(CNN) – El presidente de Estados Unidos Donald Trump llegó tarde al podio en la Asamblea General de las Naciones Unidas este martes en la mañana. Y en algún momento hizo reír a los líderes mundiales reunidos allí.
Para el momento en el que terminó, había un estado de ánimo muy sombrío en la cámara en la que el mismo Trump dijo que “había pasado tanta historia”.
Pero este día, él mismo estaba haciendo historia.
Trump provocó una ligereza tan pronto como empezó su discurso, tal vez, porque estaba haciendo exactamente lo que su audiencia había esperado que hiciera: mucho ego; poca humildad: “Estoy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para compartir el extraordinario progreso que hemos hecho. En menos de dos años, mi gobierno ha logrado más que casi cualquier otra administración en la historia de nuestro país”.
Se jactó de que Estados Unidos es más fuerte y más poderoso que nunca: “Nuestro ejército será muy pronto más poderoso de lo que jamás ha sido. En otras palabras, Estados Unidos es más fuerte, más seguro y un país más rico de lo que era cuando llegué al poder… Estamos para Estados Unidos y para el pueblo estadounidense”.
Trump dio, claramente, la visión del mundo de su gobierno: “Estados Unidos siempre elegirá la independencia y la cooperación sobre el gobierno global, el control y la dominación”.
- Mira en este video: Las risas durante el discurso de Donald Trump en la ONU
Entre más hablaba, más portentoso se volvía: “Nunca rendiremos la soberanía de Estados Unidos a una burocracia global no electa e irresponsable. Estados Unidos es gobernada por los estadounidenses. Rechazamos la ideología de la globalidad. Y acogemos la doctrina del patriotismo”.
Trump dejó claro que está feliz de dividir el mundo en países que ve como sus amigos y aquellos que ve como sus enemigos no merecidos: “Estamos examinando detenidamente la asistencia exterior de Estados Unidos… si los países que reciben nuestros dólares y nuestra protección también tienen nuestros intereses en el corazón. Solo vamos a dar ayuda extranjera a aquellos que nos respetan y, francamente, son nuestros amigos”.
Y cuando llamó a algunos de esos amigos, dio más información sobre el tipo de países que él considera sus amigos. Muchos exaliados quedaron por fuera, como Alemania, uno de sus antiguos aliados, que fue blanco de críticas.
Este año, uno de los países que quedó en lo más alto de la lista de amigos —un giro sorprendente luego de haber criticado a ese país el año pasado desde esta misma plataforma— fue Corea del Norte.
Corea del Sur y Japón también recibieron elogios. Señaló a Arabia Saudita como un aliado clave, específicamente acumulando elogios a sus líderes autocráticos, el rey Salman y su hijo Mohammed Bin Salman. Y otros autócratas de los estados del golfo como Emiratos Árabes Unidos y Qatar, también fueron elogiados.
Trump también elogió a Polonia, cuyo líder Andzrej Duda enfrenta posibles sanciones por parte de la Unión Europea por despedir a los jueces como parte de la intromisión política general en el poder judicial del país.
India e Israel también ganaron elogios por parte del presidente de Estados Unidos.
En caso de que nos lo hubiéramos perdido, Trump dejó claro en su discurso que cree que aunque todos compartamos el planeta, vivimos en él de manera separada. “El mundo entero es más rico, la humanidad es mejor, debido a esta hermosa constelación de naciones, cada una muy especial, cada una muy única. Y cada una resplandeciente en su parte del mundo”.
Pero una hora antes, la misma audiencia escuchaba otra visión del mundo del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, que parecía prefigurar la tendencia más oscura de Trump con una lección de la historia:
“Hoy, con cambios en el balance del poder, el riesgo de confrontación puede aumentar… Al evaluar la Guerra del Peloponeso en la antigua Grecia, Thucydides dijo, y cito: ‘Fue el ascenso de Atenas y el temor que esto inculcó en Esparta lo que hizo que la guerra fuera inevitable’”.
Trump ofreció una cosmovisión diferente, una que mantiene a los países separados. En sus palabras, “Debemos defender las bases que hicieron esto posible. Naciones soberanas e independientes son el único vehículo donde la libertad ha sobrevivido”.
Algunos escucharán hoy a Trump y oirán ecos de la década de 1930. Irónicamente, la ONU surgió para superar los horrores globales de ese momento oscuro de la historia.