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Preocupa el aumento de casos de coronavirus en 10 estados de EE.UU.
00:54 - Fuente: CNN

(CNN) – A medida que los casos de coronavirus en Arizona alcanzan un nuevo récord, el estado se enfrenta a otra amenaza grave: los incendios forestales, con varios fuegos avivados por el calor extremo y la sequía acechando tres de sus principales ciudades.

Científicos dicen que los incendios son un comienzo ominoso de lo que podría ser una temporada de incendios muy activa en el oeste, ya que la pandemia, los incendios forestales y el cambio climático convergen para crear una receta para un posible desastre.

Arizona ya ha registrado tres veces más tierra quemada por incendios este año en comparación con el mismo periodo de 2019, según las estadísticas del Departamento de Silvicultura y Manejo de Incendios de Arizona.

El mayor de los incendios den el estado es el incendio conocido como Bush, que arde al noreste de Phoenix en el Bosque Nacional de Tonto.

El mayor de los incendios den el estado es el incendio conocido como Bush, que arde al noreste de Phoenix en el Bosque Nacional de Tonto. En los aproximadamente cinco días desde que comenzó, ha explotado hasta ser el incendio más grande actualmente en Estados Unidos, y ya es uno de los más grandes en la historia de Arizona.

Hasta el jueves por la mañana, el incendio estaba contenido solo en un 5% y había quemado más de 46.135,2 hectáreas, un área más grande que la ciudad de Denver. Se han emitido órdenes de evacuación para algunas ciudades en los condados de Maricopa y Gila, donde se pronostica que las condiciones cálidas y secas continuarán más allá de la próxima semana.

En el condado de Pima, un gran incendio provocado por un rayo está ardiendo cerca de Tucson. El incendio conocido como Bighorn ha avanzado hasta 12.629,7 hectáreas con una contención del 40%, dijo el jueves el Servicio Forestal de Estados Unidos.

“Ayer, debido a los fuertes vientos, el incendio hizo un gran avance hacia el norte, creciendo más de 2.832,9 hectáreas”, dijo el jueves el Departamento del Sheriff del Condado de Pima en un comunicado.

“Las operaciones aéreas, incluidos los aviones tanqueros de ala fija, funcionaban desde temprano esta mañana, arrojando agua y retardantes de fuego para frenar la propagación del fuego”, dijo el departamento del sheriff.

El Departamento del Sheriff del Condado de Pima y el Departamento de Policía de Oro Valley habían emitido órdenes de evacuación a principios de la semana.

El “incendio amenazaba aproximadamente 850 hogares alrededor de Oro Valley y las laderas de Catalina, con evacuaciones obligatorias vigentes para aproximadamente 200 hogares”, según un comunicado de prensa de FEMA.

FEMA ha autorizado el uso de fondos federales para ayudar al estado a combatir el incendio del Big Horn. Al menos 419 bomberos están luchando contra el incendio que se encuentra en las montañas de Santa Catalina. El fuego comenzó el 5 de junio.

Mientras los funcionarios de salud pública intentan evitar que el coronavirus se propague, la pandemia ha obligado a los bomberos del estado a ajustar la forma en que suprimen los incendios.

Este año, están preposicionando más tripulaciones, extendiendo los campamentos y confiando más en los aviones para arrojar agua, según Tiffany Davila, oficial de información pública del Departamento de Bosques y Manejo de Incendios de Arizona.

“… A veces puede ser difícil mantener el distanciamiento social mientras se combate el fuego, especialmente cuando puede haber cientos, tal vez incluso mil bomberos asignados a cualquier incidente. Pero estamos trabajando de la manera más segura posible para asegurarnos de que nuestros equipos permanecen sanos y nuestras comunidades y residentes están protegidos”, dijo.

El calor extremo y una ‘mega-sequía’ alimentan los incendios

Las temperaturas anormalmente altas son el principal impulsor de estos enormes incendios, dice Daniel Swain, un científico climático de la UCLA y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica.

Mayo fue uno de los meses más cálidos en la historia de Arizona, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), con temperaturas en el estado más altas que el promedio del siglo XX para este mes.

Pero también hay tendencias a largo plazo en juego.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional en Phoenix, la ciudad no ha visto precipitaciones apreciables en más de dos meses.

Y detrás de esto hay una épica “megasequía” de varias décadas, que ha dejado secas grandes extensiones del suroeste. Un estudio reciente encontró que las últimas dos décadas son probablemente el periodo más seco que la región ha visto en cientos de años, y que el culpable es el calentamiento global causado por los humanos.

A corto plazo, no se espera un clima favorable para ayudar a los bomberos a controlar las llamas.

La próxima oportunidad de lluvia probablemente no llegará hasta que comience la temporada del monzón a principios o mediados de julio, dice Swain.

“En este momento, parece que serán al menos un par de semanas más de condiciones muy secas, calurosas y ocasionalmente ventosas, lo que probablemente significará que algunos de los incendios que ahora arden en Arizona seguirán hasta julio”, dijo.

Se prevé un ardiente 2020

La situación en Arizona es inquietante, pero lo que podría ocurrir a medida que la temporada de incendios se traslade al norte a otras partes del oeste de EE. UU. es aún más preocupante, especialmente en California, que ha sido devastada por varios incendios mortales en los últimos años.

La perspectiva más reciente del Centro Interagencial Nacional de Incendios proyecta una actividad de incendios superior a la media en el norte de California a partir de junio, y se amplía para incluir gran parte del noroeste, que podría provocar incendios en septiembre.

“Desafortunadamente, [Arizona es] probablemente una previsión de lo que llegará a los estados circundantes en las próximas semanas y meses, debido a esta sequía emergente en gran parte del oeste y las proyecciones para un verano más cálido que el promedio en casi todas partes, que sucede con bastante frecuencia en estos días con el cambio climático”, dijo Swain.

Para Swain, la perspectiva de una pandemia que choca con las amenazas planteadas por una intensa temporada de incendios es preocupante.

Está el humo, que por sí solo puede presentar riesgos para la salud, y aún más a la luz de cómo el coronavirus ataca los pulmones de las víctimas.

Existen los desafíos que plantea el coronavirus para los bomberos encargados de proteger a las personas de los incendios.

Y luego está el tema de las evacuaciones, y el riesgo de que sacar a miles de personas del camino de un incendio podría conducir a más infecciones por covid-19.

“Puede haber sido una temporada de incendios desafiante incluso sin la pandemia, pero está haciendo que las cosas sean mucho más difíciles”.

Joe Sutton de CNN, Brandon Miller, Monica Garrett y Judson Jones contribuyeron a este informe.