(CNN) – Ha sido anunciada como una visión del futuro. Una inversión en infraestructura de 10.750 millones de dólares que conecta a Hong Kong con la red ferroviaria de alta velocidad de China.
La estación de West Kowloon, que se inauguró el domingo, servirá como terminal subterránea para 80.100 pasajeros diarios. Un enlace ferroviario que promete reducir el tiempo de viaje de dos horas entre Hong Kong y la ciudad china de Guangzhou a unos 47 minutos.
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Pero el deslumbrante desarrollo en forma de ola ha demostrado ser controvertido. Un futuro que algunos en Hong Kong no querían ni pedían.
Los críticos cuestionaron el costo del proyecto: la estación de aproximadamente 400.000 metros cuadrados y la sección de Hong Kong de Express Rail Link tiene un costo 30% superior al presupuesto estimado. También señalaron que la ciudad ya tiene conexiones ferroviarias regulares con China continental.
Pero un punto conflictivo más grande y polémico han sido sus puntos de control migratorio conjunto.
Aunque es parte de China, Hong Kong está separada por una frontera fija y se rige por un marco legal separado que le otorga libertades políticas y legales que no están disponibles en el continente.
Este “tren de Troya”, como lo expresó un comentarista político, irá directo al corazón de la ciudad, donde los oficiales de inmigración de la parte continental podrán desplegar la ley china en suelo de Hong Kong por primera vez.
Las preocupaciones sobre la capacidad del Gobierno chino para operar con impunidad dentro de la ciudad han aumentado en los últimos años.
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“Creo que no tiene precedentes y viola el principio de ‘un país, dos sistemas’”, dijo el político de Hong Kong Lam Cheuk-Ting, refiriéndose al arreglo político único de la ciudad con Beijing.
La arquitectura también divide
En el pasado, el desarrollo de grandes proyectos de infraestructura en Hong Kong coincidió con períodos de disturbios en China continental.
El ferrocarril Kowloon-Canton, terminado en 1912, y el primer túnel transversal terminado a principios de la década de 1970, son dos de esos ejemplos, según Cole Roskam, profesor asociado de Teoría e Historia de la Arquitectura en la Universidad de Hong Kong.
Mientras que los proyectos coloniales anteriores “ayudaron a tranquilizar al público sobre el futuro de Hong Kong, estos proyectos recientes parecen haber alimentado más ansiedad”, dijo Roskam en un correo electrónico, refiriéndose tanto a la estación como a otro proyecto nuevo, el puente más largo del mundo, que conecta Hong Kong, Macao y China continental.
Sin embargo, el Gobierno de Hong Kong ve la estación como el medio más “conveniente de transporte transfronterizo” y, lo que es más importante, como una herramienta para impulsar las oportunidades económicas de la ciudad.
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Frank Chan, el secretario de Transporte y Vivienda, llamó al proyecto “un momento histórico” durante una conferencia de prensa en agosto.
El enlace ferroviario de alta velocidad conectará Hong Kong con 44 destinos continentales, incluida la capital Beijing.
Charlie Xue, autor de varios libros sobre arquitectura china, siente que la estación de West Kowloon y el enlace representa el progreso; permitiendo a Hong Kong, finalmente, “alcanzar” el rápido crecimiento y el PIB de las ciudades de China continental.
Lo que la estación simboliza
La estación de 15 vías, con su expresiva y elegante curvatura blanca, fue diseñada por la firma internacional Aedas.
Espacios como salas de embarque y arribo, plataformas de corta y larga distancia, aduanas e instalaciones de inmigración, se han ensamblado para crear un vacío más grande que permite un plan más abierto con vistas al horizonte de la ciudad.
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El Gobierno de Hong Kong financió la terminal. Su diseño tiene similitudes notables con las estaciones de tren modernas al otro lado de la frontera, encajando perfectamente en la narrativa de construcción más grande de China.
“Los que pretenden impresionar casi invariablemente tienen, en su diseño, un espacio elevado y un movimiento dinámico”, dijo Chen, quien hasta hace poco era comisario líder de Arquitectura y Diseño en el museo M + de Hong Kong.
Expectación por la tecnología
Cientos de estaciones recientemente construidas o restauradas se han abierto para acomodar las líneas de alta velocidad en China. Los diseños de las estaciones a menudo intentan “expresar la emoción de la tecnología o la velocidad del viaje”, según Chen.
Las estaciones de trenes de alta velocidad de hoy en día son un tipo de edificio único, espacios a menudo colosales que tienen en cuenta la tecnología avanzada y las necesidades de electricidad posteriores, y están diseñados para acomodar autobuses, metros subterráneos y vehículos de la calle.
“En términos de estaciones, se convierten en lo que solían ser las estaciones de tren. Se convirtieron en estas puertas de entrada simbólicas a estas ciudades en rápido desarrollo, uniéndolas”, dijo Chen.