(CNN Español) – Altas fuentes del gobierno de Ecuador confirmaron a CNN que la Fiscalía de ese país, con la asistencia de expertos informáticos del Departamento de Justicia de EE.UU. y del FBI, logró desencriptar los principales equipos informáticos de Ola Bini, el programador sueco detenido preventivamente en una cárcel de Quito desde hace dos meses.
Esas mismas fuentes confirmaron que los especialistas hallaron información que ratificaría la presunción del gobierno de Ecuador de que Bini, un hombre cercano al fundador de Wikileaks, Julian Assange, acusado de participar en una campaña de desestabilización contra las actuales autoridades y de penetrar sin autorización a cuentas oficiales y privadas, habría hackeado información de varios gobiernos, incluido el de Ecuador.
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Carlos Soria, abogado de Bini, afirmó que desconoce si los equipos informáticos de su cliente fueron desencriptados. “La Fiscalía no nos ha notificado nada puntual, pero según consta en el expediente, la Fiscalía ha solicitado y ya ha enviado copias de los discos duros de Ola Bini a las autoridades judiciales de Estados Unidos”, aseguró.
Fuentes de la Fiscalía indicaron que el análisis de las computadoras y otros dispositivos continúa, pero no se pronunciaron sobre si accedieron o no a los datos, dentro de la asistencia penal solicitada por el Departamento de Justicia de EE.UU.
En una entrevista exclusiva con CNN, el programador sueco dijo que, aunque no está de acuerdo con las políticas del presidente de Ecuador, Lenin Moreno, él no es un ciberpirata y que su trabajo es proteger información.
Las autoridades ecuatorianas quieren conocer el contenido de un servidor privado que Bini posee, y que estaba en manos de la empresa Telconet en Ecuador, cuyo presidente ejecutivo es Tomislav Topic. En un comunicado publicado el 21 de mayo, la compañía confirmó que le había entregado el servidor a la Fiscalía para cumplir con una orden judicial.
Bini le dijo a CNN que sabe que las autoridades tienen el servidor. Sin embargo, se niega a compartir las contraseñas con ellos, argumentando que desconoce de qué se le acusa.
Tomislav Topic explicó que Bini pagaba US$ 4.600 al mes, más impuestos, para que Telconet cuidara de su servidor. Dijo que la compañía “le proporcionaba el espacio, la energía eléctrica estable y un aire acondicionado especial para servidores”. Telconet, agregó Topic, desconocía cómo estaba configurado el servidor, cuánta memoria RAM tenía o de cuánto espacio de disco duro disponía. Por el pago mensual efectuado, Bini tenía derecho a 10 Mbps de Internet para ese servidor, según Telconet. La Fiscalía ecuatoriana asegura que desde 2015 Bini le pagó US$ 230.000 a la empresa.
¿Qué podía almacenar a cambio de casi US$ 5.000 mensuales? ¿Es común que un particular solicite tanto espacio? Topic opinó que los clientes privados pueden tener variadas necesidades y que no es raro que posean servidores de altas prestaciones en la nube. “Bini era un cliente particular. No teníamos acceso a su información y ni, aunque tengamos acceso a ella, vemos la información que nuestros clientes puedan tener en sus servidores”. Con todo, Topic afirmó que se puede intentar descifrar la clave, pero que los métodos que se emplean no siempre conducen al éxito. Los investigadores del caso Bini no se dan por vencidos.
Una fuente de la Fiscalía con conocimiento directo del caso aseguró a CNN que seguirán insistiendo hasta desencriptar los equipos y comprobar si en ellos hay información clasificada, obtenida -según sospechan- por medios ilegales. Los investigadores trabajan para extraer los datos protegidos con complejos códigos cifrados de seguridad, los cuales, de acuerdo con fuentes de Ministerio Público ecuatoriano, tendrían hasta siete escudos, con claves de hasta 120 caracteres.
La defensa de Bini cree que las medidas contra su cliente son excesivas y que el fiscal Fabián Chávez no ha sustentado debidamente la acusación. La Fiscalía disiente y asegura que los elementos probatorios son concretos y múltiples.
Dispuesto a todo
Bini está detenido en el centro carcelario El Inca, en Quito. En entrevista con CNN, relató que ha tenido que dormir en el piso, compartir dos baños con otras 70 personas y que tiene poco acceso a agua limpia.
CNN le ha preguntado al gobierno de Ecuador sobre las condiciones de reclusión de Bini, pero hasta ahora no ha habido respuesta.
A pesar de la dura situación que afirma enfrentar en la cárcel, Bini dice que prefiere soportarlas antes que compartir sus claves encriptadas. En su criterio, si las revela, traicionaría lo que piensa del derecho a la privacidad y la protección de información.
No obstante, su abogado, Carlos Soria dijo a CNN que Bini estaba dispuesto a compartir cierta información siempre y cuando Ecuador se pronuncie con exactitud sobre los supuestos que sustentan los delitos que habría cometido.
Bini reconoció que Assange es su mentor y que lo visitó varias veces mientras estuvo asilado en la embajada ecuatoriana en Londres. A partir de un reporte de la Cancillería ecuatoriana, una fuente de CNN afirmó que desde 2015 Bini visitó a Assange al menos en 15 ocasiones.
El programador sueco es considerado una de las mentes más brillantes del mundo informático. En los últimos años, visitó además decenas de países en varios continentes, según los reportes de la Dirección Nacional de Migración de Ecuador. Cuando lo arrestaron en el aeropuerto de Quito, Bini informó que se dirigía a Japón a participar en un evento deportivo, pero en su equipaje llevaba varios dispositivos informáticos. Eso también ha despertado la curiosidad y las sospechas de los investigadores.
De acuerdo con un acta policial revisada por CNN, Bini llevaba en su equipaje una computadora portátil, 2 tabletas Ipad, 18 cables USB, una antena receptora de señal, 8 adaptadores USB, 9 adaptadores de diferentes puertos, 7 conectores, 18 dispositivos de almacenamiento de datos de diferentes capacidades tipo USB, 13 llaves de seguridad informática, 14 nanollaves de seguridad, 6 llaves y dos celulares, entre otros.
Bini rechazó cualquier sospecha que pueda levantarse a partir de lo incautado e insiste en que puede demostrar que el verdadero propósito de su viaje era deportivo. Pero los investigadores están convencidos de que no es creíble viajar a un evento de ese tipo con tanto aparataje tecnológico encima.
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Los equipos de Assange
Una fuente ligada a la investigación contó a CNN que los fiscales ecuatorianos revisaron tres habitaciones de la embajada de Ecuador en Londres que eran usados por Assange, a los cuales solo él podía ingresar con claves de seguridad.
Una de ellas le servía de oficina, ubicada al lado del despacho del embajador. Otra estaba en el pasillo angosto del inmueble y allí guardaba sus equipos. Y la última era su dormitorio, donde solo hallaron sus prendas de vestir y algunos enseres personales, contó uno de los fiscales que pidió no ser identificado.
Entre otros objetos, en dos de los cuartos había 31 celulares de diferentes marcas y modelos en total, 11 laptops y computadores, cables para conexión de internet, 13 discos compactos, decenas de dispositivos de memorias USB y video, tarjetas SIM, discos duros portátiles, cámaras fotográficas y de video, 2 grabadoras y un módem.
Las autoridades estiman que esos equipos informáticos y celulares tendrían una capacidad de 110 terabytes con miles de archivos cifrados. Además, Assange tenía en su poder 35.380 euros, 1.000 libras esterlinas y US$ 135, así como una tarjeta de débito a su nombre expedida por el banco suizo Postfinance, su diario (2013/2014) y un cuaderno negro de apuntes.
Carlos Poveda, abogado de Assange en Ecuador, dijo que la diligencia policial atentaba contra todos los derechos de privacidad del fundador de Wikileaks y no era confiable.
“Han transcurrido tres semanas entre la detención de Assange y el allanamiento. Desde ese instante debieron sellarse las habitaciones. Los funcionarios diplomáticos no podían recoger sus pertenencias como lo hicieron, sin autorización judicial. No está asegurada la cadena de custodia”, agregó.
El abogado teme que las autoridades agreguen pruebas que alimenten la idea de que Assange era un hombre dedicado al espionaje y que tenía información. En un comunicado, la Fiscalía ecuatoriana resaltó que el registro de la embajada se cumplió de acuerdo con lo dispuesto en las leyes y contó con la autorización de un juez.
Fidel Narváez, el excónsul de Ecuador que terminó siendo un estrecho aliado de Wikileaks, salió en defensa del trabajo de Assange en una entrevista con CNN: “Es un mito que él posee información sobre todo el mundo y que conoce los secretos de todo el mundo”.