Nota del editor: Lakshman Achuthan y Anirvan Banerji son cofundadores del Economic Cycle Research Institute (ECRI). Las opiniones expresadas en este artículo son propias de los autores.
(CNN) – El mercado de valores una vez más está alcanzando sus récords más altos impulsado por la esperanza de los inversores de que la recesión ya no sea una posibilidad, al menos por ahora. Después de todo, los datos económicos como ser las ventas minoristas y la tasa de desempleo no se ven desastrosos, se podría estar gestando un acuerdo comercial con China y el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell dijo el miércoles que espera que la economía se mantenga fuerte, incluso si la Reserva ha recortado sus tasas de interés por segunda vez este año.
Pero más de la mitad de los directores financieros en Estados Unidos esperan que el país ingrese en una recesión antes de las elecciones del 2020, según un nuevo sondeo publicado esta semana. Nuestra propia investigación muestra que están en lo cierto al preocuparse: la desaceleración económica sigue presta y el riesgo de una recesión avanza gradualmente.
La idea convencional hoy es que, mientras la industria se ha desacelerado por la guerra comercial, el consumidor está en forma porque el mercado laboral es fuerte. Pero los datos verificables revelan una realidad más severa.
Si bien la tasa de desempleo se mantiene casi en su nivel más bajo en medio siglo, el crecimiento de la nómina laboral respecto del año pasado –que mide el porcentaje de aumento en empleos no agrícolas en los últimos 12 meses— ya tocó su pico más alto en tres años de 1,9% en enero. Desde entonces, se ha desplomado a su nivel más bajo en ocho años justo por debajo de 1,4%.
El asunto ahora es si se seguirá deteriorando el crecimiento laboral. El crecimiento en el Índice Líder de Empleo en EE.UU. (USLEI, por sus siglas en inglés) del Instituto de Investigación del Ciclo Económico (ECRI) –diseñado para responder esa pregunta porque predice picos y puntos mínimos cíclicos en el crecimiento laboral— cayó abruptamente a su peor lectura desde la Gran Recesión. Mirando hacia el futuro, la implicancia es clarísima: el crecimiento laboral está posicionado para desacelerarse más en los próximos meses.
Entretanto, el crecimiento del PBI respecto del año pasado también se redujo a partir de su pico cíclico del 2T 2018, cuando vimos el mejor crecimiento del PBI en años recientes: un pico anual de tres y un cuarto reforzado por un recorte fiscal. Durante el año pasado –en el 2T 2019— ya había descendido a su nivel más bajo en dos años, y caerá al menor punto en tres años si es correcta la “previsión inmediata” de la Reserva Federal de Atlanta del momento en que escribo: de un crecimiento del PBI inferior al 2% para el actual trimestre.
En otras palabras, los datos verificables muestran que la desaceleración del crecimiento económico de EE.UU. –que comenzó hace más de un año, como lo predijo el ECRI— continúa. Y nuestra investigación dice que no terminará en el futuro cercano.
El peligro es este: si el crecimiento económico y laboral se siguen enlenteciendo, perdura el riesgo real de que esas desaceleraciones culminen en una recesión. De hecho, la caída del crecimiento laboral a su punto más bajo en ocho años, después del desmoronamiento en el crecimiento del USLEI a su punto más bajo en diez años, debería socavar la idea convencional de que el mercado laboral se mantendrá fuerte. Y el crecimiento laboral marcadamente más lento no sostendrá el saludable gasto del consumidor que se requiere para que la economía desestime la disminución en la manufactura.
Pero incluso los datos verificables disponibles podrían ser más débiles de lo que se ve. Por ejemplo, el punto más bajo en ocho años en las tasas de crecimiento no considera la revisión ya anunciada a la baja de los empleos no agrícolas, cuyos detalles no se publicarán hasta febrero próximo. Lo que sabemos es que los datos exhibidos actualmente en la tabla sobreestiman por más de medio millón de empleos el número de puestos laborales agregados entre abril de 2018 y marzo de 2019.
Entonces hoy, en septiembre de 2019, los datos en tiempo real muestran que el crecimiento del empleo no agrícola con respecto al año pasado está cayendo por debajo de 1,4%. La última vez que hizo un pico y luego cayó a ese número tan bajo –en tiempo real— fue en agosto de 2007, solo cuatro meses antes de que comenzara la Gran Recesión en diciembre de 2007. Esa historia no se muestra en los datos laborales que ve buena parte de la gente porque han sido revisados.
Muchos se olvidan de que, a principios de diciembre de 2007, el informe laboral mostraba que le economía había conseguido 94.000 empleos de nómina el mes anterior. Los datos en tiempo real no comenzaron a mostrar ninguna pérdida en las nóminas laborales hasta que salió el informe laboral en febrero de 2008, un par de meses después de que la recesión ya hubiera comenzado.
Los datos del PBI en tiempo real fueron incluso más engañosos. A fines de noviembre de 2007, al borde de la recesión, la publicación más reciente mostraba que el crecimiento real del PBI en el 3T 2007 era de 4,9%. Después de ser revisado en años posteriores, el crecimiento del PBI trimestral ahora quedó en solo 2,2%.
Tomados como reales, los datos disponibles actuales muestran que tanto el crecimiento del PBI como el de la nómina laboral están en ciclos decididamente a la baja. Pero el análisis del ECRI –basado en nuestros indicadores de pronóstico— predice que esas depresiones persistirán el año próximo.
Por supuesto, muchos comentadores están caracterizando el crecimiento del PBI o el crecimiento laboral como “saludable” o “fuerte”. Incluso sin dichos eufemismos, las narrativas construidas en torno a los datos más recientes de empleo o del PBI no nos dicen nada sobre adónde va el crecimiento económico.
En contraste, los pronósticos del ECRI no son sobre si el crecimiento es fuerte o débil, sino sobre la dirección cíclica del crecimiento. ¿Se mantendrá en una depresión cíclica o ingresará a un repunte cíclico en el futuro cercano?
Cuando despejamos el ruido en torno a las charlas del acuerdo económico y los datos económicos, el mensaje claro es que la economía se seguirá desacelerando y el riesgo de la recesión seguirá creciendo.
Traducción de Mariana Campos