(CNN) – La mayoría de los candidatos principales en busca de la nominación presidencial demócrata para 2020 se reunieron en el escenario para 10 personas instalado en Miami el jueves por la noche, en la segunda parte de un maratón de debates que comenzó 24 horas antes, con otros 10 aspirantes luchando por la preciosa atención de los medios y por el artículo más valioso y elusivo en las elecciones: el ruido.
A diferencia de lo relativamente corteses que fueron el miércoles por la noche, los candidatos en el debate del jueves salieron listos para la pelea. Fue un debate mucho más animado y que produjo una serie de momentos poderosos, la gran mayoría protagonizados por la senadora de California Kamala Harris.
Observé las dos horas, tuiteé y tomé algunas notas. A continuación lo mejor, y lo peor, de la noche. (Para conocer los ganadores y perdedores de la primera noche, entra aquí).
GANADORES
Kamala Harris
La senadora de California tuvo el mejor desempeño no solo del debate del jueves por la noche, sino de las dos jornadas. Se mostró tranquila, preparada, bien informada y, sí, presidencial. Tuvo el momento más importante de la noche cuando interrumpió una discusión para insistir en que el público estadounidense quería escuchar cómo los candidatos iban a poner comida en su mesa, no a presenciar una batalla de comida. Claramente, tenía esa frase preparada para entrar en el debate, pero eso no cambia el hecho de que la soltó en el momento perfecto y sin perder el ritmo. Su recuerdo profundamente personal de sus propias experiencias con la raza en California, y su regaño a Joe Biden por su apoyo a la legislación sobre los autobuses, fueron muy poderosos. Un problema potencial para Harris en el futuro: el jueves por la noche se mostró a favor de abolir completamente la industria de seguros privados, lo que parece ir en contra de lo que le dijo a Jake Tapper de CNN el mes pasado.
Pete Buttigieg
Si no se conociera nada de Buttigieg antes del jueves, uno habría asumido por su desempeño que a) es un senador o gobernador que ha estado en esto durante mucho tiempo y b) uno de los líderes en la carrera, junto con Harris. Esa persona se sorprendería al saber que Buttigieg es actualmente el alcalde de South Bend, Indiana, y que se encuentra al final del grupo. Se mostró serio, inteligente, pensativo y minucioso. Su franqueza sobre por qué los demócratas no necesitan ceder la religión a los republicanos fue poderosa. Su respuesta sobre el tiroteo que involucra a funcionarios en su ciudad natal estuvo claramente bien ensayada, sí, pero fue la mejor respuesta que podría dar sobre un tema tan difícil. Buttigieg tiene muchísima capacidad política natural y brilló el jueves por la noche.
Michael Bennet
Miren, no creo que la relevancia del senador de Colorado en las encuestas se vaya a disparar más de 1% a partir de su desempeño en este debate. No estuvo tan bien. Pero, para alguien que a) nadie sabía que iba a estar en este debate y b) tuvo oportunidades limitadas de hablar para defender su postura, creo que Bennet tuvo un buen desempeño. La incredulidad de Bennet ante la idea de Biden de que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, trabajará de forma bipartidista si el exvicepresidente llega a la Casa Blanca pareció genuina y poderosa. En resumen: Bennet salió de este debate luciendo mejor que cuando entró. Y eso es una victoria.
PERDEDORES
Joe Biden
Bueno, eso salió mal. Desde el primer momento, Biden parecía demasiado rígido en discurso y sus puntos clave. Luchó por hacer encajar sus temas en los 60 segundos que tenía como límite de tiempo. Se puso a la defensiva, como anticipamos, cuando Harris lo presionó sobre sus comentarios respecto el senador segregacionista James Eastland y su oposición al transporte escolar y claramente perdió la contienda. Mal. (Jaque mate @KamalaHarris. ¡Lo siento @JoeBiden!”, tuiteó al jefe de la campaña 2020 de Donald Trump, Brad Parscale). Cuando le preguntaron a Biden cuál sería su primer acto como presidente, dijo que sería derrotar a Donald Trump. Uh … Las únicas frases recibidas con un largo aplauso por parte de Biden fueron cuando mencionó a Barack Obama. Pero Obama no está en la boleta electoral y no está respaldando a Biden. Fue un comienzo muy inestable para Biden. Mucho.
Bernie Sanders
El senador de Vermont aprendió una dura lección el jueves por la noche: debatir contra nueve personas siendo uno de los punteros es algo muy distinto a debatir contra el favorito cuando uno es el insurgente. En lugar de apasionado, pareció repetitivo. Y, lo que es peor, hubo largos períodos en el debate en los que Sanders pareció desaparecer. ¿El peor momento de Sanders? Cuando la moderadora Rachel Maddow leyó una cita suya sobre armas. Sanders respondió: “Eso es una caracterización errónea”. Maddow replicó: “Es una cita suya”. El público se rió… de Sanders.
Marianne Williamson
Observar a la autora y consejera espiritual en el escenario del debate me recordó mi propia experiencia jugando baloncesto en la escuela secundaria: sin esperanzas y fuera de su liga. No es que Williamson no sea política, es que no tenía la menor idea de cómo desenvolverse en un escenario de debate abarrotado y mostrar sus posturas. También es un problema que ella no pareciera tener, ya sabes, una postura.
Andrew Yang
El ejército digital de Yang insistió en que este primer debate sería su momento de ruptura, una oportunidad para llevar su mensaje de los peligros de la automatización al público en general. Lo único que evocaba la automatización era Yang: en los pocos momentos en que habló, sonaba como un robot.
Eric Swalwell
¿Conoces a ese tipo en la escuela secundaria que tiene una frase típica? Y, la primera vez que lo escuchas, piensas: “¡Eso no está mal!”. Pero cuando la dice por trigésima vez antes del almuerzo, ¿tienes que luchar contra las ganas de vomitar? Eso es Eric Swalwell y su “pasa la antorcha”.