CNNE 556833 - el legado de john mccain
La trayectoria política de John McCain
03:20 - Fuente: CNN

(CNN) – “A mis compatriotas estadounidenses, a quienes he servido agradecido durante sesenta años, y en especial a mis conciudadanos de Arizona:

“Gracias por el privilegio de servirlos y por la gratificante vida de servicio militar y en cargos públicos que me permitieron llevar. He intentado servir honorablemente a nuestro país. Cometí algunos errores, pero espero que mi amor por EE.UU. Unidos sea sopesado favorablemente en comparación.

“He mencionado a menudo que soy la persona más afortunada del planeta. Me siento así incluso ahora cuando me preparo para el fin de mi vida. Amo mi vida en su totalidad. He tenido experiencias, aventuras y amistades suficientes para diez vidas satisfactorias y estoy muy agradecido. Como muchas personas, tengo remordimientos. Pero no cambiaría ni un día de mi vida, en los buenos y los malos tiempos, por el mejor día de la vida de alguien más.

“Le debo esa satisfacción al amor de mi familia. Ningún hombre ha tenido una mujer más cariñosa ni hijos de los que esté más orgulloso que yo de los míos. Se lo debo a EE.UU.. Estar relacionado con las causas estadounidenses –la libertad, la igualdad ante la justicia, el respeto por la dignidad de todas las personas– genera una felicidad más sublime que los placeres pasajeros de la vida. Nuestras identidades y nuestro sentido del mérito no se restringen, sino que se ensanchan con el servicio a buenas causas más grandes que nosotros.

“‘Compatriotas estadounidenses’, esta asociación ha significado para mí más que cualquier otra. Vivo y muero orgulloso de ser estadounidense. Somos ciudadanos de la república más grandiosa del mundo: una nación de ideales, no de sangre y tierra. Somos bendecidos y somos una bendición para la humanidad cuando defendemos y promovemos esos ideales en nuestra nación y en el mundo. Hemos ayudado a liberar más pueblos de la tiranía y la pobreza que nunca antes en la historia. Hemos adquirido gran riqueza y poder entretanto.

“Debilitamos nuestra grandeza cuando confundimos nuestro patriotismo con rivalidades tribales que han sembrado resentimiento y odio y violencia en todos los rincones del mundo. La debilitamos cuando nos escondemos detrás de muros, en lugar de derribarlos, cuando dudamos del poder de nuestros ideales en lugar de confiar en ellos y en que son la gran fuerza de cambio que siempre han sido.

“Somos trescientos veinticinco millones de individuos obstinados y vociferantes. Discutimos y competimos, a veces nos vilipendiamos entre nosotros en nuestros estridentes debates públicos. Pero siempre hemos tenido más en común el uno con el otro que desacuerdos. Si solo recordásemos y nos diéramos el uno al otro el beneficio de la presunción de que todos amamos a nuestro país, sería más fácil atravesar estos exigentes tiempos. Siempre lo hacemos.

“Diez años atrás, tuve el privilegio de conceder la victoria en la elección para presidente. Quiero cerrar mi despedida con la sincera fe en los estadounidenses que sentí tan poderosamente esa noche. Todavía la siento potentemente.

“No se desesperen por nuestras dificultades presentes. En su lugar crean siempre en la promesa y la grandeza de EE.UU., porque nada es inevitable aquí. Los estadounidenses no se dan por vencidos. Nunca nos rendimos. Hacemos historia.

“Adiós, compatriotas. Dios los bendiga y Dios bendiga a EE.UU..”