Bangkok, Tailandia (CNN) – Una adolescente saudita que dice huir de su familia abusiva se ha atrincherado en una habitación de hotel en el aeropuerto principal de Bangkok después de que autoridades de inmigración tailandesas intentaran deportarla de vuelta al Medio Oriente.
La joven de 18 años se identificó como Rahaf Mohammed Mutlaq Al-Qunun en una cuenta de Twitter no verificada. Publicó fotografías de sí misma y su pasaporte, y dijo que buscaba el estatuto de refugiada de “cualquier país que me proteja de ser herida o asesinada por haber abandonado mi religión y la tortura de mi familia”.
Al-Qunun dijo que al aterrizar en el aeropuerto de Suvarnabhumi, Tailandia, le confiscaron el pasaporte y la “retuvieron” funcionarios de la embajada saudita.
En declaraciones a CNN, Al-Qunun dijo que originalmente tenía la intención de volar a Australia, pero decidió intentar entrar a Tailandia. Sin embargo, dijo que cuando se acercó a un mostrador para solicitar una visa de llegada en el aeropuerto – los ciudadanos sauditas pueden solicitar una visa temporal siempre que tengan un “boleto de regreso confirmado en un periodo de 15 días” –, vio a un grupo de diplomáticos sauditas esperándola.
Al-Qunun dijo que los sauditas trataron de obligarla a firmar un documento, y que cuando fue rechazada y apeló ante las autoridades de inmigración tailandesas, fue llevada a un hotel de tránsito.
“No puedo huir del aeropuerto, lo he intentado pero no pude. Hay un guardia de seguridad vigilándome”, dijo en un video publicado en Twitter.
En otro video, dijo que no saldría de la habitación de hotel dentro del aeropuerto; las fotos mostraban que había cerrado la puerta con una barricada. “Quiero asilo”, agregó al-Qunun.
La Oficina de Inmigración de Tailandia había dicho anteriormente que Al-Qunun debía ir a Kuwait, donde vive su familia, en un vuelo a las 11:15 a.m. hora local del lunes (11:15 p.m. ET del domingo). Sin embargo, Surachet Hakpal, jefe de la Oficina de Inmigración, confirmó posteriormente a CNN que la adolescente no tomó el vuelo como estaba previsto. El próximo vuelo a Kuwait está programado para salir de Bangkok a las 11:50 p.m. hora local el lunes (11:50 a.m. ET).
En un comunicado, Human Rights Watch instó a las autoridades tailandesas a “detener inmediatamente la deportación planificada” de al-Qunun y “permitirle el acceso sin restricciones a la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados”.
“Las mujeres sauditas que huyen de sus familias pueden enfrentar violencia severa de sus familiares, privación de libertad y otros daños graves si son devueltas en contra de su voluntad”, dijo Michael Page, subdirector para Medio Oriente de Human Rights Watch. “Las autoridades tailandesas deben detener inmediatamente cualquier deportación y permitirle continuar su viaje a Australia o permitir que permanezca en Tailandia para buscar protección como refugiada”.
Hakpal, el funcionario de inmigración, dijo a CNN que a Al-Qunun se le había negado la entrada al país porque no había presentado “ningún documento necesario”. Pero negó que las autoridades tailandesas hubieran detenido a la adolescente.
“Para ingresar a nuestro país, debe cumplir con nuestras regulaciones … Estos son sus asuntos internos (de Arabia Saudita). Simplemente estamos cumpliendo con nuestras obligaciones”, dijo. Hakpal también dijo que al-Qunun estaba tratando de escapar de un matrimonio arreglado.
Phil Robertson, subdirector de HRW para Asia, con sede en Bangkok, dijo que ningún país debería interferir con el derecho de una joven de 18 años a viajar donde lo deseaba. Robertson dijo a CNN que al-Qunun “teme por su vida si la devuelven a Arabia Saudí y a su familia, que la ha maltratado física y psicológicamente por haberse atrevido a afirmar su independencia”.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita dijo que al-Qunun “no tiene una reservación de regreso ni un programa turístico, lo que requiere la deportación por parte de las autoridades tailandesas”.
El Ministerio agregó que los funcionarios consulares saudíes estaban en “contacto constante con su familia” y que sería “deportada al Estado de Kuwait donde vive su familia”.
Negó las acusaciones de que se había confiscado su pasaporte.