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Las condiciones de Corea del Norte que Trump no aceptó
02:31 - Fuente: CNN

Hanoi, Vietnam (CNN) – La cumbre entre Donald Trump y Kim Jong Un, que tenía la intención de demostrar que la apuesta diplomática del presidente de Estados Unidos con Corea del Norte estaba funcionando, terminó sin un acuerdo conjunto después de que el líder norcoreano insistiera en que se levantaran todas las sanciones estadounidenses contra su país.

Esa era una línea difícil de cruzar para el presidente de Estados Unidos, quien dijo que Kim se ofreció a dar algunos pasos rumbo al desmantelamiento de su programa nuclear, pero no los suficientes como para justificar el fin del régimen de sanciones contra Corea del Norte.

“Hay veces que te tienes que marchar”, dijo Trump en una conferencia de prensa tras el final de las conversaciones, que concluyeron antes de lo planeado. “Esta fue una de esas veces”.

Pero desde el comienzo de la cumbre fue evidente que Trump estaba tratando de aminorar las expectativas, repitiendo que no tenía ninguna prisa por llegar a un acuerdo incluso si Corea del Norte continúa avanzando en su programa de armas nucleares.

“He venido diciendo desde el principio que la velocidad no es tan importante para mí”, dijo Trump más temprano. “La velocidad no es importante para mí. Lo importante es que logremos el acuerdo correcto”.

Trump describió la falta de acuerdo solamente como una decepción a corto plazo, aunque esperaba participar en las conversaciones para poder señalar un nuevo camino concreto hacia la desnuclearización. Un importante acuerdo en Hanoi también también habría podido hacer a un lado los titulares vergonzosos sobre el testimonio del ex abogado de Trump, Michael Cohen, quien declaró que el presidente es un estafador racista.

El presidente, quien dijo que programar el testimonio de Cohen durante la cumbre fue “algo terrible”, sugirió que las conversaciones inconclusas con Kim fueron un paso más en un largo proceso para convencer al joven líder de que abandone su programa nuclear.

La química personal que Trump ha cultivado, y de la que ha presumido, con el joven líder despótico permanece intacta, insistió el presidente.

Y la cumbre terminó amigablemente, sin que ninguno de los dos hombres se fuera abruptamente.

“Fue un paseo muy amigable”, dijo Trump.

‘Más cerca’

Aún así, la ausencia de un acuerdo conjunto resultó anticlimático en un evento con el que Trump esperaba demostrar que los que contradicen su diplomacia estaban equivocados.

Admitió que los funcionarios estadounidenses y norcoreanos siguen enfrentados respecto a la definición precisa de desnuclearización, que es el objetivo aparente de sus esfuerzos.

“Él tiene una cierta visión y no es exactamente nuestra visión, pero está mucho más cerca de lo que estaba hace un año y creo que eventualmente lo lograremos”, dijo Trump.

Y describió a Kim como singularmente enfocado en poner fin a las sanciones que han paralizado su economía y que ayudaron a llevarlo a la mesa de negociaciones.

Trump dijo que Kim se había ofrecido a empezar a desmantelar la instalación nuclear de Yongbyon, un paso que habría supuesto una gran concesión. Pero no era suficiente, dijo Trump, aludiendo a sitios adicionales que comprenden lo que es un programa nuclear profundamente secreto.

“Le pedimos que hiciera más y no estaba preparado para hacerlo”, dijo el secretario de Estado Mike Pompeo, quien acompañó a Trump en el escenario durante la conferencia de prensa. “Todos esperaban que pudiéramos hacerlo un poco mejor”.

Las conversaciones entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se interrumpieron el jueves y la esperada cumbre nuclear terminó sin la firma de un acuerdo conjunto.

“No se llegó a un acuerdo en este momento, pero sus respectivos equipos esperan reunirse en el futuro”, escribió la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.

Los dos líderes salieron del hotel Metropole, donde se desarrollaron las conversaciones, alrededor de la 1:30 pm hora local, aproximadamente cuatro horas y media después de que comenzaran la reunión.

Se fueron sin participar en un almuerzo de trabajo y sin una ceremonia de firma de un acuerdo conjunto que originalmente figuraba en el programa.

Aparte de la ceremonia de firma, un almuerzo planificado entre los dos líderes no se realizó.

Negociadores estadounidenses y norcoreanos habían estado redactando en Hanoi el texto de un acuerdo conjunto antes de las conversaciones. Stephen Biegun, el enviado presidencial para Corea del Norte, llegó días antes que Trump para sellar el documento.

Más temprano, Trump matizó las expectativas de que lograría un progreso significativo con Kim durante sus conversaciones nucleares en Hanoi el jueves, repitiendo que no tiene ninguna prisa por lograr un acuerdo, incluso cuando Corea del Norte continúa avanzando en su programa de armas nucleares.

Durante una sesión ampliada con sus asesores, los dos hombres discutieron la posibilidad de abrir una oficina de los Estados Unidos en Pyongyang, la capital de Corea del Norte. Kim dijo que agradecería la idea, y Trump la consideró una “buena idea”.

Aun así, los signos de progreso concreto hacia un acuerdo nuclear fueron lentos.

En un raro intercambio con periodistas, Kim insistió en que estaba abierto a la desnuclearización, aunque no dijo lo que creía que eso significaba.

“Si no estuviera dispuesto a hacerlo, no estaré aquí ahora”, dijo a través de un intérprete.

Trump había minimizado previamente lo que podría surgir de sus conversaciones en Hanoi, sugiriendo, en cambio, que un acuerdo a largo plazo aún estaba por llegar.

Kim, por su parte, también expresó un optimismo cauteloso de que eventualmente se alcanzaría un acuerdo. Pero él no sugirió que tal acuerdo vendría pronto.

“Es muy pronto para decirlo”, dijo, en una respuesta sin precedentes a la pregunta de un periodista extranjero. “Por lo que siento en este momento, tengo la sensación de que habrá buenos resultados”.

Más tarde volvió a responder a los periodistas, aunque esta vez un tanto a regañadientes.

Los dos líderes iban y venían sobre la posibilidad de intercambiar oficiales de enlace, una asociación diplomática de bajo nivel, después de que un periodista planteara el tema.

Inicialmente, Kim pareció rechazar la pregunta y le propuso a Trump que los medios de comunicación fueran retirados de la sala. Pero Trump pareció incitarlo a responder, diciendo que era una buena pregunta.

“Me gustaría escuchar esa respuesta”, dijo Trump.

Kim respondió a través de su intérprete, diciendo que sería algo que “sería bienvenido”.

Trump expresó un sentimiento similar: “Realmente creo que es una buena idea”.

Kim agregó que sería mejor que Trump y él lo discutieran en privado.