(CNN Español) – Tres gerentes activos y un exgerente del Banco de Brasil están bajo investigación por lavado de dinero como parte de la nueva fase de la operación conocida como “Lava Jato” iniciada este viernes, informó la agencia estatal Agencia Brasil.
Según reseña Agencia Brasil, los gerentes habrían aceptado pagos para evadir mecanismos de prevención de lavado de dinero en sucursales del Banco de Brasil en Sao Paulo.
El Ministerio Público de Brasil explica que bajo este esquema se permitió la apertura de cuentas de compañías fantasmas controlados por organizaciones criminales que realizaron cientos de operaciones de lavado de dinero.
Al ser notificado por investigadores del Ministerio Público, el banco realizó una investigación interna que compartió con las autoridades y que además, “ha iniciado procedimientos administrativos que pueden resultar en el despido de los empleados involucrados”.
Tres gerentes y un ex gerente del Banco do Brasil se encuentran entre los investigados por la Operación Alerta Mínima, la fase número 66 del caso Lava Jato, lanzada este viernes por la Policía Federal (PF). Según la Fiscalía Federal
(MPF), los tres fueron cooptados por operadores financieros (doleiros) para facilitar la ejecución de cientos de operaciones de lavado de dinero entre 2011 y 2014.
“Varios elementos planteados durante la operación Lava Jato indican que los gerentes vinculados a tres sucursales del Banco do Brasil, ubicado en Sao Paulo, recibieron ventajas indebidas para eludir los mecanismos de
prevención de lavado de dinero de la institución”. Según el fiscal Roberson Pozzobon, los gerentes investigados, cuando fueron consultados por sus superiores sobre los valores de las transacciones ilícitas, llegaron a defender la normalidad de estas transacciones.
El MPF señala que el monto ilegal movido por los investigados, a través de transferencias bancarias “de las cuentas mantenidas por la organización criminal, excedió el monto de 200 millones de dólares”. Según los fiscales, gran
parte de esta cantidad se convirtió en efectivo para el uso de los contratistas para pagar sobornos en los contratos con Petrobras. “Uno de los doleiros investigados vino a mover 150 millones de dólares”, dijo Pozzobon, durante una entrevista de prensa para detallar la operación en Curitiba.
“La mala conducta de los administradores ha permitido que las cuentas en nombre de compañías fantasmas controladas por organizaciones criminales se abran y operen en la institución financiera durante mucho tiempo, llevando a cabo cientos de operaciones de lavado de dinero, incluidos depósitos y retiros de efectivo significativo”. detalla el MPF.
Los fiscales informaron que la evidencia indicaba que los gerentes investigados actuaron para “cerrar incorrectamente los registros del sistema de detección de lavado de dinero del Banco do Brasil al insertar justificaciones que sabían que eran falsas, lo que impidió u obstaculizó la presentación de transacciones sospechosas al Banco”.
Los investigadores de la operación también dijeron que el Banco de Brasil fue informado de la existencia del esquema criminal que involucra a los empleados de la institución. Según el Fiscal Pozzobon, el banco, entonces
bajo citación judicial, realizó investigaciones confidenciales internas, cuyos resultados se enviaron a los investigadores de Lava Jato, incluyendo “otra evidencia de las acciones de sus empleados para facilitar las operaciones de lavado de dinero”.
Nota del Banco de Brasil
Por medio de una nota, emitida por su oficina de prensa, Banco de Brasil informó que ha estado colaborando con las investigaciones y ha iniciado procedimientos administrativos que involucran a los empleados investigados.
“Banco de Brasil informa que ha estado colaborando con las autoridades en la operación de Alerta Mínima, ya que ha iniciado procedimientos administrativos que pueden resultar en el despido de los empleados involucrados”.
Alerta mínima
Según la PF, el nombre de la operación, Alerta mínima, se refiere al hecho de que “las alertas de operación atípicas del sistema interno del banco para la comunicación a Coaf ahora están cerradas, tras la presentación de
justificaciones por parte de los gerentes de sucursales, como si no hubiera signos de lavado de dinero”.