(CNN) – Los 12 miembros de un equipo de fútbol juvenil y su entrenador que pasaron más de dos semanas atrapados bajo tierra en una red de cuevas inundadas en el norte de Tailandia han sido dados de alta del hospital.
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Los chicos hicieron su primera aparición pública desde la dura prueba en una conferencia de prensa especialmente organizada, antes de regresar a casa con sus familias el miércoles por la tarde.
Los 12 jugadores y su entrenador han estado bajo estricta supervisión en el hospital Chiang Rai Prachanukroh, cerca de la frontera con Myanmar, desde que fueron rescatados de la cueva el 10 de julio.
Vestidos con camisetas del equipo, los chicos y su entrenador parecían felices y relajados mientras ocupaban su lugar en un escenario junto a sus doctores.
Los muchachos, todos miembros del equipo de fútbol juvenil Wild Boars, se presentaron a los medios, compartieron sus apodos y le dijeron al público en qué posición jugaban en el equipo. Sentados junto a ellos estaban los SEALs de la marina tailandesa que se quedaron dentro de la cueva una vez que los encontraron.
Ardoon Sam-aon, el niño que respondió en inglés al primer buzo británico que los encontró, compartió la historia del momento en que se dieron cuenta de que la ayuda finalmente estaba llegando.
Pensó que era por la tarde, aunque no podía estar seguro. El grupo estaba cavando dentro de la cueva, buscando posibles salidas, cuando creyó escuchar las voces de la gente hablando.
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Su entrenador, Ekkapol Ake Chanthawong, le dijo al grupo que se mantuviera callado. Fue en ese momento que se dieron cuenta de que era gente real.
Cuando los buzos salieron a la superficie, Ardoon dijo que estaba tan conmocionado que todo lo que podía decir era “hola”.
Los chicos dijeron que entraron a la cueva porque nunca habían estado allí y que querían saber qué había dentro.
Las autoridades dijeron que los miembros de los medios enviaron más de 100 preguntas, aunque solo se seleccionaron unas pocas.
La dramática misión captó la atención del mundo, con jefes de Estado, celebridades e incluso estrellas de fútbol en la Copa del Mundo en Rusia enviando buenos deseos y mensajes de esperanza a los niños y al equipo de buzos y expertos en rescate.
Los muchachos desaparecieron el 23 de junio después de ingresar a la extensa red de cuevas de Tham Luang a través de una pequeña entrada que pronto se vio inundada por las lluvias monzónicas estacionales.
Los amigos dijeron que conocían los peligros y que las cuevas se consideraban fuera de los límites en esta época del año.
Fueron encontrados casi dos semanas después de desaparecer, habiendo sobrevivido bebiendo el agua que goteaba del techo de las cuevas que se filtra naturalmente.
Pero un final feliz estaba lejos de estar asegurado. El aumento de las aguas y la caída en picado de los niveles de oxígeno convencieron a los rescatistas de que era necesario hacer algo más temprano que tarde, a pesar de que los expertos buzos dijeron que la cueva presentaba algunas de las condiciones más duras que jamás hayan enfrentado.