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Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(CNN Español) – A mi juicio, el mayor perjuicio que causará la presidencia de Donald Trump es la guerra comercial desatada por su proteccionismo. Esto tendrá consecuencias desastrosas para Estados Unidos y para el mundo.

El último episodio, a poco más del año de haber iniciado su mandato, ha sido imponer unos aranceles de importación del 25% al acero y el 10% al aluminio.

Pero el primer acto notable de su gobierno, tan pronto comenzó a gobernar, fue abandonar el Acuerdo Transpacífico, un grupo de naciones que constituiría uno de los mayores circuitos comerciales del mundo.

Probablemente, Trump es víctima de la ignorancia.

No sabe que el presidente republicano Herbert Hoover, durante su campaña de 1928 prometió subir las tarifas de los productos agrícolas.

Ganó las elecciones y, con su mayoría de legisladores, en 1930 impuso los aranceles descritos en el Smoot-Hawley Tariff Bill, provocando represalias de otros países y desatando una guerra comercial que redujo sustancialmente las transacciones y agravó notablemente la Gran Depresión.

Trump tampoco sabe que la balanza comercial no es un buen indicador de la economía, como dicen la economista Gabriela Calderón, asociada al Cato Institute, y su colega Daniel Ikenson.

Durante varias décadas la balanza comercial de Estados Unidos ha sido negativa, lo que no le ha impedido al país continuar siendo una de las primeras economías del planeta y mantener bajo el desempleo.

Mientras tanto, Venezuela, el país más hundido de América Latina, tuvo un superávit del 7,4% durante el periodo 2000 al 2015, frente a Panamá, uno de los países de más vigoroso crecimiento, tuvo un déficit del 6.6%, de acuerdo con cifras de la citada economista Gabriela Calderón.

Por último, Trump parece no entender las responsabilidades de ser la cabeza del mundo democrático y está dispuesto a reñir con la Unión Europea y América Latina por pesos y centavos. Peligrosísimo.