(CNN Español) – Con el fin de combatir los abusos sexuales a menores de edad en la Iglesia, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado este martes para que en México se levante o se amplíe la prescripción de los delitos sexuales, que actualmente es de 10 años en la legislación federal.
El presidente de CEM, monseñor Rogelio Cabrera, les pidió a las autoridades competentes que no haya prescripción del delito (es decir que no haya una fecha límite para que se investiguen los delitos sexuales), pues dice, es injusto para las víctimas.
La CEM informó que en los últimos diez años han investigado a 426 sacerdotes. 271 de ellos denunciados por abuso sexual más otros 155 procesos por otras faltas, que no se especificaron. De los más de 400 casos, 173 procesos están todavía en curso, 253 han sido completados y 217 sacerdotes han sido dimitidos del orden clerical, informó monseñor Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM.
“Actualmente es de 10 años y ya después no se puede hacer nada. Nosotros consideramos que esto es injusto puesto que el mal perdura a lo largo de la vida de aquel que ha sido víctima”, dijo Monseñor Cabrera en una rueda de prensa este martes.
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Las prescripciones de los delitos son distintas en cuanto a las leyes mexicanas y el canon de la Iglesia. En el primero, la prescripción es de 10 años, mientras que en la Iglesia está establecido que los delitos prescriben 20 años después de que la víctima cumpla 18 años. Además, según el presidente de la CEM, dicha prescripción eclesial es derogarle, por lo que en la práctica los delitos nunca prescriben para la Iglesia católica.
Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, dijo que casos de abusos sexuales contra menores han sido notificados a las fiscalías locales.
El llamado llega en medio de un escándalo de abusos sexuales a menores de edad, denuncias de encubrimientos, y una crisis de legitimidad de la Iglesia en varios países. Recientemente, la orden de los Legionarios de Cristo reconoció al menos 175 abusos sexuales por parte de sacerdotes, decenas de estos por el fallecido sacerdote y fundador de la orden, Marcial Maciel.
Sobre este caso, monseñor Guardiola dijo que notificó a los Legionarios que “dimita al sacerdote” y que este “regrese a México para que enfrente la autoridad”.
En 2019 se presentaron iniciativas en el Senado de México para hacer que la violencia sexual infantil sea imprescriptible, que pasaron a estudio.
En marzo del año pasado, la Iglesia mexicana creó un equipo multidisciplinario para “erradicar de raíz” los abusos sexuales a menores protagonizados por miembros de la Iglesia católica en ese país.
‘Cero tolerancia’
Monseñor Cabrera dijo que debe cambiar la manera como se manejan las denuncias de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia, pues en el pasado se han cometido “grandes errores” que no han dejado avanzar en las investigaciones de manera expedita.
“Los procesos tienen que ser inmediatos, claros y expeditos”, dijo el presidente de la CEM. “Los grandes errores que se han cometido es por la tardanza en que se han enfrentado estos problemas, algunos con décadas de distancia, donde a veces resulta complicado seguir el hilo conductor y descubren al culpable y a aquellos que encubrieron el delito”.
La Iglesia dijo que está comprometida a “colaborar de todas las formas posibles” con las autoridades civiles, que lleven las investigaciones. Una de estas maneras es con la eliminación del secreto pontificio en casos de abuso sexual, una directriz que dió el mismo papa Francisco en diciembre del año pasado.
“Esto la Santa Sede nos lo ha dicho expresamente. Tenemos obligación y a eso obedece la nueva norma de que ya no hay secreto pontificio, que nadie puede aducir el secreto como causa para no evidenciar los problemas delictivos”, dijo Cabrera.
“Las víctimas son primero y no el victimario”, agregó el obispo. “Hay que ofrecer todo el apoyo humano y espiritual y legal. No debe haber tolerancia en casos de abuso”.
Los obispos mexicanos también alentaron a las víctimas y a los padres y tutores de los menores de edad que hayan sido violentados a que denuncien, pues durante años se ha guardado silencio “por todo el sufrimiento que implica para la víctima”.
Sobre las reparaciones, la Iglesia mexicana dijo que acompañarán a las víctimas en su rehabilitación (atención médica, psicológica y espiritual), tomará medidas de “satisfacción” (verificar los hechos, el reconocimiento público de la verdad y las sanciones contra los perpetradores) y el compromiso de no repetición.
“Se requieren reformas judiciales, institucionales y legales, cambios en los cuerpos de seguridad, promoción y respeto a los derechos humanos para evitar la repetición a las violaciones”, puntualizó el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.