(CNN) – Rick Gates, testigo clave de la fiscalía en el juicio por fraude e impuestos del expresidente de la campaña de Donald Trump, Paul Manafort, testificó el lunes que había cometido crímenes junto y bajo la dirección de su excolega, y también dijo que también le había robado al propio Manafort.
En un asombroso testimonio en el juicio contra Manafort por cargos de fraude y evasión de impuestos, Gates declaró que él y Manafort tenían 15 cuentas en el extranjero que no informaron al gobierno federal, y sabían que era ilegal. Gates dijo que no presentó los formularios requeridos “bajo directriz del Sr. Manafort”.
Luego, Gates admitió que actuó contra Manafort, que lo engañó con “varios cientos de miles” de dólares al presentar falsos informes de gastos que fueron pagados de algunas de las cuentas bancarias extranjeras no reveladas en Chipre.
El testimonio de Gates, un exasesor de Donald Trump, se produce después de llegar a un acuerdo con el fiscal especial Robert Mueller a principios de este año para testificar contra su exsocio en una lucrativa firma de consultoría política internacional.
Manafort miró directamente a Gates mientras leía en voz alta los detalles de su declaración de culpabilidad, que podría significarle a Gates una sentencia reducida.
Gates no hizo contacto visual con Manafort cuando se subió al estrado con una corbata amarilla y un traje azul marino.
Los fiscales alegan que Manafort financió un estilo de vida lujoso de costosas residencias y armarios extravagantes mediante el uso de millones de dólares en ganancias que ocultó a las autoridades fiscales y que luego recurrió al fraude bancario cuando sus ingresos comenzaron a agotarse. Manafort se declaró inocente de todos los cargos.