienes lo ven.

2. The Lord of the Rings: The Return of the King (2003)

Sabemos que hay multitudes de cinéfilos que no diferencian un Orco de un Ent y creen que las historias de fantasía son puras tonterías. Y sí, las películas sobredimensionadas del Hobbit amargaron a algunos espectadores por la visión exhaustiva que Peter Jackson tiene del universo de J.R.R. Tolkien. Pero la extensa trilogía de El señor de los anillos de Jackson, impulsada por magníficas vistas de Nueva Zelanda y efectos especiales de vanguardia, es un triunfo. A pesar de las muchas escenas de batalla épicas, Jackson nunca pierde de vista las emociones humanas en el corazón de su historia. Como la primera película de fantasía en ganar la mejor película, Return of the King es un hito cinematográfico y el estándar contra el que se juzgan todas las demás películas de fantasía. (Sin embargo, es demasiado larga).

1. No Country for Old Men (2007)

Los hermanos Coen dejaron de lado sus peculiaridades visuales, y la mayor parte de su extraño humor, para hacer esta fascinante adaptación de la novela neowestern de Cormac McCarthy. No es una película perfecta: el personaje principal muere fuera de pantalla, y el final se siente anticlimático, pero sus mejores escenas están llenas de poesía visual y temor a fuego lento. Josh Brolin es una revelación como Llewelyn Moss, un hombre ordinario que se cruza con el peligro tras quedarse con una maleta llena de 2 millones de dólares en dinero de drogas, mientras que Anton Chigurh (Javier Bardem), en un extraño corte de pelo, es el villano de la película más imborrable desde Hannibal Lecter. Las escenas de gato y ratón de Chigurh, siguiendo a Moss en el sur de Texas, son casi insoportablemente llenas de suspenso. En parte thriller, en parte tragedia existencial, No Country for Old Men es un clásico moderno y la mejor película de los Coen.