(CNN) – Existe la posibilidad de que dos satélites inactivos actualmente en baja órbita terrestre choquen el miércoles por encima de EE.UU., según el servicio de rastreo de desechos espaciales LeoLabs.
Si los dos satélites chocan entre sí, la colisión dará como resultado miles de piezas de pequeños desechos espaciales que representarían un riesgo masivo para otros satélites en el espacio.
LeoLabs tuiteó el lunes que los astrónomos están monitoreando el acercamiento de los satélites de dos décadas de antigüedad, que se encontrarán a una distancia de 13 a 87 metros entre ellos a las 6:39 p.m. EST. Hay una probabilidad de 1 en 1.000 de que los dos choquen.
Si bien 1 de cada 1.000 parece muy poco probable, esa probabilidad plantea un riesgo extremadamente alto en la industria espacial. Jonathan McDowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, dijo a CNN que la probabilidad de que los satélites colisionen es “extremadamente alarmante”.
El gran tamaño de los satélites combinados aumenta la posibilidad de una colisión, según LeoLabs.
“No es tan improbable”, dijo McDowell. “Comenzamos a preocuparnos cuando es 1 de cada 10.000, por lo que 1 de cada 1.000 es inusual y en realidad podría ser mucho peor que eso”.
Los dos satélites inactivos son el telescopio espacial IRAS de la NASA lanzado en 1983 y el satélite espía experimental GGSE-4 del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU., lanzado en 1967.
Los satélites se cruzarán el miércoles por la noche a unos 899 kilómetros sobre Pittsburgh, Pensilvania, a casi 53.108 kilómetros por hora. Como ambos satélites están inactivos, los astrónomos no tienen forma de comunicarse con ellos e iniciar maniobras.
“Este tipo de información significa la rápida comercialización y expansión de la comunidad internacional en el espacio”, dijo a CNN el CEO de LeoLabs, Dan Ceperley.
“Hoy hay más de 60 agencias espaciales, que se expanden rápidamente en sectores espaciales en países como Nueva Zelandia, y es importante que esta comunidad desarrolle las mejores prácticas para crear una economía sostenible que dure para las generaciones venideras”.
Por qué realmente son malas noticias para el espacio
La última vez que ocurrió una colisión masiva fue en 2009 cuando un satélite inactivo de comunicaciones ruso colisionó con un satélite de comunicaciones activo, lo que resultó en 2.000 piezas de escombros y miles de piezas más pequeñas.
“La preocupación es que comenzaremos a ver una reacción en cadena donde todos los satélites se atacan entre sí con metralla y el espacio queda inutilizable”, dijo McDowell a CNN.
“La gente necesita preocuparse por esto porque dependemos del espacio para muchas cosas hoy en día, así que incluso si nunca vas al espacio estás usando tecnología espacial con cosas como GPS, internet y comunicaciones satelitales. Hay mucho por lo cual preocuparse.”
McDowell compara la colisión con un camión de una tonelada golpeando a una persona a 160 kilómetros por hora; si los satélites chocaran, resultaría en “100.000 veces más energía que eso”.
Debido a la enorme cantidad de energía involucrada, si los satélites se tocan, una onda de choque hipersónica los atravesará a ambos, reduciéndolos a desechos que luego se extenderán a sus órbitas.
Si bien los escombros no llegarán a la Tierra, representarán un riesgo para otros satélites en el espacio, aumentando la probabilidad de colisiones adicionales que dificultarán el lanzamiento de satélites y la ejecución de operaciones espaciales.
Actualmente hay 250.000 piezas de escombros en la órbita terrestre baja, dijo Ceperley a CNN. Estos restos permanecen en órbita durante décadas, e incluso siglos.
“Es como los océanos. Los humanos comenzaron a pensar ‘esto es grande y vacío, podemos tirar cualquier desperdicio que queramos y nunca será un problema’”, dijo McDowell. “Es solo cuando las cosas se ponen realmente mal y casi demasiado tarde para arreglar que empezamos a preocuparnos”.
Si bien todos pueden esperar que los dos satélites se crucen sin colisionar, si lo hacen, tendremos mucha más basura para limpiar en el espacio.