(CNN Español) – El nuevo presidente de Colombia, Iván Duque, llegó esta semana a la Asamblea General de la ONU con una agenda delimitada que gira sobre tres temas principales: la implementación de los acuerdos de paz, la lucha contra las drogas –por la que recibió elogios del mandatario estadounidense Donald Trump– y la crisis migratoria atraviesa Venezuela y sus países vecinos, incluida por supuesto Colombia.
Según un comunicado de la Presidencia, el jefe de Estado propondrá la creación de “un fondo multilateral de asistencia humanitaria para enfrentar la situación”. Se trata de una medida de emergencia en la que participarían varios países para atender la urgencia migratoria. Parte de ello, es que el país impulse la discusión sobre un estatus de protección temporal para que el flujo de venezolanos pueda recibirse en varias naciones.
La ONU estima que el éxodo, que empezó en 2015, ya acumula aproximadamente 2,3 millones de venezolanos, que han huido principalmente a Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Incluso, Colombia convocó a una reunión con cancilleres tanto de países receptores como de países donantes, además de directivos del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y agencias de la ONU.
El presidente Duque también planteará que se designe un enviado especial para coordinar “la acción multilateral, ya que se trata de un tema regional”. Por el mismo camino, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de para las Migraciones (OIM) tomaron desde la semana pasada la decisión de nombrar a un representante especial conjunto para los refugiados y migrantes venezolanos en América Latina. El designado fue Eduardo Stein, exvicepresidente de Guatemala entre 2004 y 2008, durante el gobierno de Óscar Berger. Según indicó en su momento el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el nombramiento resulta necesario para reforzar la respuesta humanitaria ante “el alto número de venezolanos” que están huyendo de su país.
Y este lunes, el mandatario colombiano le pidió a la comunidad internacional que “denuncie y aplique todas las acciones que sean necesarias para lograr una transición genuina hacia la libertad y la democracia en ese país”. Aunque aclaró que el discurso “no es belicista”, sí señaló que el tema merece atención de las demás naciones y que se seguirá elevando al interés internacional: “el mundo necesita que haya un verdadero y efectivo cerco diplomático para que pueda terminar esa dictadura y retornan las libertades y la democracia a Venezuela”.
Se espera que este martes el mandatario participe en la instalación del evento denominado ‘Refugiados y migrantes de Venezuela: Hacia una respuesta regional’, junto al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence. Evento que será posterior a los encuentros que mantendrá con el presidente Donald Trump, el mandatario brasileño Michel Temer y el jefe de Estado de Ecuador, Lenín Moreno.
Venezuela reacciona: Duque “debería ocuparse de la crisis de migrantes colombianos”
Ante las medidas y encuentros planteados por Colombia, el canciller de Venezuela Jorge Arreaza respondió en Twitter dirigiéndose al presidente Duque y asegurándole que asistirá a la reunión “que se ha convocado sobre la migración”. Punto seguido añadió que Duque debería ocuparse de “las crisis de migrantes colombianos y de sus desplazados internos, del aumento en la producción de drogas, del fracaso del proceso de paz etc”.
No obstante, se estima que el conflicto en Colombia obligó a cerca de 400.000 personas a salir del país entre 2000 y 2012, cuando la violencia se recrudeció, según el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Es decir, en un periodo de 12 años. Y no todos fueron a Venezuela. Sobre los desplazados internos, el boletín de la Defensoría del Pueblo de Colombia para el periodo entre enero y junio señaló que se desplazaron 17.825 personas en 55 eventos.
En conversación con los medios de comunicación, Arreaza agregó que la intención de asistir al encuentro convocado por Colombia es pedir 500 millones de dólares para “financiar la repatriación de miles de venezolanos y venezolanas que han decidido retornar al país desde Colombia, Perú, Ecuador y Brasil, principalmente”, según el comunicado del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores. “Vamos a ayudar a los venezolanos a regresar y vamos a indemnizar a un país receptor de migrantes históricamente como Venezuela”, insistió.
El canciller venezolano sostuvo que se solicitará un “riguroso estudio de la inversión” que Venezuela ha hecho al recibir más de seis millones de latinoamericanos, la mayoría de Colombia, y al proporcionarles educación, salud y vivienda. “Que sea Venezuela la que reciba los recursos para poner en orden el tema migratorio”, añadió. Además, aseguró que en Colombia “son vividores del sistema internacional” porque piden dinero para la paz y a través del Plan Colombia.
Sin embargo, la cifra dada por Arreaza es imprecisa. Aunque el pasado 11 de septiembre el presidente Nicolás Maduro aseguró que pediría una indemnización por los 5,6 millones de colombianos que residen en el país, el último censo publicado en Venezuela en 2011 indica que hay un total de 721,791 colombianos que residen allí.
La OEA toma cartas en el asunto
Este lunes, la Organización de Estados Americanos (OEA) estableció un grupo de trabajo para abordar la crisis regional de migrantes y refugiados venezolanos. La medida es consecuencia de la reunión del Consejo Permanente del organismo, en el que se abordó el impacto de la migración en el continente. El grupo será coordinado por el periodista y político venezolano David Smolansky con la compañía de la directora del Departamento de Inclusión Social, Betilde Munoz-Pogossian. Contará, además, con la participación de expertos y actores relevantes.
El propósito del grupo es “producir un informe que evalúe la escala completa de la crisis de migrantes y refugiados venezolanos en la región e iniciar la ejecución de acciones de movilización de recursos para atender la crisis”, se le en la orden ejecutiva firmada por el secretario general de la OEA, Luis Almagro. También se espere que además de identificar las dinámicas y razones de los flujos migratorios, se plasmen las necesidades más inmediatas y recomendaciones a los países receptores para atender la crisis.