(CNN Español) – Colombia perdió esta semana a uno de los reducidos osos andinos que le quedan. Un macho de esta especie, también conocida como osos de antojos, fue asesinado por un indígena que lo cazó con el objetivo de consumir su carne. Y el caso tiene consternadas a las autoridades del país.
Este martes, el ministro de Ambiente Ricardo Lozano aseguró que la muerte de este oso es “inadmisible” y pidió incrementar las penas para este tipo de delitos. “Rechazo y elevo mi voz como autoridad ambiental ante el cruel delito cometido contra otro oso de anteojos en las inmediaciones de Saravena (Arauca), cuyo hábitat era el Parque Nacional El Cocuy”, sostuvo.
La Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia) informó que los hechos ocurrieron alrededor de este domingo en el municipio de Saravena, Arauca, al oriente del país. Según el relato de la entidad, restos del animal –que fue desmembrado– se hallaron en la vivienda de un miembro de una comunidad indígena, quien reconoció que lo había cazado y relató los hechos. “Este es un delito de gran magnitud que va en contra de la armonía con los recursos naturales, exigimos el respeto, cuidado y conservación por la fauna silvestre de la jurisdicción”, sostuvo la directora general de Corporinoquia Martha Plazas.
Este miércoles, miembros de Corporinoquia se reunieron con el presidente de la Asociación de Cabildos y Autoridades Tradicionales de Arauca para evaluar las acciones que se tomarían contra el individuo que cazó al oso. Como el responsable pertenece a una comunidad indígena debe ser la jurisdicción especial de ellos quien lo juzgue según sus propios procedimientos, usos y costumbres, no la justicia ordinaria, ya que esto hace parte de la autonomía reconocida a las comunidades indígenas.
En ese sentido, Corporinoquia resaltó que continuará con las medidas de acercamiento a las autoridades indígenas de Saravena, “con las que se han venido debatiendo sobre la consolidación de estrategias que permitan la formulación de una agenda ambiental indígena”. En otras palabras, continuar y fortalecer las acciones de educación ambiental en la zona.
La directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Julia Miranda, también manifestó su rechazo a la caza del oso y pidió que se investigaran los hechos para identificar a los responsable, pues según ella el crimen se produjo con enorme crueldad y sin justificación. “Parques Nacionales Naturales, todos los funcionarios y la comunidad con la que trabajamos por la conservación rechazamos enérgicamente el asesinato de un oso de anteojos en Arauca, un mamífero emblemático de Colombia y la región Andina y que tiene en el páramo una función fundamental de protección de otros animales y de la flora”, aseguró.
De hecho, destacó que estos osos han sido asesinados en ocasiones anteriores, a pesar de que, como aclaró, ellos no representan una amenaza y no atacan. Durante marzo del año pasado, en el departamento de Cundinamarca, otro oso andino fue hallado sin vida como consecuencia de disparos en su vientre.
El único oso nativo de Sudamérica… en peligro de extinción
Julia Miranda explicó que el oso andino está en vía de extinción: “Se reproduce muy lentamente, cada hembra tiene dos oseznos y su periodo de gestación es largo. Hemos fraccionado el hábitat de este animal que necesita grandes extensiones de páramo y bosque andino para su supervivencia, entonces lo que tenemos que hacer es generar esquemas de convivencia con el oso”. En ese sentido, señaló que los humanos deben entender que no es peligroso, “no ataca, no se come los animales domésticos”.
Este oso de anteojos es el único nativo de Sudamérica y la necesidad de protegerlo se debe a que su supervivencia resulta fundamental para los ecosistemas y la dispersión de semillas. Según, el Ministerio de Ambiente, también transforma el bosque en el que vive, pues al derribar arbustos y ramas para conseguir su alimento, posibilita la renovación del lugar.
Aunque se encuentra a lo largo de la cordillera de los Andes –de ahí su nombre–, desde Venezuela hasta Bolivia, pasando por Ecuador, Perú y Colombia, en este último país se encuentra en riesgo “principalmente por la desaparición de sus hábitats, fenómeno que ha venido causando la especie humana”. Incluso, es una especie que tiende a cohabitar con los humanos, lo que lleva a ocasionar conflictos con las personas.