(CNN) – De acuerdo con una nueva investigación de la NASA, cuanto más tiempo pasan los astronautas en el espacio, más probabilidades tienen de que se reactiven virus como el herpes, la varicela y el herpes zóster. La razón puede ser la misma para la reactivación viral en la Tierra: el estrés.
Se recolectaron muestras de sangre, orina y saliva de los astronautas antes, durante y después de vuelos cortos del transbordador espacial y las misiones a largo plazo de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Los virus del herpes se reactivaron en más de la mitad de los astronautas. El estudio fue publicado la semana pasada en la revista Frontiers in Microbiology.
“Hasta la fecha, 47 de 89 (53%) astronautas en vuelos cortos en transbordadores espaciales, y 14 de 23 (61%) en misiones más largas en la ISS albergan el virus del herpes en sus muestras de saliva o de orina”, dijo el autor principal del estudio, Satish K. Mehta, en el Centro Espacial Johnson. “Estas frecuencias, así como la cantidad, de propagación viral son marcadamente más altas que en las muestras de antes o después del vuelo, o de controles de salud”.
La propagación ocurre cuando un virus se reactiva con éxito.
Tanto en misiones de vuelo espacial a corto como a largo plazo, los astronautas se exponen a gravedad cero, radiación cósmica y fuerzas G extremas durante el despegue y el reingreso. A esto se agrega el confinamiento en espacios pequeños, la separación social de la familia y los amigos y un ciclo de sueño alterado, dijeron los investigadores.
El vuelo espacial crea un ambiente estresante para los astronautas, lo que despierta virus latentes.
Cuatro de los ocho virus del herpes en humanos fueron detectados, incluyendo herpes oral y genital, varicela y herpes zóster. Debido a que los virus del herpes se alojan en las células nerviosas e inmunitarias, nunca desaparecen, por lo que pueden “despertarse”.
Pero afortunadamente para los astronautas, la reactivación del virus no significa necesariamente que los síntomas regresen.
“Sólo seis astronautas desarrollaron síntomas debido a la reactivación viral”, dijo Mehta. “Todos eran menores”.
Pero la implicación de infectar a otros cuando los astronautas regresan a la Tierra es muy real, especialmente aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos o recién nacidos.
La evidencia de varicela y herpes infecciosas aún eran evidentes en los fluidos corporales hasta 30 días después del regreso de los astronautas.
Los investigadores también están mirando hacia el futuro para futuras misiones espaciales, que los llevarán en viajes a la Luna y Marte a través del espacio profundo. Una misión de ida y vuelta a Marte podría llevar hasta tres años.
“La magnitud, la frecuencia y la duración de la propagación viral aumentan con la duración del vuelo espacial”, dijo Mehta. “La contramedida ideal es la vacunación para los astronautas, pero hasta el momento solo está disponible contra la varicela”.
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Los ensayos de otras vacunas contra el virus del herpes son poco prometedores, por lo que los investigadores se están centrando en el desarrollo de regímenes de tratamiento específicos para las personas que sufren las consecuencias de la reactivación viral.
“Esta investigación también tiene una tremenda relevancia clínica para los pacientes en la Tierra. Nuestras tecnologías desarrolladas para vuelos espaciales para la detección rápida de virus en la saliva se han empleado ya en clínicas y hospitales de todo el mundo”, dijo Mehta.
Qué sucede con el sistema inmunitario en el espacio
Algunos de los efectos de los vuelos espaciales prolongados son bien conocidos, como la pérdida de masa ósea y muscular. Los astronautas combaten esto con un mayor ejercicio mientras están en la estación.
En enero, los investigadores analizaron el impacto de los vuelos espaciales a largo plazo en las células del sistema inmunológico de los astronautas. Específicamente, estudiaron los efectos de seis meses de vuelo espacial en un tipo de glóbulo blanco que destruye las células cancerosas en el cuerpo llamadas células asesinas naturales o NK. Estas células NK también evitan que los virus se reactiven.
“El cáncer es un gran riesgo para los astronautas durante las misiones de vuelos espaciales muy prolongadas debido a la exposición a la radiación”, dijo en un comunicado Richard Simpson, autor principal del estudio y profesor asociado de ciencias nutricionales de la Universidad de Arizona. “[Las células NK] también son muy importantes para eliminar las células infectadas por virus. Cuando estás en la estación espacial, es un ambiente muy estéril –no es probable que te contagies de gripe o un rinovirus o algún tipo de infección comunal–, pero las infecciones que son un problema son los virus que ya existen en tu cuerpo. En su mayoría son virus que causan cosas como el herpes zóster, la mononucleosis o el herpes labial; permanecen en tu cuerpo por el resto de tu vida y se reactivan cuando estás estresado”.
Durante el estudio, los científicos revisaron muestras de sangre de ocho astronautas que pasaron un tiempo en la estación espacial y las compararon con personas sanas que no han pasado por el vuelo espacial. Las muestras de sangre de los astronautas se tomaron antes, durante y después del vuelo espacial.
En comparación con los controles de salud y cómo estaban antes del vuelo, la función de las células NK de los astronautas se vio afectada durante y después del vuelo espacial. En el día 90 de su estadía en la estación espacial, las muestras de actividad de células NK contra células de leucemia en platos cultivados se redujeron en un 50% en los miembros de la tripulación.
El efecto fue aún mayor en los astronautas que fueron al espacio por primera vez, en comparación con los que habían participado en misiones anteriormente.
“No creo que haya ninguna duda de que la función de las células NK está disminuyendo en el entorno de los vuelos espaciales cuando se analiza en un sistema de cultivo celular”, dijo Simpson.
Pero, ¿qué causó esto? Al igual que en el nuevo estudio, los investigadores en este estudio creen que podría ser inducido por el estrés. Los astronautas primerizos también eran más jóvenes que los veteranos de los vuelos espaciales, y su primera experiencia fue más estresante, lo que podría exacerbar su respuesta celular.
El estudio no implica que los astronautas sean más susceptibles al cáncer. Sobre esa cuestión, futuros estudios pueden explicarlo.
“La siguiente pregunta sería: ¿cómo mitigamos estos efectos? ¿Cómo evitamos que el sistema inmunológico disminuya durante los viajes espaciales?”, dijo Simpson. “Para hacer eso, primero debes descubrir qué está causando el declive: ¿es el estrés? ¿Es la microgravedad? ¿Es la radiación? ¿Es una combinación de muchas cosas? Cuando resolvamos eso, podremos tratar de encontrar formas de abordar directamente esos factores y mitigarlos”.
Los investigadores del Centro Espacial Johnson están trabajando en posibles contramedidas, incluido el ejercicio, así como medidas de nutrición y farmacológicas, para mantener a los astronautas sanos en el espacio. Todo esto podría aumentar la respuesta inmune.