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Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades por más de dos décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de Estilo de CNN en Español.

(CNN Español) – Nada está claro. No sabemos si esa normalidad que era tan poco valorada la recuperaremos, si será igual, ni mucho menos sabemos cuándo volverá.

Mientras esperamos y permanecemos en casa para evitar contagiarnos, también debemos cuidar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra apariencia. Es parte de un todo, de un balance.

En esta nueva realidad, tu estado de ánimo necesita de pequeñas ayudas, que a la vez pueden ser soluciones muy positivas.

Y poniendo en práctica estas necesarias ayudas, te recomiendo que crees una nueva disciplina que día a día refuerce tu amor propio, y así podrás ayudar más y mejor a tu familia y a aquellos que quieres y te quieren.

Y por eso piensa en la importancia de cuidar tu cuerpo en todos los aspectos, y parte estos cuidados deben ser destinados a nuestra piel; es vital.

Un órgano que necesita ayuda

El órgano más grande que tenemos, la piel, no debe resecarse y perder hidratación.

Y no solo para evitar que luzca envejecida, frágil y áspera, sino porque puede agrietarse, romperse de tanta resequedad, y favorecer la aparición de enfermedades cutáneas, además de bacterias y microbios. Y esto es peligroso - aunque muy sencillo y fácil de evitar.

Una disciplina diaria

Hay que comenzar por una limpieza diaria -un baño o una ducha-, con geles o jabones hidratantes, para luego pasar al cuidado directo y constante de la piel con cremas y lociones que al usar, de día y de noche, le den a la piel una apariencia lozana, protegida, elástica y mucho más joven. Es una necesidad tan grande como lavarse los dientes o tomar vitaminas.

Hace muchos años una marca de cosméticos se hizo famosa al salir al mercado con un anuncio en que realzaba el 1-2-3 de la belleza con la foto de un cepillo de dientes, un jabón y un humectante. Y décadas más tarde, los beneficios de esa rutina básica no han cambiado.

Nuevas opciones por Internet

Si no puedes comprar esas marcas que usas desde hace años, aquí te sugiero (ahora que muchos de nosotros hacemos las compras por Internet) nuevas opciones que en muchos países existen de toda la vida… ¡y personalmente uso fielmente!

Y es el uso de los excelentes productos de la llamada parafarmacia, que por tradición se venden en farmacias, perfumerías, droguerías y grandes tiendas en línea, incluyendo las grandes cadenas de supermercados.

Prestigiosos laboratorios y compañías internacionales -en Europa, igual que en EE.UU. y América Latina- además de crear medicinas, tienen una amplia producción de artículos de bienestar y de belleza que se venden mayormente en farmacias. Y cuyos precios son generalmente más accesibles.

Me encanta usar estos productos y disfruto leyendo los prospectos que vienen en sus envolturas y explican sus beneficios científicos - y el hecho de que muchos se pueden comprar por Internet - y existen marcas muy confiables.

Por ejemplo, la icónica marca Bayer, sí, la misma de la aspirina con su línea hidratante Bepanthen, creada en laboratorios suizos en 1944, se vende en 117 países; la alemana Nívea con varios productos “de culto”; Weleda cuya crema Skin Food es famosa y la favorita de celebridades como Victoria Beckham, Julia Roberts y Rihanna, entre otras; y Vichy con su Mineral 89, un concentrado de ácido hialurónico.

Y la lista sigue con otras marcas que seguro has tenido en tu botiquín o en tu baño como Aquaphor, Eucerin hasta la popular Neutrogena.

Como ves, además de productos que ya conoces y has usado por años, recuerda que hay un gran número de marcas que puedes comprar en línea. Estas marcas ofrecen amplias líneas del cuidado de la piel que en estos momentos resultan muy útiles, fáciles de adquirir y beneficiosas, sin gastar mucho. Comenzar una rutina en medio del encierro, una rutina para tu salud pero que además te haga lucir bien, no tiene precio.

Sea cual sea tu régimen de belleza, ¡aprovecha que estás en casa!