(CNN) –– Una serie de nuevas revelaciones sobre la respuesta del gobierno de Trump al coronavirus podría reforzar las preocupaciones acerca de si los motivos políticos de la administración tuvieron una mayor prioridad que la salud de los estadounidenses.
El diario The New York Times reportó este jueves que los científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) no escribieron la polémica recomendación de la agencia que limitó la extensión de quiénes deberían realizarse la prueba de coronavirus. De acuerdo al reporte, dicha directriz la “envió” el Departamento de Salud a la página web pública de los CDC.
Por su parte, The Washington Post reveló recientemente que en la primavera, el Servicio Postal y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) trabajaban en un plan para enviar mascarillas a zonas con muchos contagios. En última instancia, el proyecto concebía mandarlas a todo el país. Pero, supuestamente, la Casa Blanca rechazó la idea por temor a que el hecho de recibir de máscaras causara pánico.
Y este viernes, el presidente Donald Trump dijo que habrá vacunas de coronavirus suficientes para todos los estadounidenses en abril. Lo que, una vez más, contradice las estimaciones de expertos médicos dentro de su propia administración. A pesar de la postura optimista de Trump, la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aún no ha aprobado ninguna de las vacunas en ensayos clínicos.
¿Qué revelan los nuevos informes sobre manejo de Trump del coronavirus?
Los nuevos informes sugieren que los comentarios de Trump al periodista Bob Woodward al principio de la pandemia en EE.UU. se filtraron a las agencias responsables de la respuesta federal al coronavirus. Específicamente que, pese a saber que el coronavirus es “algo mortal”, Trump “quería siempre restarle importancia”.
Haya sido con un propósito o no, en ambas historias, las agencias parecieron optar por estrategias en la línea de Trump. Y, en efecto, minimizaron la urgencia de la pandemia.
Según The New York Times, las pautas de los CDC enviadas por el HHS se publicaron a pesar de las objeciones de los científicos de la agencia. Y cuando fueron públicas, el HHS no sometió el lenguaje utilizado al riguroso proceso de revisión científica de los CDC. Un funcionario federal cercano al proceso le dijo a CNN el mes pasado que la nueva directriz llegó de arriba hacia abajo. Una fuente también le dijo a CNN este viernes que el HHS envió la guía a los CDC.
CNN informó previamente que el cambio en las directrices se realizó el 24 de agosto. Ese día, las pautas reemplazaron su recomendación de hacer pruebas de coronavirus “a todos los contactos cercanos de personas con infección por SARS-CoV-2”. En su lugar, indicaron que algunas personas sin síntomas pueden no necesitar hacerse la prueba. Incluso si han estado en estrecho contacto con alguien que se sabe tiene covid-19.
Menos pruebas de covid-19
El cambio se produjo después de que Trump dijera, a principios del verano, que las pruebas de coronavirus eran un “arma de doble filo”. Según él, porque mostraban más casos positivos.
El presidente también aclaró que no bromeó cuando dijo en un mitin que le había pedido al personal disminuir las pruebas. Sin embargo, funcionarios federales de salud han sostenido que no se les indicó reducir la velocidad de las pruebas de coronavirus.
El viernes, los CDC actualizaron, una vez más, las pautas sobre las pruebas de detección de coronavirus. La nueva versión revierte los cambios del HHS.
La guía actualizada enfatiza que cualquier persona que haya estado en contacto con alguien infectado debe hacerse la prueba de coronavirus.
Plan del Servicio Postal y HHS
El Servicio Postal y el HHS, según el The Washington Post, tenían un plan esta primavera para comenzar a distribuir máscaras en todo el país. Las primeras serían enviadas a las áreas más afectadas.
El plan había avanzado tanto que el Servicio Postal ya tenía redactado el borrador de un comunicado de prensa para el plan de distribución.
Pero la Casa Blanca descartó el proyecto. En su lugar, optó por un programa del HHS, Project America Strong, para distribuir “mascarillas de algodón reutilizables a sectores de infraestructura crítica, empresas, centros de salud y organizaciones religiosas y comunitarias en todo el país”.
Un funcionario del gobierno le dijo al Post: “Había preocupación de algunos en el Consejo de Política Interna de la Casa Blanca y la oficina del vicepresidente de que las máscaras que recibían los hogares pudieran generar preocupación o pánico”.
En declaraciones a la prensa este viernes, el presidente dijo que no sabía por qué se canceló el plan del Servicio Postal para distribuir máscaras faciales.
“Si esas máscaras se hubieran entregado, y miras los cálculos, modelas esto en otros países, ves lo que ha sucedido y parece que tal vez el 80% de las personas que murieron podrían haberse salvado”, dijo el Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico en jefe de CNN a “New Day” en respuesta al informe del Post.
En abril, cuando el Servicio Postal preparó para la distribución, había evidencia de que el coronavirus podría propagarse entre personas asintomáticas. Ese mes, el gobierno recomendó que las personas usaran cubiertas faciales de tela.
Trump dijo en ese momento que las recomendaciones, anunciadas tras una semana de acaloradas deliberaciones en de la Casa Blanca, eran voluntarias y que él no lo haría.
Desde entonces, el presidente ha usado mascarillas con poca frecuencia en público. Y, más recientemente, cuestionó su efectividad.
Nikki Carvajal, de CNN, contribuyó a este informe.