Masako Wakamiya, de 83 años, es una de las desarrolladoras de aplicaciones móviles más longevas del mundo.

Tokio (CNN) – Para una de las desarrolladoras de aplicaciones de mayor edad en el mundo, ser una “dokkyo roujin” – una persona mayor que vive sola– resultó ser un beneficio a largo plazo.

“Fue fácil porque no tengo a nadie que me cuide, ya sea bueno o malo”, dijo Masako Wakamiya, de 83 años, sobre la creación de su primera aplicación móvil. En 2017, lanzó Hinadan, un juego dirigido a usuarios mayores.

La falta de distracciones le permitió centrarse únicamente en la programación y superar la curva de aprendizaje, no solo en el desarrollo de software, sino también en una inesperada barrera del lenguaje.

El logo de Hinadan, aplicación creada por Masako Wakamiya.

“Todo estaba en inglés”, dijo Wakamiya. Los mensajes de error, las guías en línea, los correos electrónicos y otras comunicaciones con Apple acerca de cómo introducir su juego en la App Store, estaban todos en un idioma extranjero. “La gente de mi generación tiene problemas con el inglés y fue difícil”.

Wakamiya compró su primera computadora cuando se acercaba a los 60 años, principalmente para mantenerse al día con amigos mientras cuidaba a su anciana madre.

“Sentí que mi perspectiva se expandió. Estaba emocionada de saber que el mundo era mucho más grande, con un rango diverso de personas”, dijo.

En Japón, una nación “superenvejecida” donde una de cada cuatro personas tiene más de 65 años, Wakamiya dijo que esperaba que otras personas mayores aprendieran sobre los beneficios potenciales de la tecnología, particularmente cuando se trata de establecer nuevas conexiones y luchar contra la soledad y el aislamiento con el que luchan muchas personas mayores en Japón.

“Cuando descubrí lo maravilloso que es, pensé que debía decírselo a la gente de mi generación. Luego abrí una especie de salón de PC en mi pequeña casa y comencé a enseñar a la gente de mi generación”, dijo.

A medida que pasaba el tiempo, Wakamiya comenzó a viajar por el mundo para compartir su historia: habló en TEDxTokyo, se reunión con el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, y habló en Naciones Unidas.

Masako Wakamiya habla con Tim Cook, presidente ejecutivo de Apple, en un evento en San Francisco, en 2017.

“Me preguntaba si las opiniones de una persona tan anciana como yo podrían ser aceptadas por personas, en su mayoría varones jóvenes en TED, pero me recibieron con un caluroso aplauso”, dijo. “Mostraron empatía independientemente de la generación, la nacionalidad o el sexo; me conmovió”.

Wakamiya usa lo que ella llama “arte de Excel” para difundir su mensaje de esperanza, usando la aplicación de hojas de cálculo de Microsoft para crear diseños que incluso ha convertido en ropa y manualidades.

“Excel puede carecer de significado para personas mayores como yo, pero luego pensé en una idea divertida que aquellos de mi generación, en Japón y en el extranjero, pueden hacer, como tejer o hacer manualidades”, explica. “El patrón de tejido, por ejemplo, puede ser expresado y simulado por Excel y permite que las personas se sientan familiarizadas”.

Para Wakamiya, el uso de la tecnología consiste en traer nuevos medios de creatividad a través de generaciones. Por medio de su alcance, ella también quiere inspirar a los jóvenes a encontrar su propia voz.

“Quiero ser creativa, y quiero que los niños sean creativos. Siempre les digo que creen algo y piensen de manera innovadora … siempre debes tener tus propias opiniones y métodos”, dijo. “Creo que las personas mayores en Japón (…) están ansiosas por mejorar. Son las mejores porque piensan seriamente en su propia edad”.

Wakamiya ahora dice que su vida comenzó de nuevo a los 60 años y está emocionada por lo que está por venir.

“He sido considerada una persona positiva y he estado haciendo lo que me gusta incluso después de haber envejecido”, dijo. “Algunas personas niegan la realidad del envejecimiento, pero es como competir contra un sol a punto del ocaso, y lo encuentro agotador”.

En lugar de luchar, dijo que “preferiría ponerse al sol y disfrutar del ocaso”.