(CNN) – La administración de Joe Biden abrirá una instalación para responder al aumento de detenciones de menores migrantes no acompañados en la frontera entre Estados Unidos y México, dijo a CNN en un comunicado la agencia federal encargada del cuidado de los menores.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) reabrirá una instalación en Carrizo Springs, Texas, que puede albergar a unos 700 menores y puede ampliarse si es necesario.
La reapertura de la instalación se produce en medio de un aumento en las detenciones de menores no acompañados en la frontera suroeste, impulsada en parte por el deterioro de las condiciones en América Latina y una posible relajación percibida de la aplicación de la seguridad fronteriza, así como la reducción de los límites de capacidad en otras instalaciones debido al covid-19. También se produce luego de que el presidente Joe Biden lanzara nuevos decretos de inmigración que abordan la migración a la frontera sur de Estados Unidos.
Los menores no acompañados que cruzan la frontera son detenidos por el Departamento de Seguridad Nacional y remitidos al HHS, aunque una política de la era Trump también los hace sujetos a expulsión. Si se le pone bajo cuidado, los administradores de casos trabajan para colocar a un menor con un patrocinador en Estados Unidos, como un padre o un familiar.
La instalación en Carrizo Springs se utilizará para menores que hayan cumplido médicamente de la cuarentena por covid-19 y no se utilizará para menores de 13 años, según la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, la agencia dentro del HHS que es responsable del cuidado de niños migrantes.
Hasta el jueves, había aproximadamente 4.730 menores bajo el cuidado de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
“HHS es consciente de la vulnerabilidad de estos niños y nuestra prioridad es la seguridad y el bienestar de cada niño bajo nuestro cuidado. HHS anticipa la necesidad de comenzar a colocar menores en Carrizo Springs en 15 días o poco después”, dijo la agencia en un comunicado, citando capacidad limitada debido en parte al covid-19.
Desde el comienzo de la pandemia, la agencia también ha tenido que lidiar con las infecciones por covid-19 entre los menores y el personal. Hasta la semana pasada, ha habido un total de 1.748 casos de covid-19 entre menores, la mayoría de los cuales se han recuperado y han sido trasladados del aislamiento médico. Se han completado más de 21.000 pruebas de coronavirus para menores en el programa, según la agencia.
Ningún menor que dio positivo ha requerido hospitalización, dijo la agencia.
“La situación sigue siendo extremadamente fluida y puede cambiar rápidamente”, dijo la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en un comunicado.
El Departamento de Seguridad Nacional también está comenzando a expandir su capacidad de procesamiento. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., por ejemplo, está construyendo estructuras flexibles en Donna, Texas, para proporcionar capacidad de procesamiento en el Valle del Río Grande, una de las regiones más concurridas para los cruces fronterizos ilegales, debido al cierre de un centro de procesamiento cercano debido a renovación.
Si bien las fluctuaciones en los flujos migratorios son comunes, la pandemia de coronavirus complica los procedimientos habituales.
Las políticas de Trump no se pueden revertir todas tan rápido
Bajo el presidente Donald Trump, la frontera entre Estados Unidos y México operaba bajo políticas de línea dura destinadas a mantener a los migrantes fuera de Estados Unidos, incluida una política que requería que los solicitantes de asilo permanecieran en México hasta sus citas en la corte en Estados Unidos y una orden de salud pública que permite la rápida expulsión de los migrantes encontrados por los agentes fronterizos.
Los movimientos para aumentar la capacidad y el refugio para los migrantes son indicativos de uno de los desafíos inminentes para la administración Biden: más migrantes en la frontera, pero también señalan un cambio en la postura de la administración de Trump de rechazar a todos.
Si bien los funcionarios de la administración han condenado las acciones de Trump, todavía se basan en ellas mientras determinan los próximos pasos y exigen paciencia mientras trabajan para revertirlas.
“Los decretos que se implementaron el primer día (y el martes) es solo el comienzo”, dijo un alto funcionario de la administración. “Remediar completamente estas acciones tomará tiempo y requerirá un enfoque gubernamental total, pero el presidente Biden ha sido muy claro sobre restaurar la compasión y el orden en nuestro sistema de inmigración”.
En ausencia de información sobre cuándo se retirarán las políticas fronterizas, los defensores y abogados de los inmigrantes, que trabajan directamente con los migrantes a lo largo de la frontera sur, se han esforzado por obtener claridad para asesorar a las personas, muchas de las cuales se encuentran en situaciones de vida o muerte.
Linda Rivas, abogada de inmigración y directora del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas, un grupo que representa a personas en el programa “Permanecer en México”, ha estado tratando de consolar a sus clientes esta semana, incluida una madre hondureña que dijo que había sido violada mientras esperaba en México bajo la política de la era Trump y ahora está preocupada por su hijo de 11 años.
“Definitivamente una pérdida de esperanza”, dijo Rivas. “El trauma que están soportando es inimaginable”.