Aunque las islas, como la mayoría de las tierras y los recursos de China, son propiedad del gobierno, se pueden alquilar a particulares.

(CNN) –- La provincia de Liaoning, en el noreste de China, alberga cientos de islas deshabitadas, y están disponibles para alquilar.

Los departamentos de Finanzas y Recursos Naturales de Liaoning emitieron una declaración en julio que circuló ampliamente en las redes sociales chinas esta semana, enumerando las “tarifas de uso” para las islas deshabitadas.

Aunque las islas, como la mayoría de las tierras y los recursos de China, son propiedad del gobierno, se pueden alquilar a particulares. Sus precios parten de los 3.700 yuanes (unos US$ 535) por hectárea al año, según la agencia de noticias estatal china Xinhua.

Liaoning alberga la mayor cantidad de islas en el norte de China: 633 islas en total, de las cuales 44 están habitadas y las 589 restantes están vacías. Aunque algunas de las islas se encuentran frente a la costa del Mar Amarillo, muchas están esparcidas a lo largo del río Yalu que separa la provincia de la vecina Corea del Norte.

La capital de Liaoning, Shenyang, está a casi 700 kilómetros al este de Beijing, mas o menos la distancia que hay de Boston a Washington, DC.

En los últimos años, la presión sobre los recursos marinos en la región ha aumentado y algunas de las islas y el territorio marino circundante se han “utilizado de manera ineficiente”, según el informe de Xinhua.

Vista de la isla de Bangchui frente a la costa de la ciudad de Dalian, en la provincia de Liaoning, en 2009 (maginechina Limited/Alamy).

En el extremo superior de la escala, las islas pueden costar hasta 25 millones de yuanes (alrededor de 3,6 millones de dólares) por hectárea al año, según el informe. El precio depende de varios factores, incluido cuánto se desarrollará y para qué fines.

Lo más bajo que puede costar es 535 dólares, eligiendo las opciones más baratas de todos los factores. Por ejemplo, esto significa elegir las islas de menor rango en una escala de seis niveles, que se clasifica según el “desarrollo socioeconómico”. Cuanto más alto sea el rango, más caro es.

Pero simplemente gastar dinero en efectivo no es suficiente. La isla también tendría que cumplir con los estándares de “uso primordial”, lo que significa que no requiere la recuperación de tierras u otros tipos de desarrollo de tierras que podrían aumentar el precio 20 veces. Este requisito actúa como un disuasivo para el desarrollo y, en cambio, fomenta la protección ambiental, dijo Xinhua.

Finalmente, depende de para qué quieras usar la isla: turismo, agricultura, pesca, energías renovables, desarrollo urbano u otras actividades. Hay nueve categorías posibles de usos, cada una con diferentes precios.

El turismo y el entretenimiento son los propósitos más comúnmente elegidos para estas islas alquiladas, dijo Yu Xingguang, miembro del Tercer Instituto de Oceanografía de China, según el medio estatal Global Times.

La perspectiva de ser propietario de una isla causó sensación en la plataforma de redes sociales china Weibo, pero los funcionarios advirtieron que no era tan sencillo como firmar un contrato y hacer las maletas.

El objetivo de publicar esta declaración y diseñar un sistema de precios tan complejo es garantizar una mejor protección para las islas, lo que significa que los posibles inquilinos deben someterse a un proceso de solicitud largo y estricto.

El arrendatario tendría que presentar informes del proyecto para demostrar el cumplimiento de la regulación ambiental, así como planes específicos de desarrollo y utilización. Solo después de una revisión detallada se aprueba a los inquilinos y se les dan las llaves de su nueva isla deshabitada.

“Los valores de las islas se calculan cuidadosamente después de la investigación de campo, y los factores ecológicos, como especies raras, agua dulce, playas y otros recursos, también deben tenerse en cuenta en el plan general”, dijo Yu en el informe del Global Times.

China se ha ganado el escrutinio internacional en los últimos años por su aumento en el dragado y la recuperación de tierras para construir islas artificiales, que según los ambientalistas causan estragos en los hábitats y ecosistemas marinos.

En 2018, después de informes condenatorios sobre el impacto ambiental, el gobierno central anunció que dejaría de aprobar la recuperación de tierras comerciales; al año siguiente, lanzó iniciativas para restaurar los arrecifes de coral dañados por esa actividad.