Berlín (CNN) – La inmigración puede ser un tema “decisivo” para la Unión Europea, alertó este jueves la canciller de Alemania, Angela Merkel, en un ferviente discurso antes de una crucial cumbre europea en Bruselas.
Merkel presionó al Parlamento alemán para que respaldara una política de asilo e inmigración dura pero humana en la Unión Europea, alertando que si Alemania no la apoya, los temas migratorios podrían definir el destino de Europa.
El punto crucial llega en un momento en que Europa ya está lidiando con una crisis de deuda persistente, el aumento del populismo en Europa, la escalada de una guerra comercial con Estados Unidos, dudas sobre el compromiso de Washington con la OTAN, y unas vacilantes negociaciones del Brexit.
Los líderes europeos están en Bruselas este jueves y viernes para una cumbre del Consejo Europeo que se suponía debía enfocarse en el Brexit. En cambio, con poco progreso en ese frente y desacuerdos de alto perfil sobre el destino de los inmigrantes que son rescatados en el mar, la inmigración ha pasado a primer plano.
En un impresionante llamado a su propio Parlamento a favor de la solidaridad europea, Merkel desmontó algunos de los problemas más polémicos que enfrentaban a los miembros de la Unión Europea.
“Aquellos que vienen a Europa no pueden elegir en qué país de la Unión Europea quieren buscar asilo”, dijo Merkel. “Segundo, no podemos dejar que esos países a donde llegan los que buscan asilo lidien con este problema solos”.
“Si no tenemos un acuerdo con los 28 estados miembros de la Unión Europea, entonces necesitaremos considerar una coalición de quienes estamos dispuestos a una política migratoria. Necesitamos encontrar mejores soluciones”, añadió Merkel.
Macron pide que haya una solución Europea
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se hizo eco del mensaje de cooperación que hizo Merkel al llegar a la cumbre de Bruselas.
“El tema no es nuevo ahora”, dijo Macron. “Ha sido un tema vivo en Europa desde 2015. Hay una alternativa que quiero proponer hoy: ¿quieren una solución nacional o una solución europea, que es corporativa?”.
Entre tanto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, urgió a los líderes europeos para que se enfoquen en la frontera externa del bloque, incluyendo una propuesta de las llamadas “plataformas regionales de desembarco” fuera de Europa para ayudar a detener el flujo de inmigrantes que intentan cruces marítimos peligrosos.
La cooperación de Europa con terceros ya ha ayudado a reducir el flujo inmigratorio en un 96% desde 2015, según Tusk.
“La alternativa a esta solución sería un cierre caótico de las fronteras, también dentro la Unión Europea, así como conflictos crecientes entre los estados miembros de la Unión Europea“, dijo Tusk.
“Algunos pueden pensar que soy muy duro en mis propuestas sobre inmigración. Pero créanme, si no llegamos a un acuerdo con esto, luego verán propuestas realmente duras de tipos realmente duros”, agregó.
Uno de los que han tomado un enfoque de línea dura sobre la inmigración es el primer ministro de Hungría, Viktor Orban. “La invasión debe ser detenida. Y parar la invasión significa tener un fuerte control fronterizo, y lo tenemos”, dijo al llegar a Bruselas.
Orban, que también se opone al sistema de cuotas para distribuir a los inmigrantes en todos los países de la Unión Europea, dijo que el bloque debe aprobar “lo que la gente realmente pida” sobre el tema inmigratorio, con el fin de restaurar la democracia europea.
El Parlamento húngaro aprobó una ley la semana pasada que criminaliza la ayuda a los inmigrantes indocumentados, incluso a quienes buscan asilo.
Merkel: un nuevo caminio
Más temprano en Berlín, Merkel habló contra los estados que actúan de manera unilateral en temas de inmigración, insistiendo en que Europa necesita permanecer fiel a sus valores multilaterales. Es un enfoque que puede ser visto como el polo opuesto al mensaje del presidente Donald Trump de “Estados Unidos primero”.
“Mi máxima es: no unilateral, no sin consentimiento, pero con el consentimiento de los estados socios”, dijo Merkel. “Que es precisamente lo que hemos estado discutiendo en las últimas semanas. Y sobre lo que estaré hablando cuando regrese. No seré perfecta, pero este es el inicio de un nuevo camino”.
La canciller alemana argumentó que la llamada política de inmigración abierta de Alemania en 2015 —cuando más de un millón de inmigrantes ingresaron al país— fue un evento excepcional y una decisión que Alemania no tomó por sí misma.
“Nuestra decisión de abrir las puertas a los refugiados en 2015 no fue unilateral. Actuamos para ayudar a Austria y a Hungría”, dijo ella.
Merkel también señaló que el número de personas que buscan asilo al llegar a Europa cayó dramáticamente y que ahora era tiempo para Europa para regresar a la política de inmigración que tenía antes de 2015.
Alemania presionaría para fortalecer las fronteras externas de Europa y para buscar acuerdos con países africanos “similares al acuerdo alcanzado con Turquía” sobre el regreso de los solicitantes de asilo rechazados, dijo.
Merkel admitió que su ministro del Interior, Horst Seehofer, estaba en lo correcto al impulsar un plan para reducir la inmigración irregular y que los casos de criminales de alto perfil que involucraban a personas que buscan asilo mostró la necesidad de deportaciones más duras.
“Aún no estamos donde queremos estar”, dijo ella.
Seehofer —cuyos desacuerdos con Merkel sobre la política inmigratoria amenazaron con hacer caer su Gobierno a principio de este mes— no estuvo presente en el discurso. Una portavoz del Ministerio del Interior alemán le dijo a CNN que “tenía otras citas de las cuales ocuparse”.
Al dar este discurso antes y no después de la cumbre, Merkel espera haber cortado las alas de sus críticos de línea dura como Seehofer.
– Sebastian Shukla y Lorenzo D’Agostino de CNN contribuyeron con este reporte.