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Trump en la Casa Blanca: "EE.UU. nunca será un país socialista o comunista"
01:28 - Fuente: CNN

(CNN) –– La negativa del presidente Donald Trump este miércoles a garantizar una transición pacífica del poder si pierde ante Joe Biden en las elecciones de noviembre lleva a Estados Unidos a un lugar oscuro. Justo en un año de tensiones políticas incendiarias.

El último ataque de Trump este miércoles contra el voto por correo, perfectamente legítimo, mostró su intransigencia. La cual, a su vez, representa una grave amenaza para la continuidad democrática que ha apuntalado casi 250 años de gobierno republicano.

“Bueno, vamos a tener que ver qué sucede. Saben que me he quejado mucho de las boletas electorales y las boletas son un desastre”. Así respondió Trump a la pregunta de si se comprometería con una transición pacífica.

“Deshazte de las boletas y tendrás una muy… no habrá transición francamente. Habrá una continuación”, agregó.

Los riesgos de los comentarios de Trump sobre las elecciones con Biden

Los comentarios del presidente plantean el riesgo de asestarte otro golpe a una elección en la que él ha estado detrás de Biden y la cual ha mancillado sin cesar. Además, podrían enviarle a sus seguidores una señal sobre cómo reaccionar si el candidato demócrata prevalece en 41 días. Esa posibilidad es especialmente peligrosa debido a los disturbios raciales y sociales del verano pasado. Más aún cuando esa agitación volvió a estallar en la noche de este miércoles y la policía informó que dos agentes fueron baleados en Louisville, Kentucky, en medio de protestas. Las movilizaciones se produjeron luego de que dos policías no fueran acusados en el caso de la muerte de Breonna Taylor, una mujer negra desarmada.

Además, Trump hizo otra advertencia casi simultánea este miércoles. El presidente dijo que cree que la Corte Suprema terminará decidiendo las elecciones. Lo que también aumenta el riesgo de un lío constitucional que probablemente sea peor que las disputadas votaciones de 2000.

Luego, su retórica se intensificó cuando, una vez más, politizó el esfuerzo por sofocar la pandemia de coronavirus. Trump amenazó con invalidar a los reguladores sobre el asunto de si una vacuna recién desarrollada sería segura. Lo que se trató en un movimiento altamente irregular. En conjunto, sus instintos antidemocráticos y la priorización de sus propios objetivos políticos en medio de una emergencia nacional muestran que no planea permitir que nada le impida ganas un segundo mandato. Ni siquiera la salud de los estadounidenses, la santidad de las elecciones o la reputación de la Corte Suprema.

La lucha por la Corte Suprema

Asimismo, sus comentarios arrojaron gasolina sobre una batalla ya enardecida por la sustitución de la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg. Mientras, también amenazaron con arrastrar a la Corte Suprema más hacia la política, en una manera que podría destrozar su legitimidad entre millones de estadounidenses.

En la mañana de este jueves, el mandatario desvió la atención cuando se le preguntó por su negativa de comprometerse con una transición pacífica. Trump sostuvo que es un “doble estándar”, al señalar los comentarios de Hillary Clinton sobre que Biden no debería conceder si las elecciones están cerradas.

Brian Kilmeade, presentador de Fox News, llevó a Trump a la pregunta de que no “quiso decir” que nunca dejaría el cargo, sino que esperaría a que la Corte Suprema se pronunciara, de ser necesario. Trump luego respondió: “Estoy de acuerdo con eso, pero creo que tenemos un largo camino antes de llegar allí”. Y completó: “Estas boletas electorales son una historia de terror”.

Los recientes intentos del presidente por crear alboroto no vienen solos. Llegan en medio de nuevos esfuerzos para subvertir mecanismos tradicionales del gobierno en su propio beneficio. Lo que se ha convertido en un ritual casi diario.

Rechazo a la ciencia en la pandemia

También hubo nuevos signos de su rechazo a la ciencia sólida necesaria para enfrentar la peor emergencia de salud pública en 100 años. Trump impulsa una realidad falsa de que el covid-19 está desapareciendo, cuando hay alarmas de una posible segunda ola en invierno. CNN también reportó que la Dra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de coronavirus y profesional de salud pública respetada a nivel mundial, es la última experta gubernamental en ser marginada por una Casa Blanca que comercia con mentiras y conveniencia política en lugar de la interés nacional.

Las revelaciones, que vienen del interior del Ala Oeste, ocurrieron un día después de que EE.UU. registrara 200.000 muertes de coronavirus. Y muestran cómo el esfuerzo de la Casa Blanca por poner fin a la crisis se ha reutilizado sistemáticamente para las esperanzas de Trump de un segundo mandato. Todo, en una de las manipulaciones más egoístas pero dramáticas de la influencia presidencial en la memoria moderna.

Trump ha pasado años convirtiendo el poder ejecutivo en un arma para su beneficio político y personal. Después de todo, enfrentó un juicio político por intentar que Ucrania interfiriera en las elecciones. Además, ha sacado de su gobierno a funcionarios profesionales y calificados que desafían su propia visión deformada de la realidad.

Pero hay una sensación, más palpable día a día, de que Trump conduce a EE.UU. a un lugar peligroso en las semanas previas a las elecciones. También que los días más tensos y divisivos en muchos años podrían estar próximos, mientras él intenta todo lo que está en su poder, y más allá, para permanecer en la Casa Blanca.

Trump vuelve a apuntar a la equidad de las elecciones con Biden

Incluso antes de los comentarios desestabilizadores de Trump, ya había nerviosismo en Washington. Justamente, por los riesgos crecientes de una elección inminente y la repentina vacante en la Corte Suprema. Lo que, a su vez, promete la confirmación más polémica en años. Incluso, para los estándares de contiendas anteriores por los designados al alto tribunal.

Trump está en su derecho de designar un reemplazo para Ginsburg. Decisión que consagrará una mayoría conservadora inexpugnable en la Corte Suprema, potencialmente durante décadas. Tampoco hay nada que impida que la mayoría republicana del Senado busque confirmar a su candidato. Esto, a pesar de la clara hipocresía del Partido Republicano, después de que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, se negara a confirmar al tercer candidato del entonces presidente Barack Obama en un año de elecciones presidenciales.

Pero la sugerencia del presidente de que se podría convocar a la Corte Suprema para decidir las elecciones amenaza con desencadenar nueva furia sobre el proceso de designación. Si se propone un candidato en las próximas semanas, existirá la posibilidad de que un nuevo juez ––recientemente comprometido con Trump por un nombramiento vitalicio–– pueda ser llamado a pronunciarse sobre el destino político del presidente en un claro y evidente conflicto de intereses.

Efectos de que Trump lleva la votación frente a Biden a la Corte Suprema

Ahora bien, la posibilidad de una secuela amarga para las elecciones parece muy real. Justamente, por la tendencia de este gobierno a recurrir a acciones legales cuestionables. Además de su historial de casos acelerados ante la Corte Suprema.

“Creo que esto terminará en la Corte Suprema y creo que es muy importante que tengamos nueve magistrados”, dijo Trump, en referencia a la elección y sus falsas afirmaciones de que el voto por correo es una conspiración demócrata. El voto por correo resulta atractivo para muchos estadounidenses en medio de la pandemia.

Trump dijo que es mejor que un noveno juez estuviera en el cargo antes de las elecciones. ¿La razón? “Creo que este fraude que están impulsando los demócratas, es una un fraude, este fraude estará ante la Corte Suprema de Estados Unidos. Y creo que tener una situación de cuatro a cuatro no es una buena situación si lo entiendes”.

Fue sorprendente ver a un presidente tan franco sobre un aparente plan para invalidar su duelo electoral con Biden, si no resulta ganador del Colegio Electoral.

CNNE 898030 - biden y trump, en empate virtual en 2 estados clave
Biden y Trump están casi empatados en intención de voto en 2 estados clave
01:15 - Fuente: CNN

Trump ha atacado repetidamente el buen gobierno, la tradición constitucional, el respeto por las normas y las costumbres de la presidencia. Estas acciones pueden parecer arcanas. Incluso no significar mucho para los estadounidenses sumidos en una pandemia, que enfrentan pérdidas masivas de empleos y tienen niños atrapados en casa porque la escuela está cerrada. Adicionalmente, los defensores del presidente suelen acusar a los medios de tomar sus declaraciones de forma demasiado literal.

Pero las acciones pasadas de Trump y su incesante ataque a las elecciones dejan pocas dudas de que sus palabras son serias. También su amenaza de lanzar un ataque sin precedentes contra la democracia estadounidense para mantenerse en el poder si Biden gana. Si tuviera éxito en tal intento, Estados Unidos sufriría un daño histórico a su antiguo sistema político.

Trump actúa para suprimir la verdad sobre la pandemia

Los comentarios del presidente sobre la elección eclipsaron otro día extraordinario en una Casa Blanca que muestra sus pocos límites a lo que hará para que Trump logre un segundo mandato. En los últimos días, el presidente ha declarado que EE.UU. está “superando” la pandemia. A pesar de que los expertos advierten que una segunda ola de infecciones podría llegar sobre una base ya elevada. Además de provocar decenas de miles de muertes más.

Mientras Trump sigue realizando mítines abarrotados que implican un alto riesgo de infección para sus seguidores y las personas con las que ellos compartirán en los días siguientes. Al mismo tiempo, insiste en que todas las escuelas deberían abrir.

Jim Acosta de CNN informó este miércoles sobre la situación de Birx, quien alguna vez fue el rostro de la respuesta al coronavirus. La médica le ha dicho a personas que la rodean que está “angustiada” con la dirección del grupo de trabajo. También que cree que el estado actual de la respuesta a la pandemia es una pesadilla. Birx considera que el Dr. Scott Atlas, una reciente incorporación al grupo de trabajo, es una influencia perjudicial para Trump, pues le está dando información errónea sobre la eficacia de las mascarillas faciales.

“El presidente ha encontrado a alguien que coincide con lo que quiere creer”, dijo una fuente cercana a Birx sobre la opinión de ella acerca de la relación de Atlas con Trump. “No hay duda de que (Birx) siente que su papel se ha visto disminuido”.

Trump acusa a la FDA de una medida política

Atlas negó que Birx estuviera angustiada. Pero demostró en tiempo real cómo la Casa Blanca se ha apoyado en los expertos de los CDC de formas que benefician la narrativa política de Trump. En el último regañó al Dr. Robert Redfield, Atlas dijo que agencia “expresaron mal algo”, cuando Redfield señaló que el 90% de los estadounidenses todavía era susceptible al coronavirus.

La interferencia política también se extendió a la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) con una respuesta de Trump. Las declaraciones ocurrieron tras los informes de que la agencia estaba considerando estándares más estrictos para una vacuna contra el covid-19. Lo anterior para asegurar que los voluntarios de los ensayos clínicos no supieran efectos colaterales. Tal decisión haría casi imposible la aprobación de una vacuna antes de las elecciones. Lo que también frustra las esperanzas de Trump de anunciar la “sorpresa de octubre”.

“Estamos analizando eso. Tiene que ser aprobado por la Casa Blanca”, dijo Trump. También afirmó que las empresas que fabrican vacunas han obtenido buenos resultados. Después, acusó a la FDA de una medida político.

“No veo ninguna razón por la que deba retrasarse más. Porque si lo retrasan una semana o dos semanas o tres semanas, ya sabes, estás hablando de muchas vidas”, agregó.

Trump ha planteado repetidamente terapias no probadas de covid-19. Y su actitud amenaza las garantías que han respaldado durante mucho tiempo la ciencia médica, la cual evalúa las vacunas en ensayos revisados ​​por pares en múltiples etapas. También podría afectar aún más la confianza del público en la posible vacuna, la mejor oportunidad para poner fin a la pandemia.

Independientemente de cómo se interpreten los datos sobre estas dos preguntas, sus comentarios provocaron otro torrente de confusión sobre la respuesta pandémica del gobierno.

Un periodista desafió a Atlas sobre las múltiples discrepancias entre la Casa Blanca y los CDC. El funcionario, cuya experiencia es en neurorradiología, respondió con dureza: “Se supone que debes creer en la ciencia y te estoy diciendo la ciencia”.