CNNE 576771 - ¿que esta pasando en la bolsa de ee-uu-?
Todo lo que debes saber sobre la turbulencia bursátil en EE.UU.
06:11 - Fuente: CNN

(CNN Business) – Solo hace una semana el índice bursátil Dow Jones estuvo a punto de sobrepasar la marca histórica de los 27.000 puntos por primera vez en la historia. Ahora, está en una picada que da miedo.

La repentina caída puede ser explicada en gran medida al observar el mercado de bonos. Para ponerlo de manera simple: las acciones se están desplomando, mientras los índices del Tesoro están en aumento.

El Dow cayó 832 puntos, o 3,2%, este miércoles. Las acciones de tecnología sufrieron un revés, y el Nasdaq cayó 4%, su peor día desde el referéndum del brexit de junio de 2016. Incluso Amazon cayó un 6%.

Te contamos tres razones de la caída de las acciones.

1. Las tasas de interés están subiendo

En la década pasada, Wall Street se volvió adicta al dinero fácil. Increíblemente las bajas tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) incentivaron a los inversionistas a tomar riesgo al acumular acciones. Los costos más bajos de préstamos significan ganancias corporativas más altas.

Esa tendencia ahora se está invirtiendo, aunque principalmente por buenas razones: la economía de Estados Unidos es realmente fuerte, y la Fed está aumentando los índices para mantener la inflación en control y asegurarse de que la economía no se recaliente.

Es muy positivo que la Fed ya no esté apoyando la economía con tasas cercanas a cero. La Reserva Federal ha aumentado las tasas de interés ocho veces desde 2015. El Banco Central incluso ha comenzado a reducir su balance de 4,5 billones de dólares.

Mientras las tasas de interés aumentan, los inversionistas han estado vendiendo bonos, reduciendo su precio y aumentando sus rendimientos. Los inversores están preocupados de que sus inversiones tengan menos ganancias con el tiempo si la inflación aumenta.

El rendimiento del Tesoro a 10 años llegó al 3,24% el miércoles por primera vez en siete años. Eso es un giro de 180 grados, respecto al 2,85% a finales de agosto.

2. La Fed se está apegando a sus armas

Las acciones tienden a caer después de aumentos rápidos de las tasas de interés. Repentinamente las acciones están compitiendo con los aburridos bonos.

Los inversionistas ahora pueden tener un retorno decente de un bono ultraseguro del gobierno. Eso hace que las acciones tecnológicas caras parezcan más una apuesta. Facebook, Netflix y Twitter todas cayeron bruscamente este miércoles.

En todo caso, la agitación del mercado refleja preocupaciones de que la economía podría crecer demasiado rápido, obligando a la Fed a moverse agresivamente para acabar con la inflación.

El reporte sobre empleo que se entregó el viernes pasado mostró que la tasa de desempleo cayó en septiembre a un mínimo histórico en 49 años. El crecimiento salarial, el mayor impulsor de la inflación, finalmente ha mostrado signos de vida.

3. Los inversionistas están preocupados por la deuda y por China

Es posible que las tasas en alza ya estén afectando partes de la economía de Estados Unidos, en particular la vivienda y el sector automotor.

Las tasas también están aumentando porque el gobierno de Estados Unidos está vendiendo más bonos del Tesoro para pagar el creciente déficit federal. Washington está haciendo muchos préstamos para pagar el recorte de impuestos a las empresas y un aumento del gasto gubernamental.

La buena noticia es que las corporaciones estadounidenses están acuñando dinero en este momento. Se espera que para el tercer trimestre las ganancias del índice S&P 500 aumenten en un 20%. Las fuertes ganancias podrían bien calmar la ansiedad de los inversionistas. Eso fue lo que pasó a principio del año cuando las tasas del Tesoro se dispararon, brevemente asustaron al mercado antes de que prevalecieran la calma.

La diferencia más grande es que se esperan que las ganancias corporativas se desaceleren el próximo año mientras el impacto de los recortes fiscales se desvanecía. Las ganancias récord podrían verse afectadas por el aumento de los costos de los préstamos, los salarios y los precios de la materia prima.

Y luego está la guerra comercial entre China y Estados Unidos, las dos economías más grandes del mundo.

El ajuste de cuentas por los aranceles amenazan con dañar la confianza empresarial y retrasar la inversión. Citando la guerra comercial, el FMI recortó el lunes sus previsiones de crecimiento para 2019 para Estados Unidos y China. Eso no ayudará a los inversores nerviosos.