Nota del editor: Dina García es profesora en el Departamento de Comportamiento y Política de Salud de la Virginia Commonwealth University (VCU).
(CNN Español) – ¿Sabías que en 1994 Jefes de Estado, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y otros delegados se reunieron en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) en El Cairo y redactaron la primera declaración de los derechos sexuales y reproductivos a nivel mundial? Esto marcó el inicio de un compromiso de cooperación internacional para brindar acceso a servicios reproductivos y de salud sexual a las mujeres.
Más de veinte años después, este compromiso sigue manifestándose por medio de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que incluye como metas garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva y también la integración de salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales.
La salud sexual y reproductiva en América Latina
A pesar de los acuerdos internacionales que comprometen a los Gobiernos a resguardar los derechos reproductivos de cada persona, la situación de salud sexual y reproductiva en América Latina hoy en día es uno de los grandes desafíos.
Un informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) muestra que la tasa de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años en América Latina y el Caribe es la segunda más elevada del mundo.
Según Giselle Carino, Directora Regional de la Federación Internacional de la Planificación de la Familia/Región del Hemisferio Occidental (IPPF/RHO), el embarazo en la adolescencia está generalmente vinculado con la violación de derechos, en particular a la falta de acceso a una educación integral en sexualidad que esté basada en evidencia, que hable de consentimiento, y que permita luchar contra la violencia.
La Organización Mundial De la Salud (OMS) define la salud sexual y reproductiva como el estado de bienestar físico, mental y social relacionado con el sistema reproductivo que requiere la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
El derecho que tenemos las personas para gozar del derecho a una sexualidad libre, responsable y autónoma está basado en dos principios que, de acuerdo con El Centro de Derechos Reproductivos, incluyen:
* El derecho a la atención en salud reproductiva: implica el acceso regular a servicios de salud reproductiva que sean seguros y de buena calidad
* El derecho a la autodeterminación reproductiva: implica el derecho a la integridad física, el derecho a la intimidad, el derecho a planificar la propia familia, y el derecho a estar libre de todas las formas violencia y coerción que afectan la vida sexual o reproductiva de una mujer
“La mayoría de países en la región son de renta media y en esos promedios esconden un montón de desigualdades en el acceso a la salud sexual y reproductiva. Es decir, si una mujer es pobre, es afrodescendiente, vive en la zona rural, y/o es joven, tiene muchas más barreras para el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva,” señaló Carino.
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Ella nos explicó que cuando los jóvenes no pueden acceder a servicios de salud sexual y reproductiva y obtener la anticoncepción que necesitan, hay una tendencia a recurrir al aborto, que en la mayoría de nuestra región tiende a ser inseguro por las condiciones. De acuerdo con el Instituto Guttmacher, más de 97% de mujeres en la región viven en países en la región con leyes sumamente restrictivas con relación al aborto. En seis países—El Salvador, Haití, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, y Surinam—el aborto está prohibido totalmente.
“Demasiados jóvenes crecen sin tener las herramientas adecuadas para cuidar su salud y para acceder a la anticoncepción que necesitan para poder gestionar su proyecto de vida,” agregó Carino. De tal manera, el resguardar los derechos sexuales y reproductivos de cada persona implica la ampliación de la educación integral en sexualidad basada en evidencia científica y el acceso equitativo a servicios de salud reproductiva.
Una solución innovadora
Como parte de la estrategia para mejorar el acceso a la información y servicios de salud sexual y reproductiva por parte de la población de América Latina y el Caribe, la Fundación Huésped y la Federación Internacional de la Planificación de la Familia/Región del Hemisferio Occidental trabajaron de manera mancomunada para lanzar la aplicación móvil VAMOS.
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Esta aplicación gratuita permite buscar y localizar seis tipos de servicios de salud sexual y reproductiva en el sector público como en el privado en más de 30 países de América Latina y el Caribe, que incluyen:
* Retiro de preservativos
* Prueba de VIH y otras infecciones de transmisión sexual
* Métodos anticonceptivos
* Interrupción legal del embarazo
* Detección temprana de cáncer de cuello uterino y cáncer de mama
* Servicios de salud sexual y reproductiva
Se puede diferenciar los servicios de salud según el grado en el que se puede decir si son o no amigables para los adolescentes, por cercanía o por ciudad/departamento/provincia.
Los usuarios también pueden usar la app para dejar constancia de cuál fue su experiencia accediendo los servicios. Leandro Cahn, Director Ejecutivo de Fundación Huésped, nos dijo que la evaluación de los servicios sirve como una herramienta para trabajar con los proveedores de servicios de salud, a fin de mejorar el acceso y la calidad en la atención de este tipo de servicios.
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La app y la versión web también tiene incorporado un chat online que le brinda a los usuarios un espacio totalmente confidencial para consultar con especialistas en el tema. “Lanzamos el chat porque veíamos que más allá de la búsqueda de los servicios había una necesidad de los usuarios de poder consultar dudas acerca del acceso y también en general sobre temáticas vinculadas con la salud sexual y reproductiva,” puntualizó Cahn.
La innovación tiene éxito
Desde su lanzamiento, VAMOS ha tenido más de 10 millones de impresiones con más de 4.000 descargas y aproximadamente 100 visitas semanales.
“En el futuro nosotros esperamos trabajar conjuntamente con las asociaciones miembros de IPPF en cada uno de los países, para que se apropien en un sentido de la aplicación y ésta pueda ser otra estrategia de promoción de la salud sexual y reproductiva en los diferentes países“, terminó diciendo Cahn.