(CNN) – Jean-Marc Fournier no tenía mucho tiempo. Cuando las llamas arrasaron el techo medieval de la catedral de Notre Dame, el lunes por la noche, el capellán del cuerpo de bomberos de París tenía una sola misión: rescatar dos de las reliquias más sagradas del templo.
El problema era que la Corona de Espinas, venerada por supuestamente haber sido usada por Jesucristo durante su crucifixión, y el tabernáculo, que contiene la Eucaristía o el sagrado sacramento, estaban encerrados en una caja fuerte en la tesorería de la iglesia que nadie sabía cómo abrir .
“No pudimos obtener los códigos … no pudimos contactar a las personas que los tenían”, dijo Fournier el miércoles.
Finalmente, cuando las llamas en lo alto se acercaban a la famosa aguja de Notre Dame, apareció un oficial de la iglesia con la llave de la cripta y el capellán y los bomberos se apresuraron a entrar.
Dentro, las brasas y los escombros se deslizaban desde el vasto techo con forma de bóveda. Fournier vio cómo un equipo de bomberos abría la caja fuerte y extraía la corona. Hecha de juncos unidos por hilos de oro, había estado guardada en una cápsula de cristal desde 1896.
El capellán se unió a una cadena humana de bomberos, trabajadores de emergencia y expertos en antigüedades para sacar la corona y otros tesoros insustituibles fuera de la iglesia en llamas y llevarlos a un lugar seguro. Sus esfuerzos en esas primeras horas servirían para salvar cientos de años de arte, historia y patrimonio que para Fournier “pertenecen a la humanidad y al mundo en general”.
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Trabajando toda la noche
Por suerte, varias personas con amplio conocimiento de lo que había en la iglesia ya estaban en el sitio cuando comenzó el incendio del lunes. Notre Dame estaba en medio de una restauración planificada y Didier Durand estaba trabajando en la reparación de los contrafuertes de la catedral cuando sonó la primera alarma.
Mientras las llamas se abrían paso por el techo de la catedral, Durand trabajaba durante la noche con otros especialistas para evacuar artefactos y estatuas.
“Había 20 de nosotros que empacábamos todas estas obras de arte, protegiéndolas, haciendo un inventario”, dijo a CNN Durand, presidente de la empresa de piedra, Pierrenoel.
Marie-Helene Didier, una conservadora que había estado supervisando la restauración, también estuvo allí, haciendo una cuenta precisa de todas las obras antes de empaquetarlas en camiones para “preservarlas tanto como sea posible”, dijo Durand.
Entre los artículos rescatados se encontraban la túnica de San Luis, que se cree fue usada por el rey Luis IX en el siglo XIII, y los ornamentos del altar utilizado para la coronación de Napoleón en 1804, entre muchas otras obras de arte invaluables y reliquias.
El trío de rosetones del siglo XIII y el gran órgano original, uno de los instrumentos musicales más famosos del mundo, también sobrevivieron.
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La importancia de los objetos religiosos recuperados del fuego no se puede exagerar, dijo Celine Coulangeon, profesora de historia del arte en la Universidad Católica de París.
“Las reliquias son algunas de las únicas que quedan de la pasión de Cristo”, dijo Coulangeon a CNN y agregó que fueron compradas por Luis IX a un costo equivalente a la mitad del presupuesto anual del estado.
“Durante su reinado, hubo un culto a las reliquias” y los artefactos eran vistos como una forma de “acercarse a Dios”, dijo.
Inmediatamente después del incendio, algunas de las más preciosas obras de arte y tesoros de Notre Dame se pusieron bajo resguardo en el ayuntamiento de París, según el Palacio del Elíseo. Para el jueves, el Ministerio de Cultura había repatriado esas obras de arte al Museo del Louvre, que recibirá más piezas y pinturas en los próximos días.
El ministro de Cultura, Franck Riester, dijo que el “riesgo de colapso” había impedido la recuperación de algunas de las pinturas de la catedral, pero que si se da el visto bueno, se retirarían el viernes.
Si bien la evacuación de Notre Dame fue un gran éxito, la extensión del daño por agua y humo en la iglesia, y en lo que había dentro, puede que no se conozca por algún tiempo.
Las pinturas que aún se encuentran en el interior “tienen polvo, han pasado por humo, están allí en la humedad. Por lo tanto, debemos sacarlas rápidamente”, dijo Riester el jueves.
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CNN contactó al Louvre para preguntar sobre el estado de las obras de arte que recibió, pero el museo se negó a comentar.
‘Un emblema de Francia’
El martes, Didier estaba trabajando junto a otros restauradores cuando el precioso gallo de Notre Dame, que contiene tres reliquias sagradas y estaba posado en la aguja del siglo XIX antes de que se derrumbara, fue descubierto intacto entre los escombros.
“Vamos a hacer una operación en el gallo para verificar que las reliquias aún estén dentro, y lo restauraremos, porque es un emblema … un emblema de Francia”, dijo Didier.
Dieciséis estatuas de cobre que representan a los doce apóstoles y cuatro evangelistas se salvaron del incendio por completo. Los monumentos habían descendido como ángeles en grúas desde la catedral la semana pasada, para que se pudieran hacer reformas a la aguja ya destruida.
Socra, una de las empresas involucradas en la remodelación, confirmó a CNN que las estatuas estaban en uno de sus talleres en el momento del incendio.
Reflexionando sobre el esfuerzo por restaurar Notre Dame y sus estatuas, un técnico de Socra le dijo al neoyorquino: “Al querer darle un segundo aire, quizás la hayamos destruido”.
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Ahora vendrán muchos meses de espera y posiblemente cientos de millones de dólares para la reconstrucción.
Tras el desastre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sugirió que se había presentado una oportunidad única: capacitar a una nueva generación de artesanos franceses y organizar un concurso que podría inspirar una imagen más contemporánea de uno de los lugares más antiguos y queridos de París.
“A lo largo de nuestra historia, hemos construido ciudades, puertos, iglesias; muchos han sido quemados o destruidos por guerras, revoluciones, errores de la humanidad, y cada vez los hemos reconstruido”, dijo Macron en un discurso a la nación el martes.
“El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia nunca termina. Y que siempre tendremos desafíos que superar. Lo que creemos indestructible también se puede tocar”.
Saskya Vandoorne, Sam Bradpiece, Barbara Wojazer y Sandrine Amiel de CNN contribuyeron con este informe.