(CNN)– Los cantantes que interpretan un dúo, los músicos de jazz que hacen un riff juntos sin esfuerzo, los bailarines en pareja que nunca fallan: los grandes artistas están tan coordinados que se convierten en uno solo.¿Cuáles son los mecanismos que regulan la coordinación y la cooperación? Los neurobiólogos están aprendiendo más de algunos de los principales intérpretes musicales de la naturaleza: los pájaros cantores.
Los cerebros de los pájaros que cantan a dúo están conectados entre sí durante las actuaciones, según un nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El intercambio de información auditiva entre los pájaros “inhibe momentáneamente los circuitos motores utilizados para cantar en el compañero que escucha, lo que ayuda a vincular los cerebros de la pareja y coordinar la toma de turnos para una actuación aparentemente telepática”, según un comunicado de prensa.
No es telepatía, pero casi, según el coautor del estudio Eric Fortune, neurobiólogo y profesor asociado del departamento de ciencias biológicas del Instituto Tecnológico de Nueva Jersey.
“Los pájaros que se escuchan entre sí vinculan sus cerebros para actuar como uno solo”, dijo a CNN.
“El cerebro del macho tiene expectativas de lo que va a hacer el cerebro de la hembra. El cerebro de la hembra tiene expectativas de lo que va a hacer el cerebro del macho. Y cuando empiezan a funcionar juntos, están vinculados”, añadió Fortune.
El cerebro de un pájaro cantor y un trampolín
El estudio se centra en lo que ocurre en los cerebros de las aves Pheugopedius euophrys, comúnmente conocidos como chochín de cola plana, cucarachero coliliso o soterrey colillano, una especie nativa de la región de los Andes que vive en matorrales de bambú, mientras cantan a dúo.
Según el estudio, los dúos de Pheugopedius euophrys son cantos de llamada y respuesta de ritmo frenético, y se turnan para cantar tan rápido que parece que lo hace un solo pájaro.
Trabajando desde el laboratorio de la Estación Biológica Yanayacu, en Ecuador, justo al lado del activo volcán Antisana, los científicos investigaron específicamente una zona del cerebro de los pájaros cantores conocida por controlar el canto.
Los investigadores registraron la actividad cerebral de los pájaros durante los dúos utilizando electrodos mucho más finos que un cabello, explicó Fortune. El equipo observó que cuando un pájaro canta, las neuronas tienen un pico de actividad, pero cuando un pájaro oye cantar a su compañero, las neuronas se calman.
El hecho de que las neuronas se calmen es especialmente significativo, explicó Fortune.
“A menudo, lo que ocurre es que después de la inhibición, se produce un rebote, y ese rebote puede cambiar el momento de su propio comportamiento”, dijo.
Fortune comparó ese efecto con el de saltar en un trampolín: “Rebota hacia abajo, es un poco lento, pero luego sale disparado”.
Los científicos plantean la hipótesis de que la liberación de la inhibición podría ayudar a un pájaro a responder más rápidamente cuando le toque cantar.
Según Fortune, existen similitudes entre la forma en que los pájaros se turnan para cantar y la forma en que los humanos lo hacen mientras conversan.
“Si observas tus propias interacciones con la gente, verás que la otra persona empieza a hablar un nanosegundo después de que terminas de pronunciar la última palabra: es realmente sorprendente”, dijo.
Lo que los humanos y los robots pueden aprender de los pájaros cantores
“Todos los logros de la humanidad se basan en la cooperación, esa es la característica de los humanos que nos ha permitido hacer las cosas asombrosas que hacemos”, dijo Fortune.
Aprender más sobre cómo los pájaros cantores se mantienen sincronizados durante sus actuaciones de canto puede ayudar a iluminar la mecánica de la coordinación en los seres humanos, un fenómeno complejo que implica muchos tipos diferentes de información que se intercambian entre las partes.
“Muchos entendemos lo difícil que es bailar, y en parte se debe a que estás intercambiando conjuntos complejos de información en diferentes momentos: tacto, visión, acústica, tienes que señalar tu intención, tiene que haber algún conjunto de variaciones, y resulta un verdadero enredo”.
Los pájaros cantores, en cambio, se turnan en sus dúos de forma más estructurada, lo que facilita el análisis del funcionamiento de la cooperación, según Fortune.
Según Fortune, profundizar en el conocimiento de la cooperación en los pájaros cantores también podría ayudarnos a construir mejores robots.
“Los robots son más precisos y se controlan mejor de lo que puede hacerlo un ser humano y, sin embargo, no pueden cooperar con nosotros”, dijo.
Los cerebros de los pájaros cantores a dúo se unen para crear “un único sistema de control” que abarca a dos individuos, según Fortune.
Esto podría inspirar el desarrollo de robots que puedan asociarse mejor con los humanos.
“Esta unión de los sistemas de control de los individuos es una idea fundamental para los expertos en robótica”, afirma Fortune.