(CNN) –– Un generoso filántropo dejó una suma de dinero en su testamento para unos beneficiarios poco usuales: un grupo de gatos que viven en el sótano del Museo del Hermitage en Rusia.
Cerca de 50 gatos viven en el famoso museo de San Petersburgo (¿o deberíamos decir “miauseo”?). El lugar alberga 3 millones de obras de arte, artefactos y esculturas repartidas en diferentes edificios, incluido el Palacio de Invierno.
Este museo ha sido el hogar de muchos gatos desde la época de la emperatriz Isabel I de Rusia, que reinó de 1741 a 1761, según indicó el Hermitage.
Catalina la Grande, fundadora del Hermitage, otorgó a los gatos el estatus de guardianes de las galerías de arte, según informó la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti. El medio destacó que los gatos fueron alojados para mantener a los roedores fuera de las instalaciones.
Ahora, voluntarios y personal del museo los cuidan, y reciben apoyo de donaciones, según el museo. El lugar añadió que los animales tienen su propia lavadora y cuentan con los servicios de un veterinario local.
¿Qué pasará con el dinero para los gatos del museo?
El director general del museo, Mikhail Piotrovsky, dijo en una conferencia de prensa a principios de este mes que el filántropo francés no identificado estaba tan cautivado con los animales que les dejó una “pequeña suma” en su testamento.
“Nuestro amigo francés hizo algo muy bueno. Esto es relaciones públicas geniales tanto para los gatos como para la caridad. La suma no es muy grande. Pero es muy importante cuando la persona escribe un testamento, cuando los abogados franceses se comunican con (nosotros) y no todo es un (proceso) simple pero todo esto es muy interesante. ¿Cierto?”, dijo.
“Qué lindo gesto que vino de Francia”, agregó.
Es probable que los fondos se utilicen para reparar los sótanos del museo, donde viven los gatos, dijo Piotrovsky.
“Creo que los gatos expresarán su voluntad. Nuestros colegas están bien versados en comunicarse con ellos y comprender su idioma”, agregó.
El benefactor no identificado ciertamente no fue la única persona que se enamoró de los encantos de los gatos. Según Piotrovsky, el expresidente de la Academia de Ciencias de Rusia Vladimir Fortov, era un “amigo constante” de los gatos del Hermitage. Fortov, quien murió el mes pasado, a veces pasaba por el museo para dejar dinero para los animales, relató Piotrovsky.
Este año, más de 800 personas enviaron imágenes y fotografías de los gatos para el Día del Gato del Hermitage que celebra el museo.