(CNN Business) – La semana pasada, inversores globales ignoraron en gran medida las preocupaciones sobre los nuevos focos de infecciones por coronavirus en algunos estados de Estados Unidos, Alemania y China, así como la escalada de casos en América Latina y el Caribe.
Sin embargo, este miércoles los inversores muestran señales de que se están empezando a sentir incómodos con la situación.
Lo que sucede: el precio del oro, activo esencial de refugio seguro, ha subido por encima de los 1.776 dólares por onza, su nivel más alto en casi ocho años.
“El panorama técnico ahora sugiere que el oro puede comenzar su tan esperado asalto a 1.800 dólares la onza”, dijo el analista de mercado sénior de Oanda Jeffrey Halley a clientes.
En Alemania, el DAX cayó más del 2% incluso cuando la muy monitoreada encuesta de negocios de IFO superó las expectativas e indicó que la recuperación del país está en marcha.
Las preocupaciones sobre otra ola de infecciones están creciendo después de que el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia impusiera un nuevo cierre en el área alrededor de una fábrica de procesamiento de carne afectada por un brote de coronavirus.
Las futuros sobre acciones de Estados Unidos también son más bajos, en momentos en que los inversores enfrentan casos crecientes de coronavirus en estados como California, Florida, Arizona y Texas. El Dr. Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas del país, advirtió el martes que si el país no controla la pandemia para otoño, estará “persiguiendo un incendio forestal”.
A medida que los países vuelvan a abrir, la situación en Estados Unidos podría pesar sobre la economía global. La Unión Europea evalúa recomendar que los estados miembros impidan a los estadounidenses visitar sus países debido al aumento en los casos de covid-19, según dos diplomáticos de la UE.
Recuerda: incluso cuando los inversores andan con cuidado, los activos de riesgo como las acciones no muestran signos reales de vacilación. El S&P 500 terminó el martes casi un 40% por encima desde su punto más bajo el 23 de marzo.
Incluso en ausencia de un aumento en los casos que conduzcan a nuevos cierres, los economistas todavía están preocupados por la fortaleza de la recuperación.
Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank, dijo que a pesar del movimiento alcista en la encuesta de clima de negocios de IFO en Alemania, cree que la recuperación se moderará en la segunda mitad del año.
La crisis que enfrenta la industria de esquisto de Estados Unidos
La industria estadounidense de petróleo de esquisto está celebrando su cumpleaños número 15 en un momento peligroso.
El crecimiento masivo del esquisto transformó a Estados Unidos en el principal productor mundial de crudo. Pero la industria del esquisto no logró convertir esos barriles en aumento en ganancias consistentes, y la pandemia ha trastornado el mundo.
Lo que significa: precios deprimidos del crudo, montones masivos de deuda y fuga del capital lejos de los combustibles fósiles amenazan con desencadenar una ola de quiebras y ventas a jugadores más grandes, informa mi colega de CNN Business Matt Egan.
Alrededor del 30% de los operadores estadounidenses de esquisto bituminoso son técnicamente insolventes con un petróleo a 35 dólares por barril, según un estudio publicado esta semana por Deloitte. Eso significa que el valor futuro descontado de estos frackers es más bajo que su deuda total.
El petróleo de Estados Unidos ahora cotiza entre 39 y 40 dólares por barril.
La historia de fondo: ayudadas por las tasas de interés históricamente bajas, las compañías estadounidenses de petróleo de esquisto disfrutaron durante mucho tiempo de un fácil acceso al capital proveniente de inversores cautivados por su potencial de crecimiento. Estas inversiones permitieron innovaciones tecnológicas que dispararon la producción e hicieron que los frackers fueran más eficientes.
Sin embargo, las ganancias y el flujo de efectivo libre resultaron ser difíciles de obtener. La industria del esquisto de Estados Unidos ha quemado 300.000 millones de dólares desde 2010, según Deloitte.
La recesión en curso y los bajos precios de la energía ahora están obligando a las grandes y pequeñas compañías petroleras a recortar el valor de sus antes lucrativas carteras. Este aumento de las amortizaciones tendrá grandes consecuencias para la industria.
¿Es la libra efectivamente una moneda de mercado emergente?
La libra esterlina es una de las monedas más comercializadas en el mundo. Pero los movimientos erráticos de los precios y la debilidad persistente están causando que algunos inversores reconsideren su posición en los mercados financieros.
En una nota reciente para sus clientes, Bank of America sugirió que podría ser el momento de tratar a la libra como una moneda de mercado emergente.
“Creemos que (la libra) está en proceso de evolucionar hacia una moneda que se asemeja a la realidad subyacente de la economía británica: pequeña y en contracción”, dijeron los estrategas Kamal Sharma y Myria Kyriacou.
La moneda, que ha bajado un 16% frente al dólar desde el referéndum del brexit en 2016, ha sido extremadamente volátil desde marzo.
Sharma y Kyriacou describieron sus fluctuaciones como “neuróticas en el mejor de los casos, insondables en el peor”. Señalaron que la única moneda que los inversores ven como más inestable es el real brasileño.
La libra luce especialmente vulnerable en la segunda mitad del año. El gran déficit de financiación del país como resultado de la pandemia de coronavirus es un riesgo importante, según Bank of America. Y las preocupaciones se ciernen sobre si el Reino Unido puede llegar a un acuerdo comercial con la Unión Europea, sin mencionar lo que tal acuerdo significará para la economía británica.
“Es probable que el brexit altere permanentemente la forma en que los inversores ven la libra”, dijeron Sharma y Kyriacou.