Melbourne (CNN) – El extesorero del Vaticano George Pell permanecerá en prisión después de que un tribunal de apelaciones australiano rechazara la apelación del deshonrado cardenal contra su condena por agredir sexualmente a dos niños de 13 años a mediados de la década de 1990.
Pell, el funcionario católico de más alto rango en ser condenado por abuso sexual infantil, fue sentenciado en marzo a seis años de prisión, con un período sin libertad condicional de tres años y ocho meses, por un ataque descrito por el juez principal Peter Kidd como “impresionantemente arrogante”.
Los abogados del cardenal, de 78 años, apelaron de inmediato su condena y en junio presentaron 13 “obstáculos sólidos” a un veredicto de culpabilidad en los cinco cargos, incluido el hecho de que “no era posible” que Pell estuviera solo mientras estaba con sotana después de la misa del domingo y que nadie se diera cuenta de que los niños estaban desaparecidos en ese momento.
El miércoles, el tribunal de apelaciones rechazó esa presentación, aceptando que era posible que el jurado encontrara a Pell culpable más allá de toda duda razonable, con base en la evidencia presentada en el juicio de cinco semanas de Pell en diciembre pasado.
“Ha habido críticas enérgicas y a veces emotivas al cardenal y ha sido vilipendiado públicamente en algunos sectores de la comunidad”, dijo la presidenta del Tribunal Supremo, Anne Ferguson, mientras presentaba un resumen del fallo. “Es justo decir que su caso ha dividido a la comunidad”.
Desde el banquillo de acusados en la corte 15, Pell mostró poca reacción cuando Ferguson, la presidente del Tribunal Supremo, pronunció el veredicto del miércoles, que fue dado tras más de dos meses de deliberación entre tres jueces que emitieron un fallo mayoritario, dos votos a favor y uno en contra. Pell escuchó atentamente durante el resumen, mirando directamente al juez.
El acusador de Pell, que no puede ser nombrado bajo la ley australiana, dijo que estaba “aliviado” por el veredicto.
“Después de asistir al funeral de mi amigo de la infancia, el otro chico del coro, sentí la responsabilidad de hablar… Experimenté algo terrible de niño, algo que marcó mi vida. Quería al menos algo bueno de eso”, dijo en un comunicado leído por su abogado, Viv Waller.
El padre de su amigo de la infancia, que tampoco puede ser identificado, dijo que el fallo le había quitado “un peso de encima”.
“Creo en el perdón, pero no puedes perdonar a alguien que hace cosas así, especialmente a niños de 13 años”, dijo.
Después de la audiencia, Pell fue llevado para continuar cumpliendo su condena por un cargo de penetración sexual de un niño y cuatro cargos de cometer un acto indecente con un niño.
Una declaración emitida en su nombre dijo que el cardenal está “obviamente decepcionado” con la decisión y “mantiene su inocencia”. Su equipo legal examinará el fallo para determinar si impugna el fallo en el Tribunal Superior, agregó.
En una breve declaración, la Santa Sede reconoció el fallo y señaló que Pell tiene derecho a apelar. “La Santa Sede confirma su cercanía con las víctimas de abuso sexual y su compromiso de perseguir, a través de las autoridades eclesiásticas competentes, a aquellos miembros del clero que cometen tal abuso”, dijo el comunicado.
La condena del cardenal
El fallo del miércoles marca otro giro en una historia que ha afectado a la comunidad católica mundial desde que se informó la condena de Pell en febrero. Antes de eso, la denuncia de su juicio y veredicto había sido suprimida para evitar perjudicar un tercer juicio potencial, relacionado con diferentes cargos, que posteriormente se retiraron.
Pell fue condenado por un jurado de 12 miembros en diciembre, en gran parte por el testimonio de un acusador, un hombre de 30 años que, como presunta víctima de abuso sexual, no puede ser identificado bajo la ley australiana. La segunda presunta víctima murió hace varios años sin haber contado a nadie sobre el presunto ataque. Fue el segundo juicio de Pell por los mismos cargos, el primero –que también fue celebrado en secreto— terminó en un jurado suspendido después de que no llegaran a un acuerdo sobre un veredicto.
En pruebas grabadas reproducidas en un tribunal cerrado, solo para el juez y el jurado, el hombre contó cómo él y su amigo se habían escabullido del resto del coro para beber vino en la sacristía del sacerdote después de la misa del domingo. Ambos tenían 13 años en ese momento.
El hombre le dijo a la corte que Pell los había pillado bebiendo vino y dijo algo como “están en problemas”, según el resumen del caso del juez Kidd. Pell comenzó a mover algo debajo de su túnica, dijo el hombre, antes de agredirlos sexualmente, uno tras otro, según las notas de la sentencia del juez Kidd. Durante la terrible experiencia, que duró de cinco a seis minutos, los niños estaban “sollozando”, dijo el hombre en su testimonio. En un momento, Pell les dijo que se callaran, “porque estaban llorando”, contó el juez Kidd.
Ninguno de los niños le contó a nadie sobre la terrible experiencia, hasta 2015, cuando el hombre se acercó a la Policía de Victoria para presentar una denuncia formal. Para entonces, había asistido al funeral de su antiguo amigo, quien había muerto por una sobredosis accidental después de años de abuso de drogas.
La apelación
En la audiencia de apelación en junio, el abogado de Pell, Bret Walker SC, presentó una larga lista de razones por las cuales “no era posible” que Pell cometiera el presunto ataque. También arrojó dudas sobre el relato del hombre.
En el fallo del miércoles, la jueza principal Ferguson dijo que ella y el juez Chris Maxwell no estaban de acuerdo, diciendo que la víctima “claramente no era mentirosa, no era fantasiosa y era testigo de la verdad”. El juez disidente, Mark Weinberg, dijo que las discrepancias en el relato de la víctima lo dejaron con algunas dudas.
Los abogados de Pell también apelaron la condena por otros dos motivos, lo que habría llevado a un posible nuevo juicio. Incluyeron que se debería haber permitido a la defensa mostrar un video animado y que Pell debería haber presentado una declaración de inocencia frente al jurado. Ambos motivos fueron rechazados.
La Conferencia de los Obispos Católicos de Australia emitió una declaración, diciendo que “todos los australianos deben ser iguales ante la ley y aceptar el juicio de hoy en consecuencia”.
Un portavoz del Vaticano dijo a CNN el lunes que la iglesia “espera los resultados del proceso en curso y las decisiones de la justicia civil antes de abordar el caso”. Cuando se hizo público el veredicto de culpabilidad de Pell, el Vaticano dijo que lanzaría su propia investigación sobre Pell.
Pell recibió permiso del Vaticano para impugnar los cargos. En febrero, después de que su condena se hiciera pública, la Iglesia confirmó que su posición como prefecto de su secretaría para la economía no había sido renovada. Y, junto con otros dos cardenales, Pell perdió su lugar en el pequeño consejo de asesores del papa el año pasado, lo que el Vaticano atribuyó a su avanzada edad.
Pell tiene 28 días para apelar el fallo del miércoles en el Tribunal Superior de Australia, el tribunal de mayor rango del país. Cualquier decisión tomada allí sería definitiva y no estaría sujeta a apelación.