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02:01 - Fuente: CNN

(CNN Español) – Después de 52 años de conflicto, la exguerilla de las FARC, ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (con las mismas siglas), debutó en el campo electoral este domingo en las elecciones legisltativas de Colombia.

El histórico cambio fue producto del acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla en 2016 en La Habana.

La FARC presentó 23 candidatos en total para Cámara y Senado y obtuvo 52.532 votos en Senado y 32.636 votos en Cámara. Ninguna de las dos votaciones le alcanza para una curul. Sin embargo, según lo acordado en el acuerdo de paz de La Habana, tendrá 5 escaños en Senado y 5 en Cámara.

Para el consultor político Andrés Mejía Vergnaud, se podría decir que la FARC perdió por lo bajo de su votación, pero el hecho de que participaran en las elecciones y votaran, algunos por primera vez, es una ganancia.

“Uno podría decir que perdió en el sentido en que su votación fue más baja de lo que se esperaba, aún cuando las expectativas era bajas. No se esperaba, mucho pero las votaciones de sus listas fueron bastante bajas y me llama la atención que hayan sido bajas en particular en las zonas donde tuvieron influencia histórica, como en Caquetá y el oriente del país”, afirma Mejía Vergnaud.

En esas zonas mencionadas por el analista se impuso la votación por el Partido Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que este domingo obtuvo la mayor votación para un senador en la historia.

Mejía Vergnaud dice que la victoria de la FARC en la jornada electoral consistió en el hecho de participar. Imágenes como la del excomandante de la guerrilla Iván Márquez votando reflejan el cambio y el entusiasmo del grupo por participar en la democracia.

Pablo Catatumbo, candidato al Senado en circunscripción especial por parte de la FARC, publicó este tuit explicando cómo se sentía conmovido, pues en 64 años era la primera vez que votaba.

Para el el analista colombiano Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación, la entrada de la FARC a la política estuvo incompleta.

“Los sacaron de la plaza pública, no tenían plata, no tuvieron cuñas radiales. Además, la cercanía entre la dejación de armas y la jornada electoral no los benefició. Todavía les tienen odio”, afirma.

“Pero hay algo positivo también, es que ese cuento de que Santos le regaló el país a las FARC, que habían lavado todo el dinero y que iban a comprar medio país se notó que era cuento”, añade Ávila refiriéndose a una de las críticas más sonadas al acuerdo de paz.

Gran parte de la población rechazó la participación política de las FARC que fue acordada en los diálogos de La Habana, afirmando que tomarían sus dineros del narcotráfico para comprar votos, en especial en las regiones donde tuvieron influencia.

Ávila resalta lo pacífico de la jornada. “Apenas 6 municipios fueron afectados por problemas de orden público”, dice citando datos de la Misión de Observación Electoral, “en 2006 era unos 400 o 380” municipios afectados.

¿Por qué la FARC no obtuvo una mayor votación en las zonas donde hasta hace poco operaban?

“No saben hace política ni pueden competir con los viejos caciques regionales, por ejemplo, del Caquetá. Es gente que lleva 50 años en esto”, explica Ávila.

El analista añade que también hay mucha gente decepcionada con el proceso de paz, y que eso pudo cambiar su voto.

“Los campesinos esperaban vías, proyectos productivos, y nada. Además, la Registraduría no hizo estrategia para movilizar el voto rural. En Curillo, Caquetá, conozco gente que tuvo que viajar por horas para poder votar”, explica.

“Es que las FARC entraron a la política sin saber. Es como si la clase política se metiera a la guerra. Las FARC ganarían”, finaliza.