(CNN Español) – Sólo en la última semana de agosto se registraron linchamientos en dos estados de México, uno en Hidalgo (donde murieron un hombre y una mujer) y otro en Puebla (en el que dos campesinos perdieron la vida). Este lunes, la Policía de Ciudad de México rescató a un hombre que fue golpeado por un grupo de personas, quien también acabó muriendo.
Estas tres historias, y otras muchas que están ocurriendo en las últimas semanas en México, tienen un componente común: todas las personas linchadas fueron acusadas por la multitud de robar a niños. Y, en todos los casos, el origen de esta creencia estaba en mensajes con rumores sobre presuntos robos de menores que se compartieron en redes sociales.
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También en los tres casos los gobiernos competentes aseguraron que eran falsas las alertas creadas por supuestos robos de niños.
Linchamientos y medios sociales
Estos no son, ni mucho menos, los primeros casos de linchamientos en el país, que los conoce desde hace décadas.
Los casos ocurridos en los últimos seis años tienen, sin embargo, una característica diferente si se comparan con los que podría haber hace décadas: la difusión de mensajes a través de medios sociales, especialmente aplicaciones como WhatsApp, tal y como explicó a CNN en Español la doctora en Antropología por la Universidad Autónoma Metropolitana de México Elisa Godinez, que lleva años monitorizando y estudiando estos sucesos.
De hecho, la situación en México tiende a parecerse a algunos sucesos vistos al otro lado del océano: India, donde ya ha ocurrido en varias ocasiones que multitudes de vecinos enfurecidos acabaron con la vida de personas solo porque creían, en base a mensajes recibidos a través de aplicaciones de mensajería, que iban a robar a niños de la localidad.
Esta experta explica que no es que ahora haya linchamientos por las redes sociales, pero sí que son un factor que se suma a la problemática y que, además, está llegando a niveles nunca vistos. “Es la primera vez que el rumor alcanza estas proporciones”, comentó en relación a los últimos casos conocidos, que se dieron “con una dimensión nacional”. Con todo, explicó que, al ser un fenómeno relativamente nuevo, aún necesita de más investigación tanto académica como por parte de las autoridades.
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Tal es la magnitud de los mensajes que se difunden por estos medios sociales que son varios los estados que han emitido alertas asegurando que es falso que se estén robando niños en esas zonas. Además, instan a los ciudadanos a acudir a las autoridades para contrastar la información antes de compartirla. “Se trata de un fenómeno de desinformación a nivel nacional”, dijo la Fiscalía General de Puebla el 30 de agosto.
Eso sí, la experta indicó que, pese a que las redes están jugando un papel importante en “la generación de pánico o sicosis colectiva”, los linchamientos en México son una problemática mayor. “La causa profunda no se halla en la difusión electrónica noticias falsas”, aseguró, y abogó por, además de condenar estas acciones, “preocuparse por ver” los contextos en los que suceden. “No justifica, pero hay que entenderlo”, dijo en referencia a que la mayor parte de los linchamientos ocurren dentro de comunidades donde hay más pobreza o menos alfabetización.
Por ello, la experta indicó que lo necesario es que las autoridades hagan un trabajo inmediato para “desactivar los rumores” en las redes sociales. Además, también criticó la labor de las autoridades que, además de no generar confianza a los ciudadanos (y, por lo tanto, estos se tomen la justicia por su mano), “no acuden después de un linchamiento”. Bajo su punto de vista, si el Gobierno se hiciera presente en estos lugares para “llevar a cabo un diagnóstico o implementar programas de prevención y pedagogía”, el número de linchamientos descendería.
“La justicia por propia mano no es justicia, es barbarie”
En general, los estudiosos del tema llevan años diciendo exactamente lo mismo: “La crisis de autoridad es la causa más profunda de la violencia social y la indignación moral”, escribió en un artículo académico de 2012 Raúl Rodríguez, profesor-investigador del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UNAM).
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La Comisión Nacional de Derechos Humanos, en una nota de prensa el 1 de septiembre tras los linchamientos en Hidalgo y Puebla, recordó que eran culpables tanto quienes habían ejercido la violencia como “las autoridades que no lograron evitar que se privara de la vida a personas”.
“En tanto el Estado no cumpla con sus obligaciones de abatir la impunidad y brinde condiciones mínimas de seguridad a la sociedad, la desconfianza en las instituciones y la desesperación de las personas por obtener justicia, dejará abierta la puerta para que se presenten nuevos casos de justicia por propia mano”, alertó la CNDH.
Otro problema que se suma es la falta de datos oficiales al respecto, según indicó Godinez, que señaló que cada institución lleva unos cálculos diferentes. Según la CNDH, en lo que va de 2018 (hasta el 1 de septiembre), se contabilizaron al menos 25 asesinatos por linchamiento y otros 40 intentos. Por ello, la CNDH indicó que, “ante la recurrencia de los casos en que se ejerce justicia por la propia mano”, elaborará un informe sobre esta problemática “enfatizando que la justicia por propia mano no es justicia, sino barbarie”.
CNN en Español se puso en contacto tanto con la Procuraduría General de la República tanto con el Gobierno federal por teléfono y correo electrónico para obtener comentario sobre estos hechos y opiniones, sin haber recibido respuesta a esta hora.