(CNN Español) – Esta semana al menos 91 jefes de Estado se reunirán en Nueva York en la versión número 74 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA por sus siglas en inglés).
El cambio climático será uno de los temas en los que se centrará la agenda.
Por América Latina la gran mayoría de los presidentes asistirá a este encuentro.
La de 2019 será la primera aparición en la UNGA del líder de Brasil, Jair Bolsonaro, quien recientemente prometió asistir incluso en silla de ruedas, luego de una cirugía reciente. Después de la gran preocupación mundial por los incendios masivos y la deforestación en la Amazonía brasileña, es probable que Bolsonaro se enfrente a los defensores del clima. Él ya ha prometido un “discurso que es diferente de los anteriores”.
Después de él estará Donald Trump, quien con anterioridad se ha adherido al teleprompter, y el año pasado provocó la risa de los delegados mientras elogiaba a su propia administración.
El presidente de Colombia, Iván Duque, también llegó a Nueva York, donde inició su agenda con un discurso sobre la Amazonía. Este lunes convocó a “una gran coalición mundial” para proteger los bosques lluviosos y la selva tropical húmedo, al intervenir en la Cumbre sobre Bosques Tropicales. Se espera que en su discurso ante la Asamblea General de la ONU denunciará “los efectos nefastos de la dictadura en Venezuela”, pero hasta el momento no ha trascendido si se referirá a la implementación de los acuerdos de paz y la situación de derechos humanos en Colombia.
El presidente de Argentina Mauricio Macri llegará este martes a Nueva York para participar en la UNGA y además se reunirá, entre otros, con la alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
También asistirán a la Asamblea Nacional de la ONU los presidentes de Costa Rica, Carlos Alvarado; Ecuador, Lenin Moreno; Chile, Sebastián Piñera; Bolivia, Evo Morales; Perú, Martín Vizcarra, entre otros.
Los que no asistirán
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció en septiembre que no asistiría a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y que en cambio será su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien represente a su Gobierno. Ebrad llevará a esta instancia la lucha de México contra el racismo y el supremacismo blanco, que según dijo a principios de septiembre, es una de las formas de terrorismo más peligrosas que hay hoy en el mundo.
El cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió sus saludos, pero no saldrá del país. Maduro dijo hace unas semanas que prefiere quedarse en Venezuela “bien seguro y bien tranquilo” y que en su representación irán la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y su canciller, Jorge Arreaza.
Es poco probable que aparezca el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente del país por más de 50 países, pero enviará una delegación para que represente a Venezuela, que presionará a la ONU para que reconozca en el futuro a Guaidó.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, tampoco estará en Nueva York esta semana. La vicepresidenta Rosario Murillo anunció la semana pasada que en representación de Nicaragua irá una delegación de seis personas, encabezada por el canciller Denis Moncada y el embajador en Naciones Unidas, Jaime Hermida.
Otros líderes mundiales que no asistirán
La lista de líderes que no estarán presentes este año también es interesante: el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder chino Xi Jinping rara vez asisten, y tampoco estarán presentes este año. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanayhu, canceló en medio de una confusión posterior a las elecciones en su país. Netanyahu, un exembajador en la ONU, disfruta sus discursos de la Asamblea General, a menudo con accesorios de cuadros y diagramas.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, había sido incluido como orador, pero ya no viene a raíz de la aparición de múltiples fotografías de su pasado en las que se pintó la cara, justo antes de las elecciones nacionales.
Aunque las instalaciones de las Naciones Unidas son consideradas terreno internacional, Estados Unidos sigue siendo el anfitrión. De acuerdo con el acuerdo del “país anfitrión”, se supone que los visitantes que viajan por negocios oficiales de la ONU no deben estar limitados, y hubo una vez en que Estados Unidos impuso un generoso cordón de radio de 40 kilómetros a los visitantes internacionales que no le gustaban.
Pero este año, Estados Unidos no se está conteniendo. Además de las restricciones de movimiento sobre Zarif de Irán, dos diplomáticos cubanos que vivían en Nueva York que habían planeado participar en la UNGA fueron expulsados el jueves por la administración Trump. Y los diplomáticos restantes en la misión cubana enfrentan las restricciones más duras entre todos los países: no se les permite salir de la estrecha isla de Manhattan.
– Con información de Richard Roth de CNN.